Capítulo 64

122 7 2
                                    

Toco por encima las teclas blancas y negras del teclado que me regaló papá. Últimamente lo he pensado mucho. De cómo me hubiese gustado que estuviera presente en todos los preparativos de mi boda, y que caminara conmigo en el altar para entregarme a mi futuro esposo.

Wow. Esposo.

Siendo sincera si me imaginé un futuro de la mano de Eric. Solo que jamás pensé que se volvería real, al ver como están avanzando las cosas lo hace mucho más emocionante.

Sigo derecho hacia la batería. Tengo tiempo sin tocarla. Únicamente he estado componiendo canciones en el piano.

Busco en mi teléfono la música que necesito para guiarme al tocar, la conecto a la corneta y me siento en la silla del instrumento.

Cada vez que extraño a mi papá, toco canciones de su banda favorita.

Coloco mis audífonos, la melodía de Paradise de Coldplay comienza junto con los sonidos del fondo del violín. Espero el tiempo en el que necesito entrar.

Me preparo y mi corazón salta emocionado de la serotonina que causa esta canción en mi.

Alterno entre la caja y el hi hat, hasta que en cierta parte me toca tocar el toms 1 y 2, junto con el plato ride y plato crash.

Amo esta canción. Coldplay tiene una vibra tan buena y pegadiza que hace que mi cuerpo pique de felicidad. Puedo entender perfectamente porque es la banda favorita de Eric y la de mi papá. Se está convirtiendo también en la mía.

When she was just a girl she expected the world
But it flew away from her reach
So she ran away in her sleep
Dreamed of para-para-paradise
Para-para-paradise, para-para-paradise
Every time she closed her eyes♪

Canto sin soltar sonido. Solo muevo mi boca de manera muda.

When she was just a girl she expected the world
But it flew away from her reach
And the bullets catch in her teeth
Life goes on, it gets so heavy
The wheel breaks the butterfly
Every tear a waterfall
In the night the stormy night she'll close her eyes
In the night the stormy night away she'd fly♪

Sigo haciendo lo mío feliz, hasta que veo que llega Eric. Desabrocha la corbata con la que tiene que ir a trabajar, cruza sus brazos mirándome de arriba a abajo con una ladeada sonrisa que apenas se nota.

Comienza a cantarla al igual que yo, acercándose a paso seguro, se coloca detrás de mi. Siento su aliento contra mi cuello y su perfume deja un camino desde dónde vino, lo que me hace temblar de nervios combinado con satisfacción y comodidad.

Busca un espacio en que no tenga que tocar y hace el cambio de mis manos con las suyas tomando las baquetas. Me paro rápidamente para que se siente, indirectamente pide que vuelva a sentarme encima suyo y lo hago cuando veo la idea que tiene.

Rodeo mis manos en las suyas. Me encargo de darle al bombo con su pedal en los momentos indicados y juntos tocamos la pieza.

Me río suave cuando en un punto se nos dificulta seguir el ritmo. Para guiarse mejor, quita uno de mis audífonos y se lo coloca. Ahora si nos acomodamos bien, continuamos y en un punto le quito las baquetas muerta de risa.

Muerde el lóbulo de mi oreja a modo de protesta pero me deja continuar. De nuevo unimos nuestras manos y terminamos la canción.

Sigo riendo un poquito, dejamos las baquetas a un lado y me siento ahorcajadas, ahora pecho contra pecho para darle un beso de saludo.

The color in your eyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora