Después de su llamada a Jeongin, Hyunjin pasó las siguientes noches sumido en un depresivo silencio, que rompía únicamente cuando Yuna le hacía una pregunta directa. Estaba agradecido que Yuna y Felix le dieran espacio. Kkami, sin embargo, no abandonaba su lado.
Se habían instalado en una casa al sur de Seattle. El clima era húmedo y lluvioso y para mediados de diciembre aún no había nevado.
Para el tercer día, Hyunjin decidió que ya se había deprimido lo suficiente y anunció que irían a la ciudad para ordenar esmóquines y hacer pruebas para el vestido de Yuna. Dado que la fiesta sería en un par de semanas, tenían que apurar las cosas.
Las pruebas salieron sin contratiempos y también ordenaron máscaras. Yuna las escogió.
Las noches pasaron lo suficientemente tranquilas mientras se asentaban en una rutina similar a la que llevaban en la cabaña. Ya que estaban en un área que estaba mucho más habitada, el entrenamiento de Hyunjin con Felix era limitado. Se perseguían entre sí a través del bosque para trabajar en la velocidad, o Felix le enseñaba a resistir los efectos de la alteración de la mente.
Fue durante este tiempo que Yuna tuvo su primera verdaderamente mala noche. A veces tendría un par de horas a aquí y allá donde perdía el contacto con la realidad, pero no era nada como esto.
Hyunjin se había levantado un par de minutos antes que ella y estaba agarrando algo de ropas para cambiarse después de la ducha. Se volvió para dejarlas apoyadas, solo para encontrarse cara a cara con Yuna, de pie en el borde de la cama. Ella llevó su brazo hacia atrás y abofeteó a Hyunjin tan fuerte como pudo. El sonido hizo eco en la habitación.
No le dolió, pero lo atrapó con la guardia baja.
Kkami, quien normalmente dormía a sus pies, comenzó a ladrar.
Felix irrumpió en la habitación, sus ojos escaneándolo todo en busca de peligros.
—¿Está todo bien?
—No lo se...¿Yuna? ¿Quieres decirme por qué me abofeteaste?
Ella se veía como si estuviese poseída; más pálida de lo normal, sus ojos vagaban sin centrarse en nada.
—Mi espalda aún duele por el corte.
Hyunjin caminó alrededor de ella y verificó su espalda. No había nada allí.
—La galaxia temblará cuando vean sangre —continuó—. Ellos se arrodillaran y sin embargo tú querrás más. El perdón conlleva un precio muy alto.
Bien...
Ella miró a Felix.
—El traidor camina entre nosotros.
Hyunjin le disparó a Felix una mirada inquisitiva. Felix dio un paso hacia atrás y bajó su cabeza.
—Ella no está equivocada, pero tú no eres a quien he traicionado. Soy leal a ti. Sé que no suena bien para mí, pero la maldición me prohíbe decir más.
—La esperanza lo llena. La misma ahora que el día en que primera vez te sostuvo en sus brazos y te nombró.
—¿Qué? —preguntó Hyunjin, desconcertado por sus palabras. Yuna continuó divagando, pero Hyunjin la hizo acallar mientras miraba a Felix.
—¿Está hablando acerca del pasado o del futuro?
—El... —El rostro de Felix se torció y él se inclinó contra el armario.
—No importa, lo agregaré a la maldita lista de preguntas que te haré una vez que tu lengua se desate.
Yuna se bajó de la cama y comenzó a atacar a Hyunjin.
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Sire (Beautiful Monster)
Ficção Científica"Por qué el amor es la forma más fácil de controlar a alguien y necesitaba una forma de controlarte" Todavía reparando un corazón roto, Hyunjin ha pasado un año evitando a los íncubos y su ejército de cazadores. Ahora tiene un nuevo objetivo: levant...