Jungkook había esperado que a Jimin le diesen el alta pronto, tal y como Jihyun había insinuado cuando le llamó por teléfono. Supuso que quizás pasaba allí una noche, tal vez dos. Al final, ese plazo se alargó.
Jimin había tenido que permanecer en el hospital, en el sector de hospedamiento para pacientes que requerían de permanecer por más tiempo bajo asistencia médica y psicológica.
Iban a mantener a Jimin allí hasta que pudiesen estabilizarle con la medicación adecuada para su caso. El psiquiatra personal de Jimin se había presentado para dar información sobre la medicación que éste había mantenido a lo largo de su vida. Y, como era de esperarse, tuvieron que volver a proporcionarle antipsicóticos para evitar otro brote o episodio de paranoia.
Jimin se había vuelto especialmente callado ese último tiempo, y a pesar de que los profesionales del hospital hacían lo posible por ayudarle, en las sesiones de terapia Jimin apenas hablaba. Los terapeutas del lugar tenían algunas dificultades para llegar a él, Jimin hablaba lo justo y necesario, sin hondar demasiado. Esquivaba los temas de los que no quería hablar.
Los terapeutas sospechaban que se trataba de trastorno esquizoafectivo, caracterizado por una combinación entre la esquizofrenia y el trastorno de personalidad bipolar.
Esto era parte de la información que Jungkook había logrado captar por parte de los médicos, era difícil tener tiempo para conversar con ellos cuando Jihyun estaba presente. Él llegaba a la clínica temprano y se iba lo más tarde posible. Jungkook no tenía esa libertad, aunque quería pasar tiempo con Jimin, él no tenía dónde hospedarse –volver a la casa con sus compañeros ya no era una opción-. Soportaba el viaje desde casa de Yoongi hasta Seúl con tal de ver que Jimin estuviese mejor.
Pero, no estaba mejor, ni tampoco peor. Simplemente estaba.
El pelinaranja, quien parecía siempre tener una razón para bromear o hacer a alguien reír, aún no parecía estar cercano a recuperar esa faceta de su personalidad.
Jungkook no había vuelto a tocar el tema, no había podido. Simplemente no fue capaz de hacer que sus palabras salieran de su boca y evocar el asunto de aquella llamada que había provocado la crisis de su novio. Y porque fue fuertemente amenazado. Jihyun le había volteado el rostro con un puñetazo a penas le vio el primer día que llego luego de su huida.
- Si no te hago más daño es porque eres importante para mi hermano.
"Mi hermano" esto. "Mi hermano" aquello.
Le había dado un sermón, le había insultado y dejado la nariz sangrando –nunca le habían golpeado en su vida y podía asegurar que no se sentía para nada bien-. Y era la manera en la que enfatizaba en el "mi" donde Jungkook se daba cuenta que Jihyun era una persona diferente a lo que había pensado. Su actitud amigable se había ido para dejar ver una totalmente combativa, como si estuviese aguantándose las ganas de golpearle nuevamente cada vez que se aparecía para visitar a Jimin.
Honestamente, Jungkook tenía miedo de Jihyun, porque a esas alturas cualquier persona de Alpha chi lambda le daba miedo, pero tampoco quería verse como un cobarde y se había propuesto aguantaría lo que tuviese que aguantar. No quería dejar a Jimin solo en eso y darle todo el lugar a que su hermano mayor tomara las riendas de la situación.
Jihyun, básicamente, había dejado de lado cualquier filtro.
- Me crie junto a él. Si esperas que me haga a un lado será mejor que te vayas y no vuelvas.
Siempre volvía a su mente el recuerdo de haber descubierto a su novio con su hermano en el baño de aquella casa a la que nunca volvería. Recordaba haberse congelado y sentido que no era real lo que estaba viendo. Pero lo había sido. Muy real.
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• Vitam Aeternam ~ [JIKOOK] •
FanficJeon Jungkook se verá maravillado por el mundo que sus nuevos compañeros de fraternidad le mostrarán, siendo fuertemente influenciado por uno de ellos en particular. Park Jimin despertará su interés en las tradiciones y filosofía de la fraternidad A...