Estamos todos charlando y riendo, tirados en el suelo, formando una especie de círculo. Alrededor nuestro hay botellas de alcohol vacías, bolsas de patatas y ropa tirada. Era de esperar que hubiera alcohol en la casa, ¿Qué jóvenes que pasan solos un fin de semana en la nieve no beben?
Estoy sentada entre Tim y Adler, con un vaso de plástico con ron-cola en la mano. Se oye el chirrido incómodo de la puerta principal y nos giramos en su dirección. Spence por fin había decidido salir a pesar de seguir con una cara de hecho mierda. Se sienta a mi lado y me coge la mano enfrente de todos, esto sí que no me lo esperaba.
- Tenemos que hablar - me susurra lentamente en el oído. Asiento sumisa ante él.
De pronto se forma un frío silencio que invade la gran sala.
- Bueno, ¿Quién se apunta a un verdad o reto? - propone Brooke intentando romper el hielo.
- Vale, buena idea - interviene Tim por primera vez en toda la noche.
Y justo ahí, me doy cuenta de la cara de cachorrito perdido que se le forma a Brooke al oír esas palabras y al mirarle a sus ojos color almendra. En el fondo sabe que sería algo imposible y por eso nunca ha hecho nada al respecto. Tim es el típico rebelde que se la suda todo, o al menos eso parece; y Brooke siempre será la chica de al lado, la mejor amiga.
Todos ponemos nuestro vaso delante de nosotros y nos acomodamos.
- Bien, pues quién empieza? Adler??? - pregunta Sheila
- Vale, venga, preparado para todo - dice mientras bebe un poco más
- Verdad o reto, amor? -
- Verdad, ¿por qué no? - ríe descontrolado bajo el efecto del vodka
- Vamos a ver... ¿alguna vez has fingido un orgasmo durante el sexo? - demanda Tim con una sonrisa picarona, intentando desvelar algún secreto escondido.
- Joder, así que empezamos fuerte eh - ríe nervioso Ad - pues la verdad es que no, casi nunca suelo llegar, no soy un chico fácil de complacer, eso está claro -.
Miro a Sheila instintivamente, no parece preocupada, tan solo decepcionada por la respuesta de su chico. Llevan juntos desde el instituto, donde se conocieron en tercer año; sin embargo, no empezaron a salir o hacerlo oficial hasta que ambos cumplieron 16. Eran la pareja perfecta, se complementaban el uno al otro y desde luego atracción sexual nunca les faltaba.
- Brooke te toca - digo antes de que la situación se pueda volver molesta - ¿verdad o reto? -
- Eh, bueno... Supongo que reto, por cambiar un poco - parece alterada.
- Te reto besar a la persona que se encuentra a tu izquierda, o sea, Tim - suelto sin pensarlo. Ella se había portado bien conmigo desde el principio y me había ayudado a integrarme en el grupo, así que era justo, que por una vez yo la ayudara a ella. Todos nos merecemos tener nuestro final feliz o al menos esperar que lo vamos a tener.
Los dos intercambian miradas muertos de vergüenza, los demás nos reímos por dentro. Brooke se inclina hacia su izquierda, acaricia su mejilla y posa sus labios junto a los de él, en un movimiento corto y rápido. Tim no se aparta pero tampoco se lo devuelve. Continuamos jugando.
- Lana, ahora tú - propone Ad. Asiento riendo aunque por dentro estaba perdiendo los papeles; miro a mi derecha y veo a S que está muy tenso y se levanta para prepararse un gin tonic en la cocina.
- ¿Verdad o reto? - pregunta Sheila curiosa
- Reto, reto siempre -
- ¿Así que una chica atrevida eh? - ríe Tim acercándose a mí
- No sabes tú cuánto -
- Me gustaría averiguarlo - musita mientras roza mis muslos descubiertos por la falda.
Aparto su mano rápidamente antes de que nos pueda ver alguien o aún peor, Spence, y sigo como si no hubiera escuchado nada de lo que acababa de decir esa voz ronca y arrebatadoramente sexy, en la cual nunca me había fijado ni había sentido esas mariposas a su lado.
- Lana, te reto a bailar sensualmente delante de todos durante cinco minutos -
- Acepto encantada, vais a desearme tanto que esta noche vais a soñar conmigo y mi baile - sonrío irónicamente mientras me levanto y me posiciono en el centro de todos. Cojo el móvil y pongo "River" de Bishop Briggs. Empiezo a mover mis caderas de un lado para otro, tocando con mis manos cada línea de mi cuerpo. El ambiente se vuelve caliente, cuando entra de nuevo S. Cruza rápido la sala cabreado, viene hacia mí, para la música y me coge del brazo, indicando que me siente.
- ¿Qué coño estás haciendo? - le grito frustrada
- Evitando que cometas un error - me mira a los ojos con una expresión impasible que nunca me había dedicado antes - siéntate por favor te lo pido -.
Me siento, enfadada porque tiene ese control sobre mí que no quiero que tenga esa fuerza. Siempre me he mostrado fuerte e indiferente ante los demás, aunque sé que muy en el fondo, quizá tengan razón, y sea muy fácil de manipular.
- ¿No me vais a preguntar a mi verdad o reto o qué? - se queja S
- Sí, perdón, pensábamos que no estabas de humor - se disculpa Brooke con voz cariñosa.
- Nah, no pasa nada, igualmente elijo reto -
- Puff, está clarísimo, te reto a estar encerrado en un cuarto a oscuras con quién tú quieras - ofrece Sheila. En ese momento, todas las miradas recaen sobre mí y yo le miro a él. Por favor, por favor, por favor que no me elija a mí. No quiero saber nada más de él en lo que queda de noche. Quizá esté actuando como una capulla porque llevo esperando esta noche desde que nos conocimos, no pensé que sería así.
- Joder, ¿me acompañas Lana? -
- No tengo más remedio, vamos - y lo cojo por su muñeca, arrastrándolo hacia el pequeño cuarto de estar que hay al final del pasillo.
- No tengáis prisa, pasároslo bien - oigo voces de ánimo de los chicos y más murmullos pero no me paro a escucharlos, solo quiero acabar con esto cuanto antes.
ESTÁS LEYENDO
Tenías que ser tú
Teen FictionUna chica desesperada por sentirse viva, un chico mayor que ella que le ayuda a levantarse y una historia de amores y mentiras. ¿Serán capaces de encontrarse a sí mismos por el camino, cuando ya hace tiempo que se han perdido? ¿Podrán quererse, sabi...