19. Las fuerzas de lo oculto

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Eran los mismos quince minutos que les llevaba cada vez para llegar en auto a aquella zona descampada al pasar los bosques tupidos que rodeaban el lago y la zona de las cabañas del campamento.

Jimin escuchaba a Hoseok y Taehyung hablando a su lado lamentándose por el estado de uno de sus compañeros. Él prestaba atención con sus oídos, pero miraba por la ventana del auto hacia el oscuro bosque y la luz de la luna infiltrándose entre la arboleda.

Sus dos hermanos estaban preocupados, preguntándose si su otro compañero podía efectivamente mejorar. Había estado perdido desde hacía algo más de un año y sus herramientas para ayudarle comenzaban a agotarse.

- Encontraremos la manera, siempre lo hacemos – aseguró Jimin cuando el auto se detuvo y abrieron las puertas para salir, seguidos de una caravana de cuatro autos más con el resto de sus compañeros – Si él no puede con esto entonces tendrá que pasar un largo tiempo en Las cabañas con mi hermano.

- Ahora que lo mencionas, creí que Jihyun vendría esta semana – Hoseok cerró la puerta del auto luego de que su novio bajase y se acercó a Jimin para seguirle de cerca - Aprovecha cada oportunidad para estar contigo – dijo entre risas. Jimin torció su cuello en un gesto algo irritado por la insinuación de Hoseok.

- Tenía que encargarse de unos chicos en Las cabañas, un nuevo grupo – respondió a secas sin mirar a su compañero.

El crujir de los pastizales se oía mientras los chicos caminaban en fila hacia el medio de aquel campo donde se encontraba una vieja casona que había sido abandonada a medio construir. Era una simple fachada, por fuera se veía como una casa grande y simple, con paredes de madera y la pintura blanca percudida por el pasar del tiempo, pero por dentro no había muebles. Además, tenía pocas divisiones dentro, sólo dos habitaciones y un salón enorme.

Los chicos entraron al lugar siguiendo un pasillo hacia el salón con el techo a varios metros de alto. No había instalaciones de luz, por lo que ellos sólo contaban con linternas o sus teléfonos celulares para poder ver. Las ventanas largas y altas dejaban ver el paisaje oscuro y silvestre más allá de los pastizales que rodeaban el lugar y la luz de la luna era lo que permitía tener algo de iluminación en el lugar una vez que apagaron sus dispositivos.

En una de las habitaciones tenían todo lo que necesitaban para esa noche.

El ambiente era silencioso, sólo se escuchaban algunos susurros o cuchicheos mientras se alistaban con la ropa que debían portar para el ritual. Jimin levantó su mirada mientras acomodaba la toga negra de tela pesada que iba a vestir, para cubrir las prendas que llevaba puestas.

Al quitar su mirada de sus ropas, acomodando las prendas y la capucha sobre su cabeza, vio a Taemin sentado en una silla apartado del resto, con los dedos de sus manos entrecruzados y los pulgares inquietos. Su cabeza estaba a gachas, con intenciones de no querer encontrar las miradas de ninguno de sus hermanos.

Caminó hacia él con la intención de hablarle, pero inmediatamente Jackson interrumpió su acción llamando a su nombre. Jimin respondió girándose, Jackson estaba todo cubierto de negro con la toga y la capucha de la misma tapando toda su cabeza y parte de sus ojos.

El mayor hizo un gesto de negación con la cabeza y el pelinaranja supo que no debía intervenir más de lo necesario. Jimin era ese tipo de persona que hacía todo lo que tenía a su alcance para ayudar a las personas que él apreciaba, aunque a veces parecía despreocupado, por dentro cargaba más de lo que los demás podían ver.

Jimin se obligó a dejar solo a Taemin para que se preparase y siguió a su líder, quien a su vez fue seguido por el resto de figuras oscuras igual vestidas que fueron situándose en el centro del salón.

• Vitam Aeternam ~ [JIKOOK] •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora