The color in your eyes

Capítulo 63

Levanto la cobija con mucho cuidado, arrastro mi cuerpo por la cama para que no note que me voy y... Se da cuenta. Jala mi cuerpo hacia él y me encierra en sus brazos.

Nunca logro irme de la cama sin que pase esto.

—Quédate —lo dice entre súplica y demanda.

—¿Ni siquiera me dejas irme para buscar tu regalo?

Niega con los ojos cerrados.

Lo abrazo, escondo mi cabeza en el costado de su cuerpo inundándome de su aroma.

Las sábanas tiene una combinación de mi perfume y el suyo. Me gusta tanto que quisiera no lavar las cobijas y cobertores.

Saco mi cabeza y lo descubro viéndome. No hay ninguna expresión en su rostro, pero sus ojos me dejan claro todo cuando los veo de mi color favorito.

Llevo mi boca despacio hacia la suya, hablo a poca distancia.

—Feliz cumpleaños, amor —lo beso.

Es flojo y sin cuidado, casi siempre son así a estas horas de la mañana.

Me monto encima de él, tomo su cara y dejo picos por su rostro. Arruga la cara fingiendo que no le gusta. Sé que le encanta aunque no lo diga.

Comienza a reírse, carcajea, eso hace que mi corazón se emocione ya que son muy pocas veces cuando lo escucho carcajear verdaderamente.

Termino dejándome caer encima suyo para que me abrace completamente.

Con el pasar de los años aprendí que a Eric no le emociona mucho celebrar su cumpleaños. No es de sus cosas favoritas a decir verdad.

El primero que pasamos siendo novios ni me enteré. No lo dijo. Eso hizo que tuviéramos una pequeña pelea.

En otro invité a Leo, Sky y Jay. No se sintió muy cómodo con nosotros cantándole feliz cumpleaños y trayéndole regalos. El último, Eric se la pasó trabajando con mi hermano. Llegó muy tarde en la noche y no pudimos hacer nada, al día siguiente durmió todo el día de lo cansado que estaba.

Así que, esta es mi oportunidad para que pasemos un rato agradable entre los dos. Él lo prefiere así. Algo sencillo e íntimo.

Salimos de la cama y comemos su desayuno favorito. Luego de eso, le pido que me deje sola para preparar su postre favorito. Pie de limón.

Ayer Fati me dejó la lista de los ingredientes para que yo pudiera prepararlo.

...

Han pasado unas horas. El pie está congelando en la nevera. Seco mis manos en un paño y voy a buscar a mi novio.

Miro si está en la cama, no, en la baño tampoco, busco en el área dónde están los instrumentos, negativo. Solo queda el cuarto oscuro dónde revela todas sus fotos.

Entro, lo encuentro de espaldas a mi. Su ancha espalda se ve muy bien, al igual que los músculos de sus brazos.

Su tatuaje de pantone con una bonita rosa que sale de ella es uno de mis favoritos. Justo abajo tiene escrito self love con una letra dispareja, a pesar de ello, logra encajar perfectamente.

Mueve su cuerpo un poco hacia la derecha cuando revela una foto.

Oh vaya. Son esas fotos.

Camino sin hacer ruido, me coloco detrás de él y las imágenes.

Recuerdos de esa noche llegan en flashbacks, haciendo que a mi cuerpo lo recorra una corriente eléctrica.