ATRAPADA

-LA FIESTA-

La fiesta se encontraba en el área abandonada del instituto, Abby me había dicho que William, el organizador de la fiesta, era hijo de un empresario muy importante y sobornaba a los guardias para que no digieran nada de la fiesta, es por eso que no los pillabán. Llegamos a la fiesta y era una pasada, la música estaba a todo volumen y todo el mundo estaba bailando como si mañana se acabara el mundo. Fuimos a la barra a pedir un par de copas para empezar la fiesta con buen pie, la verdad es que William se la había currado y es que era conocido por montar unas fiestas increíbles.  Me pedí una copa y me le bebí del tirón. Decidimos con Abby y Elisa ir al centro donde todo el mundo estaba bailando, la música se metió por dentro de mi cuerpo i empecé a moverme con ritmo, ahora mismo estaba fluyendo y lo único que quería era olvidarme de toda la mierda que me había pasado en la vida.

Llevaba un rato disfrutando de la música y bailando con las chicas, cuando decidí parar para ir al baño, me dirigí al baño cuando de la nada alguien me cogió de la muñeca y me estampo contra la pared. Levante la mirada y me encontré con la persona que menos esperaba encontrarme aquí, delante mía tenia a Isaac mirándome de forma coqueta y divertida. El estaba demasiado cerca de mi y no tenia escapatoria alguna, notaba su respiración cerca de mi boca y eso me ponía de los nervios, no lo había visto desde el pequeño beso que me dio hoy en clase y estaba nerviosa en realidad su presencia y su cercanía me intimidaban y me temblaban hasta las piernas. 

Isaac: Mocosa, ese vestido verde te queda realmente espectacular.- Susurro cerca de mi boca. 

Irene: Isaac, estas demasiado cerca.

Isaac: Y que pasa? Te pongo nerviosa?

Irene: Un poco- Le pegue un pequeño empujón para que me dejara un poco de espacio pero no logre apartarlo ni un centímetro- Isaac que quieres? Mis amigos me están esperando.

Isaac: Te quiero a ti, mocosa y no creo que tus amigos te estén esperando, yo lo veo muy entretenidos bailando. 

Irene: La verdad que no te entiendo, primero casi me ahorcas con tu ataque de ira, luego me pides perdón y me das un beso y ahora me acorralas contra la pared y dices que me quieres a mi, A que estas jugando?

Isaac: No estoy jugando a nada, solo te estoy siendo sincero y ahora mismo lo único que quiero es tenerte en mi cama y hacerte pasar la mejor noche que has tenido en tu vida. 

Me quede paralizada con lo que acababa de decir Isaac, el cada vez estaba mas cerca de mi y yo no tenia escapatoria, su boca rozaba la mía y podía notar perfectamente su aliento, quería besarlo pero a la vez no porque sabia que era un error meterme con el pero estaba tan confundida y el tan cerca de mi hacia que mis hormonas se dispararan como cohetes. Cuando iba a contestarle y abrir la boca para que se alejara, el me cogió del cuello y me beso de manera agresiva, al principio me quede paralizada no sabia como reaccionar pero a medida que el beso se iba sintiendo mas caliente le correspondí y coloque mis brazos en su cuello atrayéndolo mas  a mi. Estuvimos un buen rato besándonos de manera agresiva y para nada delicado, era un beso necesitado y no podíamos separarnos, el me cogió de la dos piernas y yo las enrede en su cadera y me volvió a estampar contra la pared sin despegar nuestros labios. Necesitaba respirar así que lo separe de mi para poder coger aire, su frente se encontraba encima de la mía y solo se escuchaba la música de la fiesta y nuestras respiraciones entrecortadas.  El empezó a repartir pequeños besos por todo mi cuello y iba bajando por mi clavícula cuando iba llegando a mis pechos, me aparte de el y baje de su cuerpo, el se quedo sorprendido y me cogió de la cintura para que me acercara a el. 

Irene: Isaac aquí no, hay mucha gente y nos pueden ver. 

Isaac: Ven conmigo iremos a mi lugar secreto.

Irene: Tu lugar secreto? A ese es el sitio donde llevas a las chicas que te quieres follar, verdad?

Isaac: Pues la verdad es que no, es el sitio donde voy cuando quiero estar solo y serias la primera chica que me follaria ahí para que veas que eres especial, a las demás chicas me las follo en el baño. 

Irene: Eres un imbécil, creo que mejor me vuelvo a la fiesta- me iba a ir con mis amigos pero el me volvió a agarrar de la cintura para que no me fuera y me volvió a acercar a el. 

Isaac: Estas celosa, mocosa?

Irene: Porque tendría que estar celosa? Tu y yo no somos nada. 

Isaac: Eso lo veremos- y no me dejo hablar ya que me volvió a besar mientras me levantaba en el aire y me sacaba de la fiesta para dirigirnos a su lugar secreto. 

No sabia donde íbamos, el me llevaba cargada como si fuera un koala y a momentos me besaba el cuello, al cabo de unos minutos llegamos a una sala que nunca había visto era como un tipo de mirador donde se podían ver las estrellas, el me dejo en el suelo y yo no podía creer lo bonito que era ese lugar. 

Isaac se puso delante mía y cogió mi cara para que lo mirará a los ojos.

Isaac: Hoy vas a pasar la mejor noche de tu vida, mocosa.- Me susurro cerca de mis labios y después de sus palabras me besó como solo el sabía hacer, de esa manera agresiva. Me cargó y me sentó en una pequeña mesa que había en la sala, empezó a morderme y a besarme el cuello como si yo fuera un trozo de carne que quería devorar.

Me quito el vestido verde rápidamente y observo mi cuerpo como si estuviera viendo una obra de arte, arrancó mi sujetador y mi tanga dejándome completamente expuesta a el. Empezó a morderme mis pezones, sentía dolor pero a la vez placer y sabía que me iba a dejar marcas por todo el cuerpo, el fue mordiendo y besando cada parte de mi cuerpo hasta llegar a mi zona íntima, el me miró con una sonrisa malvada y empezó a succionar y a lamer llevándome al mismísimo cielo y no pude evitar gemir alto de placer

Isaac: No sabes cómo me gusta que chilles.

Su lengua se movía de forma rápida y yo estaba disfrutando como nunca, cuando estaba a punto de llegar al clímax el se apartó de mí y me miró de forma divertida. Lo mire enfadada.

Irene: Porque has parado?

Isaac: Para ver tu cara y para advertirte que después de follar conmigo no vas a poder caminar durante una semana completa, te voy a destrozar mocosa y vas a desear que te folle las 24 horas del día- Me quede paralizada con lo que acababa de decir y no me dejo responder ya que su boca beso la mía como un animal devorando a su presa. Estuvimos un rato entre toqueteos y besos por todo el cuerpo cuando el se separo de mi y se deshizo de la ropa que le quedaba puesta dejando a la vista su gran miembro y cuando digo grande me quedo corta ya que eso era enorme y yo solo me podía preguntar si eso cabria dentro de mi o me destruiría por dentro. 

El se quedo de pie delante de la cama totalmente desnudo mientras yo me encontraba tumbada mirándolo de arriba a abajo. 

Isaac: Acércate mocosa, es hora de que tu me des placer a mi- Yo me acerque a el y me quede de rodillas delante de su enorme miembro, el enrollo sus manos en mi pelo y metió todo su miembro en mi boca y empezó a moverlo con lentitud mientras yo lamio de arriba a abajo, cada vez iba aumentando la velocidad hasta que literalmente me estaba follando la boca. Iba tan rápido y se metía tan en el fondo de mi garganta que produjo unas cuantas arcadas pero me encantaba que fuera agresivo y lo que mas me gustaba era ver su cara de placer mientras me follaba la boca. Estuvimos un rato así hasta que se corrió dentro de mi boca y me traque cada gota. El se me quedo mirando de una manera imponente y me cogió de la cintura colocándome encima suyo mientras colocaba su miembro en mi entrada  y sin avisar me penetro de forma dura, eso hizo que pegara un pequeño chillido que en nada se convirtió en placer. Así estuvimos toda la noche follando como si no hubiera un mañana y olvidándome de completamente todo, sin saber que yo misma había cavado mi propia tumba y me había metido en la boca del lobo.