El resto de la semana la pasé junto a él, haciendo recados, yendo a algún sitio con sus amigos y estando en su habitación escuchando música mientras él hacía cosas de la universidad.
Me introdujo el estilo de música del hip-hop y el rap, artistas como Eminem, Jay-Z, etc.
y yo al mismo tiempo le hice escuchar mi música, basada en el indie pop y en cantantes como Lana del Rey, Tame Impala y otros.
En poco tiempo, nos convertimos en algo al que no sabía muy bien que nombre ponerle, nos contábamos todo pero nos dejábamos nuestro propio espacio y a la vez compartíamos cada información que teníamos.
Es sábado por la mañana, S me ha invitado a una pequeña fiesta en la piscina con varios de sus amigos.
Suena Mystery of love , la canción perfecta para una tarde como esta. Escucho la música de fondo y me columpio en la hamaca del jardín de nuestros vecinos. Estoy con los hijos de los Wilder y sus amigos, ellos están en la piscina mientras que yo me pierdo entre la melodía y el viento.
Le miro fijamente. Le miro en aquel instante en el que tan solo lleva puesto un bañador y un montón de gotas de agua caen por su figura.Me paro en cada línea, cada curva que recorre su cuerpo, cada trazo de aquella perfección. Sus ojos claros, su mirada cautivadora y su cojonuda sonrisa que puede hacer que te derritas. Nos intercambiamos miradas que solo nosotros dos entendemos, porque solo nosotros dos éramos conscientes de lo que me pasaba. Y eso me jodía mucho, ser tan transparente y vulnerable. Porque ojalá él me viera como yo le veo a él. Porque ojalá supiera que no hay nadie como él. Porque ojalá pudiera decirme que me necesita tanto como yo a él. Y porque ojalá pudiera pasar de pensar en él cada segundo del día y olvidar la idea de que me estoy enamorando de Spence.
ESTÁS LEYENDO
Tenías que ser tú
Teen FictionUna chica desesperada por sentirse viva, un chico mayor que ella que le ayuda a levantarse y una historia de amores y mentiras. ¿Serán capaces de encontrarse a sí mismos por el camino, cuando ya hace tiempo que se han perdido? ¿Podrán quererse, sabi...