CAPÍTULO DOCE

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En un rincón de un acogedor bar local, Hyunjin y Felix se sentaron con bebidas frente a ellos.

Yuna estaba en una mesa al fondo con un joven que parloteaba sobre cualquier cosa que estuviera estudiando en la universidad.

Hyunjin escanneó a la multitud, viendo si había alguien para alimentarse esa noche. Estaba viendo a una mujer con cabello negro rizado, leyendo una novela romántica.

Él estaba considerando darle a ella una noche erótica que jamás olvidaría cuando se dio cuenta de que Felix se había bebido la cerveza que ellos habían ordenado.

—¿Puedes beberte esa mierda sin sentirte enfermo? —preguntó Hyunjin. Felix asintió.

—No hará que me embriague, pero beberla no me molesta.

Hyunjin hizo una mueva. Cualquier cosa que no fuera sangre o semen sabía terrible para él.

—¿De qué te alimentas de todas maneras? Nunca te he visto cazar.

—Necesito sangre para crear mis alas, pero extraigo mi poder de...—Un gruñido bajo salió de Felix al intentar decir las palabras, pero estas se rehusaron a formarse. Golpeó su trago hacia abajo con frustración.

—¿es la maldición? —preguntó Hyunjin.

—Sí.

Felix arremolinó el líquido alrededor de su vaso, buscando algo que decir.

—Mis recuerdos fueron borrados cuando fui maldecido. La mayoría están de vuelta, sigo luchando con algunos. Pasé muchos años viviendo como humano, inconsiente de lo que era.

—¿De verdad?

—Era un banquero. Hyunjin rió.

—¿En serio?

Felix se le unió con una sonrisa.

—Era extraño que en ocho años nunca envejeciera, pero creí que era buena genética. — Su sonrisa se mantuvo por un momento antes de caer. —La maldición me despojó de mis habilidades por un tiempo. No soy ni la mitad de poderoso de lo que debería ser.

—Jesús— exhaló Hyunjin. Felix era una de las más fuertes criaturas con las que ha estado alrededor, no podía imaginarse como sería él con todo su poder. —Haces que me sienta inadecuado.

Felix miró a Hyunjin de arriba hacia abajo.

—No pienso que sea inadecuado en ningún modo, mi príncipe.

El coqueteo no lo paso desapercibido para Hyunjin, pero lo ignoró. Aunque le avergonzaba admitirlo, sus pensamientos regularmente vagaban de regreso a Jeongin, y él no quería involucrarse con alguien más en este momento.

Felix alejó su trago y miró a los ojos plateados de Hyunjin.

—A tu alrededor, me estoy volviendo más fuerte.

—¿Lo eres?

—No es la razón por la que estoy aquí, pero es bueno estar...cerca de ti. Es difícil explicarlo con la maldición atándome—.

Hyunjin puso su mano en el hombro de Felix.

—Te doy mi palabra que haré lo que sea que esté en mi poder para romper la maldición.

Los ojos de Felix recorrieron la mano de Hyunjin, siguendo su brazo y su cuerpo hasta la cara de Hyunjin. Llevaban una mirada de anhelo con gratitud. Bajó la cabeza ligeramente.

—Gracias.

Una extraña sensación recorrió a Hyunjin...algo andaba mal. Miró alrededor.

—¿Qué pasa? —preguntó Felix, ya de pie, sus músculos tensos y su cuerpo listo para pelear de ser necesario.

Sire (Beautiful Monster)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora