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INTERLUDIO: NUESTRA QUERIDA NIÑA MARIPOSA
Para mucha gente había sido extraño el primer incumplimiento al decreto Atyer, pues no pareció importarle al Marqués Panthur IX Atyer y a su esposa, la Marquesa Consorte Caliópe Acacio cuando tuvieron solo dos hijos, a Lady Munia Atyer y a Lord Sheakesgavo Atyer. Quiénes, en vez de tener una última hija y llamarla Kegavie, quién correspondería como la número veintitrés (XXIII) de la familia, cortaron su descendencia con el nacimiento del varón menor, quién nunca llegó a convertirse en Marqués.
Kegavie Atyer XXIII fue una muchacha alegre y entusiasta de la pintura, de ojos azules profundos y un cabello pelirrojo característico de los Atyer cuando cumplen la mayoría de edad, tenía diez años el día de su muerte.
Nacida con el llamado (denominación en Tierra Vieja) complejo del Niño Mariposa, Kegavie nació con una piel frágil que solo le provocaba dolor, pasó así toda su vida cubierta de vendajes y pasaba cuatro horas de cada día entre doctores suk, que se encargaban de realizarle curaciones.
Por decisión de sus padres, Panthur y Caliópe, nunca fue presentada al mundo y nunca salió de la Fortaleza Naranja, residencia del Marqués de Fénix. El miedo a perderla era mayor a las intenciones de sus progenitores de cumplir su sueño, conocer Kaitain.
Así, entre su vida oculta del universo y el reducido número de personas que sabían de ella (exclúyase de este grupo a sus propios hermanos y a los Duques de Caladan), Kegavie desarrolló un principio de depresión que, sumado a su débil sistema inmune la llevaron a su muerte prematura, dos semanas después de contraer tuberculosis.
Actualmente tiene una lápida memorial en el cementerio real de Fénix, no obstante, esta figura a nombre de "Nuestra Querida Niña Mariposa".
──Historia de la Gran Casa Atyer, por Killian Akram Atyer
