Última hora del jueves, a tan solo días, horas, minutos del puente de Diciembre. La Navidad está cerca, lo cual me asusta, el año pasado fue muy duro para mí y en el fondo me da miedo volver a recaer.
Estamos en Matemáticas, dando no sé qué de radicales y ecuaciones.
Pssst, te has enterado del ejercicio? - me pregunta un compañero
Eh ... Sí mira tienes que multiplicar el resultado por el decimal y con eso pasar la x al otro lado, lo que te daría exactamente una raíz cuadrada perfecta
En realidad, no tenía ni idea, estaba diciendo lo mismo que el de delante, el inteligente de la clase. Mi clase era especial, no sobraba nadie pero tampoco faltaba, tenía de todo. Me gustaba, más que la del año pasado, aunque no sé si eso es de lo que me intento convencer porque la verdad es mucho más oscura...
Llena de mentiras, llena de miradas, llena de envidia, llena de rumores que nunca se sabían... Eso era lo que éramos juntos, una obra de teatro llena de caretas.
Suena el timbre
Todos salen corriendo, con prisas.
La clase se queda vacía, los pasillos se llenan de gente, ruidos de taquillas, murmullos de gente hablando, profesores gritando. Salgo con unos de la clase y me voy a la parada, donde me recoge mi madre. Subo en el todoterreno blanco y meto la mochila en el maletero.
Acabo de llegar a casa, dejo mis cosas por el suelo y busco la correa. Cuando vuelvo del instituto, normalmente saco al perro y voy un poco al parque que hay cerca.
Sol, vamos a la calle - grito mientras él bajaba por las escaleras. Le pongo la correa negra, cojo las llaves y salgo por la puerta.
El cielo está gris, nublado, apagado. Es la típica tarde de invierno en la que lo único que te apetece es estar en tu cuarto viendo NETFLIX con una manta y tomando un chocolate caliente.
Voy escuchando "je te laisserai des mots" mientras el viento golpea mi cara. Cuando paseo me gusta imaginarme la historia detrás de cada persona. Unos niños corriendo, sus padres regañandolos; al otro lado una pareja mayor que camina de la mano.
Paso por unos árboles y giro la esquina para volver hacia mi casa. Empiezan a caer pequeñas gotas de lluvia, a chispear. Joder, lo que me faltaba ahora. La lluvia se intensifica a cada paso que doy. Empiezo a correr calle abajo cuando le veo. Vestido con su uniforme de fútbol amarillo y azul marino, los shorts que dejan ver parte de sus piernas, la sudadera con cremallera ajuntada, calcetines altos y unas zapatillas nike blancas.
Lo miro e intercambiamos miradas. Se acerca y se para enfrente de mí.
Lo miro bajo la lluvia, con las gotas cayendo por nuestras caras.
Mojados.
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Tenías que ser tú
Ficção AdolescenteUna chica desesperada por sentirse viva, un chico mayor que ella que le ayuda a levantarse y una historia de amores y mentiras. ¿Serán capaces de encontrarse a sí mismos por el camino, cuando ya hace tiempo que se han perdido? ¿Podrán quererse, sabi...