17. Un buen lugar para perderse

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Los primeros tres días habían pasado con él y sus compañeros haciendo de todo menos descansar.

Para mantener un buen rendimiento en todas las actividades realizaban entrenamiento diario. Ejercitaban sus cuerpos exhaustivamente. Habían realizado trotes, saltos y hasta carreras. Jungkook por primera vez había jugado con balones, con cuerdas, hasta incluso con sacos de boxeo. Había acarreado peso, había calentado y elongado las extremidades de su cuerpo su cuerpo para mejorar su flexibilidad. Sus músculos habían terminado por quemar como el infierno.

No se le había hecho fácil mantener ese ritmo, y solía ser bastante torpe para realizar algunos ejercicios y tareas, pues eran las primeras veces que las realizaba. Se sentía un tanto apenado, pero agradecía que sus compañeros le alentaban a seguir, a veces sin descanso, pero sentía que debía ser así para disciplinarse a sí mismo. A ese paso, podría terminar el servicio militar antes de si quiera enlistarse.

Todas las actividades tenían de premio una hora de recreo y una cena increíble al final del día, con una fogata, música y bebidas.

Era la primera vez que Jungkook vivía algo como eso, finalmente pareciendo que pertenecía a algo grande.

- Oh, lo estás haciendo muy bien, Kookie -Ten le felicitó por la escultura de madera que había logrado tallar. Era la primera que hacía a penas en una hora que había comenzado. No era la gran cosa, el resto de sus compañeros eran, obviamente, mucho mejores que él. Hoseok, Taehyung y Taeyong también estaban en la mesa, conversando y tallando sus propias esculturas.

- Gracias, pero no soy tan bueno como ustedes - se encogió de hombros reconociendo su novatez.

- Mejorarás, descuida - aseguró Taehyung.

Mientras ellos conversaban por lo bajo, sólo lo necesario, Jackson tenía una charla con otros de los miembros, mientras éste estaba de pie con sus brazos cruzados sobre su pecho, y mientras anteriormente no había estado prestando atención a ellos, la conversación se tornó interesante para el menor de todos.

Al principio hablaban sobre las tradiciones y cómo estas eran sagradas para los Alphas porque forjaban la identidad del grupo. Los campamentos de Alpha chi lambda habían surgido hacía décadas con el objetivo de promover una mentalidad fuerte y determinada entre los miembros, de prepararlos y desarrollar su ingenio para idear soluciones a futuro. Además, afianzaba del trabajo en equipo y el sentimiento de pertenencia. Las tradiciones habían construido aquella fraternidad, aquella familia inseparable y fiel a sus ideales. Jackson aseguraba que era la "fórmula perfecta" para el éxito, siempre lo decía.

Y tras un debate que se había formado, Jackson tomó la palabra.

"Puedes decidir cómo te sientes a cada momento. En la vida tienes dos opciones; o triunfas, o fallas. Sólo basta con tomar una decisión. Es así de simple, pero hemos crecido en una sociedad donde nos hacen sentir que no depende de nosotros lo que suceda con nuestras vidas, y entonces, es más fácil culpar a alguien más, y aceptamos la mierda que nos toca. Pero, cuando te haces cargo de tu propia vida, y de los hechos que te acontecen, es cuando dejamos de vernos incapaces de controlar lo que nos pasa, estancados en la desesperanza, y nos volvemos dueños activos de nuestra propia vida. Y, entonces, serás realmente alguien libre".

La razón por la cual siempre hablaban del poder y de la seguridad era porque, según las cabezas de Alpha chi lambda, no hay quien pueda derribar a alguien con una mentalidad tan sólida y clara.

"La capacidad de superar las adversidades y de decidir qué rumbo tomarán nuestras vidas, inicia desde una mentalidad decidida e infranqueable, que nos permita abrirnos a nuevos desafíos sin temer a lo que eso pueda traer, porque si confías en ti mismo, si eres tu propio lugar seguro, entonces no tienes nada a qué temerle, porque sabes que tienes el poder sobre ti mismo".

• Vitam Aeternam ~ [JIKOOK] •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora