Capítulo 39

148 11 0
                                    

No puedo seguir durmiendo, así que abro los ojos poco a poco, restriego mis manos contra ellos y tomo mi teléfono para ver la hora 9:37 am.

Anoche fue raro, I mean... Estaba escuchando música y luego Eric se fue. En parte me alivió, era algo que igual necesitaba pero, sentía esa necesidad de que estuviera cerca.

Agh, esto de no saber que estamos haciendo ambos me está volviendo loca. Él me coquetea, yo me molesto pero igual me encanta que haga eso, él me provoca, yo lo provoco aún peor a él y obvio que lo disfruto.

Lo que pasa es que no puedo seguir así con esto, cuando él literal me tomó de cuadro pintado en la pared por una semana. ¿Acaso no ve que eso me dolió?

Me paro de la cama y voy escaleras abajo hacia la sala. Jay, Eric y Leo están jugando en el Play Station. Em y Sky están hablando. Ya todos están vestidos.

Damn, ¿A qué hora se pararon ellos entonces?

—¡Buenos días, dormilona! —saluda Emily con entusiasmo. Jayden voltea y me dice:

—Por fin se paró la fea durmiente —se burla y veo cómo Eric lo mira de reojo.

—Buenos días, Mack —dice con una sonrisa la morena—. Estábamos esperando por ti.

¿Esperando por mi?

—Y por qué estaban-

—Porque vamos a salir a desayunar —responde Leo de espaldas cortándome.

—¿Por qué no me despertaron? —pregunto inocente.

—Oh —Jay se ríe a carcajadas.

Frunzo el ceño y apoyo mi peso una sola pierna. ¿Qué es tan divertido?

—Si te despertábamos ibas a estar amargada —agrega mi mejor amigo super casual.

Abro la boca ofendida.

—Claro que no.

—Claro que si —devuelve Jayden con tono cantarín.

Ruedo los ojos y voy a la cocina a buscar un vaso de agua. Vuelvo y le pregunto a Emily.

—¿Amanezco amargada?

—Eh... Sabes que te amo pero... Si, a veces —me mira desde el sofá.

Eric se para de su asiento al frente del televisor, camina hacia mi mientras me quedo quieta, expectante de lo que pueda decir.

Le da la espalda a los demás, me sonríe y ya sus ojos están aguamarina.

—¿Necesitas que te acompañe?

Saben, me he dado cuenta que la mayoría de las veces lo que más hace Eric, son preguntas.

Abro un poco los ojos, doy un paso hacia atrás y el da un paso hacia adelante.

«¿A dónde quedó eso de: No me voy a dejar intimidar?»

Cierto.

Carraspeo, me pego más a su pecho y levanto más la mirada. Él me mira con la cabeza un poco hacia abajo tomándome de la cadera.

—No —le sonrío—. Puedes esperarme aquí —doy un beso en su mejilla. Me volteo y camino moviendo las caderas de un lado a otro para provocarlo.

«¿Y ahora dónde quedó lo de parar con este juego de provocación?»

...

Entramos a un pequeño local frente a la playa. El sitio es muy bonito, está hecho de madera y está pintado con muchos colores dándole un toque fresco y alegre.

The color in your eyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora