Sentado en una silla a su lado, tomando su mano, Hyunjin veía como Yuna abría los ojos. Había estado inconsciente desde que habían dejado el hospital la noche anterior. Era unas cuantas horas después de la puesta del sol y ella estaba recostada en una cama tamaño rey, todavía usando su bata de hospital.
Solo tenía prendida una pequeña lámpara en la habitación porque sabía que sus ojos serian sensibles por un rato.
Sus parpados se abrieron y miró a su alrededor, confusa.
–– ¿Dónde estoy? ––pregunto, su voz ronca por estar entubada. Hyunjin puso una mano cariñosa en su frente.
––Estas a salvo. Estamos en Nebraska.
––¿En una casa?
––Sí ––había hipnotizado al dueño para que lo dejara entrar, lo habían enviado lejos por algunos días ––. Estas a salvo ––le repitió, quería asegurarle que no estaba en peligro.
Ella asintió una vez y volvió a dormir.
Hyunjin había recorrido varias millas la noche anterior antes de llegar a territorio sin dueño. Idealmente, quería estar en territorio vampiro, pero eso todavía estaba unos estados lejos. Se había alimentado de los vecinos mientras Yuna dormía y estaba sorprendido de descubrir que su ponía mucha distancia entre ellos, su cuerpo comenzaba a doler.
Y mientras más tiempo estaba lejos, más quería regresar a ella. Ignoró el instinto y se quedó fuera hasta tarde enseñándose a sí mismo como inyectar veneno en una persona... la última cosa que quería era convertir a otro humano en vampiro. Era raro al principio, pero le entendió el truco. Una vez que sus colmillos inferiores estaban dentro, tenía que presionar su lengua contra sus encías inferiores y el veneno se liberaba. A pesar del nombre, el fluido no parecía tener ningún efecto dañino en el humano.
Antes de regresar, robo unas cuantas piezas de ropa limpia para sí mismo y ahora estaba en pantalones flojos y una camisa que exponía el collar de metal en su cuello. Lo cubría con una bufanda, sin querer algo más que arrancárselo, pero explotaría y le gustaba su cabeza en una sola pieza.
Con Yuna aun dormida, Hyunjin rebuscó su bolsa de lana y puso todos los contenidos en una mesa al lado de ella.
Era en su mayoría ropa, pero también tenía una daga y una espada que él había tomado de la batalla, junto con un anillo de oro simple que tenía runas grabadas, un encendedor grabado con las palabras "Yuna Bree", un pequeño recipiente de cobre, un vial de vidrio sellado con cera lleno de líquido claro y una bolsa de cosas de baño.
Apenas había regresado a vigilar a Yuna cuando escuchó como rasgaban en la puerta principal. Llevando su espada con él, Hyunjin llegó a la puerta y la abrió.
Un rotwailer lo miraba con sus grandes ojos cafés.
––¿Dónde has estado? Habrías sido útil hace dos noches ––le dijo Hyunjin. Kkami le gruñó.
––Bien. Siento mucho haberte gritado. He decidido que podemos matar cazadores ahora. Pero necesito que sigas mis órdenes o no puedo tenerte conmigo. ¿Entendido?
El gigantesco perro lo pasó. Se paró al pie de las escaleras y olfateo, luego miro de regreso a Hyunjin, inclinando su cabeza.
––Yo, uh, engendré una hija.
Kkami ladro y subió las escaleras hacia el cuarto principal. Kkami lamio la mano de Yuna y salto a la cama donde se acuno su lado. Hyunjin tomo su asiento de nuevo y espero.
La estudió mientas dormía. Encontraba raro que sus facciones habían cambiado ligeramente. Su cuerpo parecía un poco lleno y ya no estaba tan huesuda. Su cabello tenía el brillo que le había faltado antes y su olor de pergamino y vainilla era más fuerte, y mucho más agradable para él. En general, no era un cambio mayor–––ella aún era una belleza promedio––, pero había algo diferente sobre ella. Más atractivo. Mientras más la miraba, más interesante la encontraba.
ESTÁS LEYENDO
Sire (Beautiful Monster)
Science Fiction"Por qué el amor es la forma más fácil de controlar a alguien y necesitaba una forma de controlarte" Todavía reparando un corazón roto, Hyunjin ha pasado un año evitando a los íncubos y su ejército de cazadores. Ahora tiene un nuevo objetivo: levant...