53. El más solitario

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Trigger warning: este capítulo contiene mención de abuso sexual de menores y descripción gráfica de violencia física que puede resultar perturbadora para algunos lectores. Leer bajo su propia responsabilidad.





* * *



Estaba bien, era el momento más importante de su vida; tenía que recordárselo a sí mismo.

Su padre tenía altas expectativas. Todos las tenían.

Su estómago dolía, como si tuviese burbujas algo agresivas explotando dentro de él. Se sentía algo así como cuando iba a rendir un examen a la escuela, o quizás más como cuando la maestra le regañaba frente a todos sus compañeros por no prestar la suficiente atención a la clase. Como cuando le habían hecho sentar al frente de todo y solo, por haber estado molestando a un compañero suyo. También le habían amonestado cuando le había cortado un mechón de cabello a una niña con unas tijeras.

Ese día –el más importante de su vida- había llegado de la escuela y aunque había intentado distraerse no logró apaciguar el dolor de estómago. Había sido lo primero que sintió al despertar por la mañana. Y también lo había sentido el día anterior, y el otro. Era tan importante para él y su familia que no había logrado dormir bien. Las maestras siempre se quejaban de eso, de lo tan distraído que a veces era, pero, Jihyun tenía sus momentos. Algunos días no eran buenos y dormir se le dificultaba. A veces estaba muy nervioso por no poder cumplir con las exigencias de su familia. Las reuniones de su padre eran muy frecuentes y agotadoras.

La noche anterior no había logrado dormir, pero iba a valer la pena. Una vez que se iniciara sería como un adulto, sería como su padre, como los demás miembros de Alpha chi lambda, las poderosas personas que pertenecían a su familia. Él era un niño, lo sabía, y quería dejar de serlo. Quería sentirse capaz, sentirse fuerte. Si finalmente se iniciaba, dejaría de haber tantas presiones, tantas expectativas, tantas exigencias. Sería uno más de ellos.

Se dijo a sí mismo que eso era lo que necesitaba, que eso era lo que debía hacer para ser mejor y sentirse suficiente. Eso debía bastar para sentir que había llegado a donde le exigían que debía estar.

La habitación estaba bastante oscura, sólo unas luces tenues encendidas, incienso y velas dejaban ver parte del espacio. El colchón de una cama estaba en el suelo, rodeado de velas. El aroma era el característico de los rituales, él había presenciado muchos.

Jihyun había sido desnudado por completo y recostado sobre el colchón. Repitió en voz alta las palabras que la voz de su padre leía de su libro. Fue sujetado de pies y manos para que se mantuviera quieto. Apretó los dientes y se retorció cuando el calor ardiente del metal tocó su piel, en la zona baja de su vientre, del lado izquierdo. El metal le coció la piel y parte de su carne joven. La marca de Alpha chi lambda se enterró, quemando agudamente. Se obligó a apretar los dientes y evitar gritar, en cambio sólo gruñó.

Respiró profundo cuando eso acabó, intentando olvidar el dolor en su piel, la quemazón del metal hirviendo que había sido puesto contra él. Picaba y latía, aún parecía como si estuviera allí. Era una sensación desesperante. Deseaba calmarlo, que alguien le pusiera un paño frío, o hielo, o anestesia, lo que malditamente fuera.

Se quedó inmóvil, su cuerpo tenso por el ardor. Sintió un peso hacerse presente a su costado por el hundimiento del colchón.

Era su tío, uno de los tres hermanos de su padre, quien siempre estaba en las juntas. Lo reconoció por su voz.

A Jihyun le tembló el cuerpo cuando el hombre se quitó su toga negra, sólo mantuvo su cara tapada como era tradición en todos los rituales.

- Cuánto has crecido, Jihyun. Siempre supe que eras el indicado, un Park de verdad. El orgullo de la familia – Acarició su mandíbula como siempre lo hacía – Es un honor para mí iniciarte. En este momento se te cederá la oportunidad de mostrar tu lealtad a la familia. Tu lealtad a Tamon.

• Vitam Aeternam ~ [JIKOOK] •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora