2. Alpha chi lambda

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El chico que había sido golpeado por ese tal Jackson se fue tan rápido como él y otros miembros de Alpha chi lambda le echaron casi a patadas en conjunto con otros que venían acompañándole. La cuestión era que se habían infiltrado a la fiesta sin permiso del líder. Eran chicos de otra fraternidad y no eran bienvenidos allí.

Ten le había dicho a Jungkook algo sobre unas rivalidades que no comprendió mucho, supuso que era algo que solía pasar entre fraternidades y era inevitable, como las rivalidades en el soccer. Le costaría bastante acostumbrarse a ese mundo nuevo ya que no se sentía capaz de lidiar con todo eso.

Sin embargo, toda la conmoción había sido suficiente como para darle el pie a decirle al chico de pelo negro y su novio pelirojo que le disculparan, pero que necesitaba descansar y prefería estar en su habitación. Ten lo comprendió y se despidió de él hasta perderse con Taeyong entre la gente.

Se recostó en su cama por fin y cerró los ojos, dispuesto a descansar y quizás conciliar el sueño, para olvidar el estresante mundo exterior que se encontraba del otro lado de la puerta.

No obstante, la paz que obtuvo fue efímera, gracias a que un sonido extraño se escuchó desde una de las dos ventanas, obligándole a levantar su cabeza de la almohada para mirar directo a donde se había oído aquello. Soltó un quejido ahogado en miedo vio que había alguien haciendo fuerza contra la perilla de la ventana para entrar.

Se sentó de un salto, pegándose contra el respaldo de la cama como si eso fuera a protegerle del intruso. Vio la silueta de aquella persona abriendo la ventana, haciéndose el paso dentro de la habitación con torpeza, de manera tan estrepitosa que incluyo cayó contra el suelo de la habitación, soltando varios insultos por el golpe del aterrizaje. Se puso de pie, acomodándose la ropa mientras la mochila que llevaba colgaba de su hombro amenazaba con caerse.

El pelinegro estaba tan asustado que ninguna palabra había salido de su boca, estaba congelado ante la presencia intrusiva. Por un momento creyó que si se quedaba quieto aquel tipo no le notaría, pero no fue así. El desconocido terminó de acomodarse su ropa y cuando levanto un poco su rostro, Jungkook pudo ver unos ojos profundos asomarse entre los mechones de ese cabello de color tan llamativo. 

Jungkook pasó saliva, sintiendo su boca reseca de los nervios.

El desconocido levantó su rostro, dejando que Jungkook pudiera verle bien. Era un chico joven, quizás de su misma edad, con cabello extrañamente teñido de naranja y su flequillo cayendo a los lados de sus cejas, dejando su frente al descubierto. Sus ojos, a pesar de tener una forma única de gota, ahora estaban tan abiertos como los de él, perplejos. 

Antes de que Jungkook pudiese barrer con su mirada algo más que la vestimenta algo desalineada y rebelde, el chico habló.

- ¿Quién mierda eres tú? – preguntó sin reparar en ser algo más cortés. Jungkook pensó que era bastante maleducado de su parte. Estaba por responder pero pronto el pelinaranja puso su mirada en la valija abierta sobre el suelo y ladeó su cabeza, comprendiendo la situación - ¿Eres el chico nuevo? 

- Sí - afirmó entonces, sin aliento.

Con la respuesta pareció darle libre invitación a que le inspeccionara con la mirada. A pesar de ser por unos segundos, éstos parecían alargarse para Jungkook. Arqueó una de sus cejas cuando el chico sonrió al final.

- Oh. Interesante.

 A Jungkook le hubiera gustado saber qué quería decir con un comentario como ese, pero poca importancia le dio cuando comenzó a escuchar golpes en la puerta, altos y claros, haciendo que ambos desviaran su mirada hacia allí.

• Vitam Aeternam ~ [JIKOOK] •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora