CAPÍTULO DIEZ

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El grupo de cuatro llego a Salt Lake sin ningún inconveniente. Habían corrido hasta justo antes del amanecer. Hyunjin terminó cargando a Yuna por unas horas.

Antes de que el sol saliera, Hyunjin hizo un hueco profundo en la tierra para que ellos se quedaran allí, la tierra obedeciendo sus órdenes. Yuna, que no tenía idea de que los vampiros podían hacer eso, paso los últimos minutos antes del amanecer tratando de que la tierra se moviera. No tuvo éxito, pero Hyunjin prometió enseñarle pronto.

Felix y Kkami, que se venía como un perro de nuevo, hicieron guardia sobre ellos todo el día.

Al anochecer, salieron de nuevo y se dirigieron a la autopista. Adquirieron un carro y condujeron la mayoría de la noche, deteniendo una vez para que Hyunjin recibiera una mamada en una zona de descanso. Felix y Kkami cuidaron a Yuna mientras el llevaba al humano a un lugar privado.

No fue lo mejor, pero estaba tan hambriento que no fue exigente. Alimentarse no fue satisfactorio. No tomo lo suficiente, y lo que si tomo se sentía delgado y enclenque, como comerse una bolsa de papas y esperar que lo llenaran. No lo lleno. Ni de cerca.

Al menos aun podía alimentarse de sangre normalmente. Bebió de algunos humanos––– dejándolos vivos–––antes de que continuaran. Yuna bebió de él en el asiento trasero mientras Felix manejaba.

De vez en cuando, Hyunjin tocaba su cuello, solo para asegurarse que el collar de verdad ya no estaba.

Llegaron a Salt Lake unas horas antes del amanecer, parando en un hotel agradable. Hyunjin hipnotizó a la señora de la recepción para que les diera una habitación, una con dos camas dobles.

Kkami, que se había acurrucado en el carro toda la noche, salió para volar alrededor de la ciudad. O al menos, eso es lo que Hyunjin asumía que hacía, pero en realidad, por todo lo que sabía, v estaría sentado en alguna esquina mirando el tráfico.

––¿Cuál es el plan para mañana en la noche? ––preguntó Felix mientras se movía al otro lado de la habitación para revisar cualquier peligro potencial.

Una vez que estuvo satisfecho que no había nada, se sentó en una silla. Estaba rígido, listo para levantarse si Hyunjin se lo pedía. Felix nunca parecía relajado.

Hyunjin se encogió de hombros. No estaba seguro de que quería hacer desde allí.

––No lo sé. Tal vez vayamos a California. Conozco un lord allí que podría acogernos. Me daría el tiempo de enseñarle a Yuna como cazar y ella podría conocer otros vampiros.

––Me gustaría eso ––dijo Yuna. Se tiró en una de las camas, prendió la televisión con el remoto y la apago casi de inmediato––. Ver eso me lastima.

––Sí, hasta que controles mejor tus sentidos, cualquier cosa con luces fuertes lastimará tus ojos. Mañana podemos ir a la librería antes de que cierre.

––Está bien. De todas maneras, prefiero leer. Y podemos ir a que les arreglen los esmóquines. Ya tengo un vestido, pero necesita que lo enmienden.

Tomó una de las revistas del hotel y comenzó a darle una ojeada. Tanto Hyunjin como Felix centraron su atención en ella.

––¿Yuna...? ––preguntó Hyunjin, alzando una ceja.

––¿Sí?

––¿Por qué necesitamos esmóquines?

––Para la fiesta de vampiros, obviamente ––lo dijo como si ellos fueran idiotas.

¿Los vampiros tenían fiestas? Con unas cuantas excepciones, los íncubos siempre hacían parecer que los vampiros nunca se reunían.

––Yuna...

Sire (Beautiful Monster)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora