Salió corriendo del cuarto de baño para alcanzar a su novio, pero lejos de pisar sus talones, no lograba verle luego de que éste había bajado las escaleras para adentrarse al pasillo de camino a su habitación.
Estás arruinado. Lo arruinas todo, Jimin.
Sacudió su cabeza y se dio un golpe con el borde de la palma de su mano con insultos escapando entre sus dientes. No tenía tiempo para charlas inútiles, y aunque rogara al cielo y al infierno por algo de silencio y paz, no se callaría de todos modos. Seguiría esa voz escarvando en su cabeza para siempre. Así que, no podía detenerse a luchar contra ella. Debía alcanzar a Jungkook. Debía decirle que... Ni si quiera sabía qué decir exactamente.
Logró entrar a la habitación detrás de Jungkook, evitando que éste le cerrase la puerta en la cara. El menor tomó su bolso y recorrió la habitación guardando sus cosas dentro de éste. Mientras Jimin estudiaba su comportamiento, cerró la puerta para mantener la privacidad del momento.
- Jungkookie... - su voz sonó tan débil que dudaba haber sido escuchado. Su estómago estaba revuelto, temía vomitar en cualquier momento – Yo... - el ver a Jungkook apurado juntando sus pertenencias le distría de su tarea en enfocarse en lo importante - ¿Qué estás haciendo? – preguntó, prácticamente de forma retórica, porque no obtuvo respuesta – Yo... no sé qué hacías allí... en el segundo piso, pero...
¿Para qué lo intentas si quiera? Sabes lo que estabas haciendo. Sabes que estás mal. Todo contigo está mal.
Negó con la cabeza como si pudiese sacudir aquella voz fuera de su cráneo.
- Yo...
Tú nada, Jimin. Eres inútil. Eres desagradable.
- No es lo que crees. Es... - detuvo sus propias palabras, reacomodándolas para que el mensaje que quería dar tuviera coherencia – No he estado con otras personas por un tiempo... desde que dejé las juntas y... sé que no querías que hiciera esto, por eso lamento esto. Mierda. Te amo a ti y lo sabes. El sexo es sólo físico. Esto no significa nada. Lo juro.
No jures. No eres un hombre de palabra.
Jungkook no se había detenido en ningún momento, incluso parecía como si no estuviese prestándole atención. Había estado guardando su ropa, al igual que había guardado su laptop, el cargador de batería del mismo, de su celular, sus libros y más cosas de uso personal, y había pasado totalmente de la oportunidad de mirarle o si quiera hacer alusión a que le estaba escuchando de todas formas.
- ¿Por qué estás guardando tus cosas?
Sin respuesta. Sin una sola mirada.
- ¿Por qué no me respondes? Por favor, di algo – su voz tembló. Si siempre se había caracterizado por ser alguien que se mostraba sereno y seguro, en ese instante no había nada de eso en su cuerpo. Ya no podía sostenerse del hilo del que se aferraba su cordura. Él podía sentirlo y se daba cuenta, lo tanto que se esforzaba por mantenerse entero. Se conocía a sí mismo, y aunque deseaba poder ignorar todas las señales, a esa altura tenía miedo de a qué direcciones podía disparar su cabeza.
No puedes. No puedes evitarlo y lo sabes.
- ¿Qué quieres que diga? – la voz del menor fue como una mano que le tomó la suya y le alejó de la repentina sensación de perder el control, porque al menos había logrado tener su atención y que le mirase.
Jungkook se había parado en seco, sus ojos estaban rojizos y su expresión era afligida y desesperada.
- No entiendo... Ni si quiera puedo comprender lo que acabo de ver incluso aunque es demasiado claro.
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• Vitam Aeternam ~ [JIKOOK] •
Fiksi PenggemarJeon Jungkook se verá maravillado por el mundo que sus nuevos compañeros de fraternidad le mostrarán, siendo fuertemente influenciado por uno de ellos en particular. Park Jimin despertará su interés en las tradiciones y filosofía de la fraternidad A...