Capítulo 40

176 14 2
                                    

Me levanto temprano y bajo a la cocina, me hago una cola de caballo y empiezo a sacar lo necesario para el desayuno post-club de hoy.

Busco leche, azúcar, huevos, aceite, vainilla, y cuando agarro la harina, me volteo y veo a Eric con ojos somnolientos frente mío.

Un punto importante a destacar, en estas dos noches que he dormido con él, no lo he sentido para nada, prácticamente se siente como si estuviera sola en la cama.

—Buenos días —responde con la voz más grave y rasposa de lo normal.

Le doy una falsa sonrisa y procedo a preparar la mezcla de los panqueques. Se queda un rato viéndome y luego se acerca a ayudarme. Coloca una cantidad suficiente de harina y después yo coloco un chorro de leche para seguir mezclando.

La pruebo para ver que tal está y cuando ya me gusta guardo los ingredientes. Al momento ya veo a Eric colocando la mezcla en un sartén con un poquito de aceite.

Bien, momento de reflexionar sobre lo que pasó anoche mientras Eric cocina el desayuno.

¿Me gustó bailar? Si, siempre me ha gustado. No entiendo por qué le seguí mintiendo a Eric de la verdad, cuando eran muy obvias mis razones. ¿Tal vez para mantener un poco de mi dignidad?

Sinceramente, ya no quiero seguir con esto, no quiero seguir con este juego, quiero que él me explique lo que pasa y que pueda entender lo que le está ocurriendo.

Puede que esté un poco cansada mentalmente, tanto como por la noche de ayer y todas estas semanas de Eric de: Me encanta ignorar a Mackenzie.

—¿Estás molesta? —pregunta mientras el sonido de la mezcla cae en la sartén caliente.

—No —digo sarcástica—. La verdad no, solo estoy así por una hormiga que acabo de pisar —le sonrío falsamente otra vez y me quedo callada por unos minutos—. Eric... Basta de esto ¿Quieres? Si te importé al menos un poquito, ten las fucking agallas de decirme cuál es tu problema y porqué corriste como un freaking miedoso cuando te dije que te quería —lo aparto de la estufa y me dedico yo a terminar el desayuno—. Y si esto va a seguir así lo mejor es que nos alejemos el uno al otro —un nudo en mi garganta hace presencia.

Por más que no quiera alejarme, si esto va a seguir así, es lo mejor.

Lo que hice anoche es lo último que voy a hacer con este jueguito, ya me cansé. No más, hasta tener respuestas. Y si él no es capaz de dármelas prefiero apartarme antes de que termine completamente enamorada de él. Porque ir y venir con esto, es realmente cansado.

Me concentro en mis deliciosas panquecas y veo por el rabillo del ojo como me mira cansado y triste.

Oh Eric Lance, créeme que no eres el único que debería tener esa mirada.

—Kenzie...

Me afecta en sobremanera su forma de llamarme, pero claro, en el ámbito amoroso.

—Por favor —digo mientras volteo un panqueque y luego lo miro a los ojos-, ahorita no es momento para que me llames así —sigo cocinando.

—Te lo explicaré, te prometo que lo haré -se acerca a mi—. Hoy mismo lo voy a hacer, pero dame tiempo para organizar mis ideas, al menos hasta la tarde... Y te pido que no te rindas en esto... Por favor.

¿Rendirme en qué? ¿En esto tan extraño? ¡Ni siquiera sé cómo llamarmos!

Vuelvo a mirarlo a los ojos, el color es peculiar, sigue siendo aguamarina pero se ve extremadamente apagado. Dios, siempre me impresiona lo maravilloso que son sus ojos.

The color in your eyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora