Capítulo 61

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Han pasado varias semanas desde que Eric y yo tuvimos ese encuentro dónde cantó Love me again.

Estamos en un café desayunando juntos, aún nos seguimos poniendo al día.

—Empecé a trabajar con tu hermano en la empresa que están haciendo —menciona mientras bebe café.

Corto un pedazo de la torta que pedí y la meto a mi boca abriendo los ojos, después de masticar, le respondo.

—Jay no me había dicho nada —me doy calor con las manos, hace muchísimo frío aquí.

—Porque yo le dije que no te mencionara nada —se da cuenta de mi estado, se para de su silla y me tiende su sweater.

Las mariposas en mi estómago revolotean como unas locas.

—Gracias —agradezco desde mi posición e inhalo el exquisito aroma que desprende su ropa—. ¿Por qué? —le doy un sorbo a mi café.

Se encoje de hombros.

—No lo sé... Pensé que era lo mejor.

—¿No saber nada de ti? —elevo una ceja.

Sinceramente esperaba que Jayden lo odiara. Nunca le conté la razón por la que terminamos, puede ser que él le haya explicado.

Se ríe algo de nervioso.

—Si, tal vez.

Niego con la cabeza.

—Pues ahora me interesa saber todo, no te guardes nada niño bobo.

Se hace el indignado.

—Ah, ahora vuelvo a ser el niño bobo —cruza sus brazos—. Te informo niña fea, soy un hombre ahora.

Comienzo a carcajear.

—Para ser un hombre sonaste como un niño chiquito bien tonto —arqueo mis cejas.

Toma mi mano por encima de la mesa.

—Porque haces que me vuelva uno.

Le sonrío y continúo comiendo.

—¿Has seguido en contacto con Fati? —recuerdo a su Nana.

Este asiente y me roba un pedazo de la torta.

—Trabaja conmigo, en mi casa —se chupa el dedo pulgar.

Ya me había mencionado que estaba viviendo solo en un departamento.

—Me gustaría verla —ladeo la cabeza.

Solo la vi una vez, pero es una señora muy buena.

—Un día te puedo llevar —propone y le hago una cara que hace que aclare todo—. No a hacer esas cosas pervertida —rueda los ojos—, a menos de que quieras que... Joder —espeta cuando le doy con el pie debajo de la silla.

—Que graciosito eres.

—El mejor, ya lo sabes —habla sarcástico—. Emily, Leo, tu papá, ¿Cómo están ellos?

Paro de comer un segundo. No le he mencionado nada de papá.

—Ehhh... Leo estudiando arquitectura, sigue con Sky. Emily en Milán y —carraspeo—... Mi papá, él —me rasco la ceja—, murió hace dos años —tuerzo una sonrisa.

Eric se queda pretificado sin saber cómo actuar.

—¿C-cuando? —pestañea tratando de creer lo que oye.

—Unos meses después de lo de nosotros —informo y pone una cara triste.

Se hace un silencio, baja la mirada y juega con sus anillos.

The color in your eyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora