• Vitam Aeternam ~ [JIKOOK] •

3. Eso

Jungkook encontraba el desayunador lo suficientemente cómodo como para pasarse horas allí estudiando. Estaba en la interfase de la cocina y de la gran sala, la cual se hacía una con el comedor con un espacio para los sillones, la televisión y una mesa baja en medio, mientras que por otro lado, en dirección a la cocina, estaba la mesa común donde había lugar para todos a la hora del almuerzo y la cena.

Desde donde estaba Jungkook tenía una buena vista de la sala, la cual no dejaba de fascinarle por el estilo tan fresco y sofisticado, era un lujo disfrutar del silencio de la casa cuando estaba mayormente desalojada.

Lo interesante era que la casa era lo suficientemente grande y las habitaciones lo suficientemente herméticas como para que las actividades de cada integrante de la casa no interrumpieran al resto. Por lo tanto, excepto de que los chicos estuviesen entrando y saliendo de la casa o reunidos en la sala, Jungkook no oía ni el zumbido de un mosquito. Además estaba a nada de la cocina, podía abastecerse de algún snack en cuanto quisiera.

Estaba leyendo los apuntes que había comprado ni bien había llegado hacía una semana y media atrás y estaba esforzándose por sumergirse en el mundo de la informática.

En un momento dado, Ten se apareció con Taeyong y Taehyung. Los tres bajaron por las escaleras hablando de lo que parecían debates de leyes o algo por el estilo. Jungkook no tenía conocimientos en el ámbito del derecho, por lo que su ignorancia sólo le permitía identificar el tema porque estaban nombrando números de artículos y nada más.

El trío pasó de Jungkook y se adentraron a la cocina en busca de aperitivos.

El menor escuchó la carcajada de Ten luego de que aparentemente los otros dos habían entrado en una discusión sin fin. Se acercó a Jungkook y le ofreció de las papas fritas que estaba comiendo. Él aceptó con gusto, llevándose unas a la boca.

- Jungkook, ¿Tú qué crees? – le preguntó Taehyung, tomándole desprevenido y haciendo que se atragantase con la comida. Le miró incrédulo, intentando descifrar si realmente le había pedido su opinión.

- ¿Yo? – sus ojos estaban bien abiertos y Ten a su lado le miró con diversión por notarle tan tenso – Yo... no sé absolutamente nada de leyes.

- ¿Pero crees necesaria la pena de muerte?

- Claro que es necesaria – intervino Taeyong marcando la presunta obviedad del asunto. Ten le lanzó uno de los snacks a la cara, carcajeándose por la cara de enojo de su novio.

- Yo no estoy especialmente a favor... - se atrevió a acotar, mirando al chico que le había preguntado, pero en cambio se ganó la expresión irritada del otro.

- ¿No crees que sea necesario? Hay asesinos seriales y violadores que merecen que aquello les suceda. ¿Qué dices con eso? – el tono del chico era lo suficientemente amenazante como para que el menor se quedase callado. Aparentemente su reacción se notó y Taehyung suspiró.

- No seas tan grosero, además, ya te lo dije, ¿Quiénes somos para juzgar si alguien debe morir o no? – enarcó una ceja dedicada al chico a su lado – La muerte como sentencia sólo puede ser de origen divino.

Jungkook se preguntaba en qué momento había quedado él en medio de un debate ajeno de temas de los cuales él no sabía absolutamente nada. 

Sin embargo, las risas y la actitud distendida de Ten le hacían relajarse un poco. El chico parecía estar acostumbrado a verles discutir y no parecía que hubiese algo malo con ello. Incluso Taehyung se reía en ocasiones, aunque el chico parecía bastante serio y centrado. Éste siempre mantenía la mirada en alto, era bastante callado por lo que había podido notar, excepto cuando era contagiado por la energía del grupo o de su novio Hoseok.