Capítulo 54

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Para ser hoy el día de la boda, noto que está todo muy relajado. Demasiado.

Entro a mi cuarto y veo sobre mi cama un vestido. Me acerco a él y veo una nota.

No sabía si tenías algo para hoy, así que me tomé la libertad de regalarte esto. Estoy segura que te quedará precioso.

Anne♡

Sonrío y observo el vestido. Es de color azul bebé, con un lindo y sutil escote y los hombros los tiene como pomposos.

Con esta semana tan ajetreada no pensé en qué me pondría para la boda. Es muy lindo. Lo coloco en un sitio dónde no se arrugue y me siento frente a mi tocador. Restriego con mis manos mi cara y me miro en el espejo.

Lo que pasó anoche... Dios.

Nunca nos habíamos peleado de esa manera. No hemos hablado desde eso.

Definitivamente esa era Victoria, la mamá de Eric. Él es el reflejo de ella, solo que con el pelo más oscuro y hombre.

¿Por qué tanto odio hacia ella?

Se veía tan angustiado, molesto, desesperado, nunca lo había visto así.

¿Qué sucedió para que se comportara así y lo pagara conmigo?

Ja... Esa es otra. Su forma de echarme toda la culpa.

Niego y me meto a bañar para empezar a vestirme e ir al lugar dónde papá y Anne van a casarse por el civil.

...

Luego de que les entregasen los anillos y los testigos junto con mi papá y Anne firmaran lo correspondido, se dan otro beso para que luego todos en el lugar comiencen a aplaudir.

Escucho el sonido de la cámara bastantes veces. No esperé que viniera luego de todo lo que sucedió.

Me acerco a abrazarlos junto con el resto de mi familia.

—Felicidades —me pego fuertemente contra el pecho de mi papá—. Te lo mereces —le susurro.

—Gracias, pequeña —besa lo alto de mi cabeza.

Me acerco a Anne y hago lo mismo para que luego nos juntemos toda la nueva familia y Eric nos pueda capturar.

Me gustaría decir que no es incómodo, pero claramente lo es.

Observo con cuidado como está vestido. Trae unos pantalones negros con una camisa de botones del mismo color.

Por más decepcionada que esté, no puedo evitar pensar en lo bien que se ve.

—Que no se note que babeas por él —me codea Carla, mi prima, luego de que tomarán la foto.

La miro a los ojos y frunzo el ceño.

—No babeo por él, que dices —musito algo indignada.

Me tiende un vaso de champán que lo acepto gustosa y suspira.

—Tranquila, él hace lo mismo —hace una mueca—. Puag, amor —rueda los ojos.

Le doy un sorbo a mi copa y nos movemos hacia una mesa.

—No estamos en el mejor momento, que digamos... —juego con mis uñas.

Ella comienza a reír y casi se bebe por completo el champán.

The color in your eyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora