45. El poder de la sangre

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Como novio de Jimin, Jungkook intentaba pasar todo el tiempo posible con él en el centro, incluso aunque Jihyun estuviese presente.

Afortunadamente, Jimin tenía un poder incuestionable sobre el mayor. Bastaba con una mirada y decir algo como "¿Nos dejarías solos un momento?", para que el chico en cuestión les dejase tiempo a solas. Jihyun siempre hacía lo que Jimin quería, aunque se notase en su rostro que no quería estar donde no pudiese verles.

A veces le generaba escalofríos, porque era imposible saber qué pasaba en la mente del hermano mayor.

Era complicado.

- No me gustas. Estábamos bien antes de ti. Pero, quiero que te quede claro, aunque estés tú en medio no podrás separarnos. Espero lo sepas.

Claro que lo sabía.

Y como si pudiera hacer algo al respecto de todas formas. Su intención no era separarlos, sólo deseaba no sentirse incómodo, con esa incertidumbre de no saber qué pasaba entre ellos cuando él no estaba presente.

¿Se besaban? Se... ¿tocaban?

- Parece que algo está comiéndote la cabeza en este momento.

Jimin estaba viendo la televisión hasta hacía unos minutos atrás, pero en ese instante estaba mirándole a él, apretando su mano ligeramente con los dedos entrelazados.

No había prestado atención a la película que estaban pasando en el área de entretenimiento del centro, se había ido lejos en su mente una vez más. ¿Cómo no hacerlo cuando había tanto por resolver... o tanto que no se resolvería si quiera?

¿Cuál era... el punto de todo esto? Al final, aunque fingiera mantenerse en un balance con el que podía sobrevivir de manera medianamente decente, aceptando lo que le había tocado, en el fondo se sentía como un cordero decidiendo quedarse en el matadero.

- Jungkook. Por lo que más quieras, sal de ahí.

Su mejor amigo insistía siempre en mantener la esperanza de que se alejase de esa situación que parecía ser el boleto directo a su perdición. Pero, para ser honesto, Jungkook admitió para sí mismo que ya estaba perdido.

No obstante, un poco de cordura aún le quedaba como para darse cuenta de que su situación era descabellada. Porque ni si quiera tenía la confianza suficiente como para preguntarle a Jimin realmente cómo estaban ellos, y cómo estaba él con Jihyun. Porque parecía ser el único que notaba que Jihyun no se comportaba como un hermano normal sino como un novio posesivo, como si no fuese a ceder su lugar. Como si quisiera que a Jungkook le quedase grabado en la piel y en la carne, justo al lado del nombre de su hermano en el pecho, que Jimin le pertenecía a alguien más desde antes.

No sabía cómo lograba aguantar teniendo tan poca comunicación con su pareja.

Estaba así, con un novio internado en un centro psiquiátrico, que quizás se manoseaba con su hermano cuando él decidía volver a casa de su amigo.

Así y sin tener la certeza de qué tanto podía hablar con su novio sobre cómo se sentía y sobre todo lo que estaba ocurriendo. Sabía que no era sano. Lo sabía porque aquella cosa en su pecho retorciéndose cada día no podía ser bueno para nadie.

- Sólo estoy pensativo... - decidió responder; ambiguo como siempre desde ya hacía tiempo, porque nunca hablaban realmente de lo que tenían que hablar. Eran novios, compañeros, una pareja, pero no enfrentaban las circunstancias como una. Era como un acuerdo tácito, donde el deseo de ambos de no hacerle frente a los acontecimientos traumáticos les había llevado a mantener una actitud pasiva ante los problemas.

• Vitam Aeternam ~ [JIKOOK] •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora