iv. pain of love

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IV

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IV. EL DOLOR DEL AMOR


Cada día faltaba menos para marchar en dirección a Arrakis, Thufir Hawat había partido hacía una semana con su equipo de avanzada, hacía dos días, Killian y Duncan Idaho habían ido al pleno del desierto arrakeno para intentar contactar con los nativos del planeta, los Fremen.

Lo que sabía de los nativos de aquel desértico planeta (porque poco se conocía sobre ellos) era que eran de naturaleza extremadamente desconfiada, salvaje y algo despiadada.

Kegavie estaba dormida, aunque sus ojos estaban abiertos y estaba consciente de que se encontraba durmiendo.

Era como si el alma hubiese escapado del cuerpo, pero que hubiese optado por quedarse a unos centímetros de distancia del cuerpo inmóvil.

Vio como la puerta de su habitación fue abierta y por ella pasó un hombre calvo que no reconoció, era un completo extraño irrumpiendo en su habitación.

En circunstancias normales habría llamado a seguridad de inmediato, sin embargo, no podía mover un músculo.

El hombre se acercó a paso lento, como si buscase no despertarla, dio un salto hacia atrás cuando notó los ojos abiertos de Kegavie.

Aunque cuando Atyer no reaccionó continuó su acercamiento, los ojos de la caoba estaban fuera de órbita, mirando fijamente un punto en el techo.

El hombre tomó el mentón de Kegavie y abrió su boca para verter unas gotas de un líquido azul en su boca. Acto seguido se retiró.

Dos manos se posaron en sus hombros como si fueran a hacerle un masaje, su cuerpo fue sacudido con suavidad.

──¡Despierta!── le ordenó una voz──. Debes escupir el veneno.

Como si una palanca de movimiento se hubiese activado, la cabeza de la ojiverde se movió con rapidez a la derecha, una figura de aspecto translúcido le estaba hablando.

Sintió un líquido escurrir por su mejilla y con su mano lo limpió, cuando levantó su mano se percató de que era una especie de miel violácea, de consistencia pegajosa.

──¡Escupe el líquido!── gritó la figura de aspecto translúcido y Kegavie se percató de que era su padre. Se puso pálida al verlo, tenía un tajo en todo el torso y llevaba su uniforme manchado con sangre.

──¿Pa...?── no pudo terminar la palabra, sintió su boca adormecerse y un par de mareos se hicieron presentes en su cabeza. Comenzó a llorar cuando su padre se desvaneció después de decirle: "Te Amo".

Como pudo tomó un extremo de la sábana y abrió su boca para escupir el líquido que no había corrido por su garganta.

Notó que el contacto con la tela había vuelto el líquido color morado, espesando su textura y volviéndolo un color más sólido, quitando la transparencia morada.

Sollozó con fuerza.

De pronto, su cabeza se estampó contra la almohada, cayendo en un sueño profundo.

Apareció de manera repentina en un cuarto negro, sentada en un mullido sillón.

──Mantén el silencio── murmuró una voz y un ardor comenzó a aparecer lentamente en su útero. El escozor se hizo más intenso y apretó los labios. El escozor se convirtió en comezón.

Un grito escapó de su boca cuando sintió como si su útero se desgarraba por dentro, era una sensación mil veces peor que los cólicos menstruales.

──¿Has oído hablar de los animales que se devoran una pata para escapar de
una trampa?── dijo una voz, pero Kegavie se percató que la pregunta no iba dirigida a ella──. Esa es la astucia a la que recurriría un animal. Un humano permanecerá atrapado en la trampa, soportará el dolor y fingirá estar muerto para tomar por sorpresa al cazador y matarlo, y eliminar así un peligro más para su especie.

──¿Por qué me hace esto?── cuestionó otra voz que reconoció como la de Paul.

Giró su cabeza buscándolo, aunque solo estaba la oscuridad , rodeándola.

──Para determinar si eres humano. Ahora, silencio.

Kegavie se encorvó sobre su abdomen como si quisiese reducir la creciente sensación quemadura y desgarro. Crecía lentamente: calor, más calor y más calor.

Las uñas de su mano derecha se clavaban por encima de su rodilla, mientras el dolor ascendia por su adomen en dirección a su tórax.

Un segundo grito desgarrador escapó por sus labios, como consecuencia generó un aumento del sufrimiento.

Los dientes superiores de su boca se enterraron con muchísima fuerza en su labio inferior.

El sudor perló su frente. Cada fibra de su
cuerpo le gritaba que hiciera algo, ¿pero qué podía hacer? No había fuego cerca de ella, era una especie de estimulación de los nervios sensitivos.

Sentía que su corazón saldría de su cuerpo por lo rápido que latía y sus labios estaban tan secos que le costó separarlos para dejar escapar un gemido de dolor, sin embargo, el miedo a que la quemazón aumentase ocasionó que se controlara.

Su cuerpo temblaba, se encontraba en posición fetal cuando el dolor cesó tan rápido como llegó.

Una corriente de aire frío la hizo despertar en su habitación, gotas de sudor escurrían por los costados de su frente.

Sus ojos se abrieron de golpe, comenzó a preguntarse por qué sentía el dolor de Paul, hasta que recordó que estaba embarazada de él.

Miró a su alrededor, verificando que no hubiese nadie en su habitación.

Su mano tocó el espeso líquido morado que aún yacía en la sábana, observó por segunda vez el cambio en la textura y color de la extraña sustancia al contacto con su extremidad.

Sintió como aquel líquido refrescaba su cuerpo que estaba ardiendo en fiebre y algo la impulsó a lamer su mano, sin embargo, recordó a su padre ordenándole escupir el desconocido compuesto.

La hipótesis de que habían intentado asesinarla se adueñó de su mente y no pudo dormir en las dos horas que le quedaban de sueño.


La hipótesis de que habían intentado asesinarla se adueñó de su mente y no pudo dormir en las dos horas que le quedaban de sueño

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NOTA DE LA AUTORA: Quiero ver teorías.
Y gracias por 1k leídos en menos de una semana, no saben lo agradecida que estoy <3

DARK RED ━━ atreidesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora