EMBARAZADA

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Embarazada? Las palabras que acababa de decir  Alec me dejaron completamente sorprendida y sin palabras. Cuando era pequeña siempre había querido tener cuatro hijos, dos niños y dos niñas pero ahora que el momento había llegado no me veía preparada para ser madre. Aún no he cumplido la mayoría de edad , era muy joven para tener un hijo y era una cosa que no me esperaba para nada. Mis pies se encontraban descalzos pero no me movía del sitio estaba completamente paralizada por la noticia mirando al frente con la boca abierta y sin casi pestañear, note como unos brazos pasaron por alrededor de mis piernas levantándome en forma de princesa y no me di cuenta de que era Tim hasta que nos adentramos en la habitación donde yo había estado ingresada. Me sentaron en la cama y ellos se posicionaron a mi alrededor mirándome cada uno a su manera.

La noticia me sorprendió tanto que no me di cuenta de que esto podia ser peor de lo que esperaba, yo solo había estado con cinco hombres en mi vida, cuatro de ellos eran los hermanos Lahey  y el último fue de forma involuntaria y con solo decir su nombre me dan ganas de vomitar. Solo pensar que Luke podia ser el padre de la criatura que llevaba en mi vientre me quería morir. 

De cuánto estoy?- dije con la mirada al suelo porque no era capaz de mirarlos a la cara. 

De un mes aproximadamente- dijo Sky y su respuesta me alivio hasta un cierto punto porque sabía que el padre era uno de los Lahey y no el enfermo de Luke pero no quería que  mi hijo o hija viviera en un mundo lleno de peligros como en el que vivimos. Tenía a cuatro hermosos chicos con los que acababa de discutir y de los que me estaba dispuesta a alejar mirándome y esperando algo de mí.

Quien de vosotros es el padre?- dije 

Aun no lo sabemos pero nos haremos una prueba de paternidad pronto, aunque sea quien sea el padre no va impedir que los demás queramos a ese bebe que nace en ti como si fuera nuestro hijo- dijo Isaac con una sonrisa mirando mi vientre aun plano. 

Te queremos Irene y sé que hemos hecho las cosas de la peor manera, que te hemos mentido y que te hemos puesto en peligro pero te prometo que todo eso quedo atrás porque ahora tu Irene, el amor de nuestra vida llevas en tu vientre a nuestro bebe.- dijo Alec acercándose a mi  para acariciar mi cara suavemente, no sé en qué momento empecé a llorar pero las lágrimas caían de mis ojos sin parar y no podia hacer nada para que pararan. 

Ahora mismo solo quiero irme a casa o donde sea pero lejos de este hospital, allí hablaremos de todo y solucionaremos nuestras cosas.- dije apartando la mano de Alec bruscamente ya que aún estaba enfadada y con mi cabeza dando vueltas sin parar por esta última sorpresa de que voy a ser madre. Ellos me miraron serios y solo asintieron con la cabeza.

El viaje del hospital hasta nuestra nueva casa fue super incómodo. El coche está envuelto en un silencio donde se respiraba la tensión. Mis ojos estaban puestos en la ventana y una de mis manos estaba en mi vientre en modo de protección. Ahora no solo tenía que cuidar de mí vida sino que tenía que cuidar de otra vida que crece en mi interior y eso era lo más importante en estos momentos. 

Mi embarazo había cambiado algunas cosas obviamente no iba a separar a los Lahey de su hijo pero las palabras que había dicho en el hospital seguían firmes. Estaría con ellos solo por él bebe pero ellos me habían mentido y ya estaba harta de sus mentiras, los quería y me encantaba estar con ellos aunque a veces era bastante complicado pero es lo mejor. 

Baje del coche en cuanto llegamos a nuestra nueva casa, era sencilla pero bonita y bastante grande y como siempre apartada y solitaria del resto de seres humanos. Espere a que ellos abrieran la puerta y entre sin mirar a ninguno de ellos y en completo silencio. 

Cuál es mi habitación? - dije sería. Ellos me miraron sorprendidos.

Tenemos que hablar Irene, tenemos que solucionar las cosas mocosa-dijo Isaac intentándose acercar a mí pero yo me aleje.

No te acerques Isaac-dije con cara de poco amigos-Que este embarazada no cambia nada, me habéis mentido y las palabras que dije en el hospital siguen en pie. Me quedaré con vosotros por nuestro bebé pero nuestra relación se terminó-dije a punto de llorar porque en el fondo de mi corazón me mataba decir estas palabras pero debía ser fuerte y no decaer en mi decisión. 

No-dijo Tim completamente serio y sé que se estaba empezando a enfadar.- Tu eres nuestra y siempre lo serás. 

Ya no, ya no soy vuestra ahora soy mía, así que buscaros a otra a la que mentir porque yo estoy harta de todo esto-dije gritando y echa una furia con dolor en las palabras que decía porque no quería que estos cuatro chicos que tenía delante se fueran con nadie que no fuera yo pero tenía que ser fuerte. 

No queremos a otra, te queremos a ti Irene- dijo Alec rojo por la furia que sentía al escuchar mis palabras- Jamás vuelvas a decir eso porque no va a pasar, tú eres nuestra chica y a la única que queremos a nuestro lado. Has hecho que cambiemos a mejor y que dejemos de ser un poco menos crueles aunque no del todo porque es algo imposible está en nuestra naturaleza pero tú  has hecho que los cuatro estemos de acuerdo una vez en toda nuestra vida en algo. Los cuatros te queremos y para nosotros eres lo más importante. 

Si fuera lo más importante para vuestra vida no me hubieseis mentido. - dije llena de rabia a punto de estallar- Yo ya no quiero estar con vosotros, se acabó y os lo advertí una vez, si me volvíais a mentir o a poner en peligro esto se terminaba, así que ya está se acabó. - dije casi llorando.

No, y no- dijo Tim acercándose a mí y yo eche un paso atrás cada vez que él se acercaba porque sabía que Tim era peligroso cuando se enfadaba. Y me importaba una mierda si me hacía daño a mí porque hace nada había intentado acabar con mi vida pero ahora estaba mi bebé de por medio y tenía que protegerlo incluso de los salvajes de sus padres.

No te tengo miedo Tim, así que déjame tranquila y acepta de una vez que esto se acabó y que lo único que nos une en estos momentos es nuestro hijo-dije mientras mi espalda chocaba con la pared y el cuerpo de Tim me acorralaba porque ya no tenía más espacio para retroceder. 

Tu eres mía Irene, eres nuestra-dijo cogiendo mi cuello apretándolo de forma suave sin hacerme daño aunque por su cara podia notar que se estaba controlando para no apretar más ya que no quería hacerme sufrir. Y entonces me beso de forma salvaje como solía hacerlo él. No le devolví el beso aunque me moría de ganas, sus labios eran irresistible pero las cosas tenían que acabar y devolverle el beso no era lo mejor así que se me ocurrió una idea que podia matarme por la rabia de Tim. Le mordí el labio para que me soltara, lo más fuerte que pude. 

No vuelvas a hacer eso-dije mientras me limpiaba la sangre que salía de su labio y una sonrisa demasiado siniestra pero a la vez sexy salió de él, no estaba enfadado sino que todo lo contrario podia notar como sus ojos estaban llenos de lujuria y pasión . Se volvió a acercar a mí pero sus hermanos lo evitaron.- Donde está mi habitación? - volví a repetir de manera desafiante y perdiendo la paciencia. 

Arriba la última puerta a la izquierda-dijo Sky, pase por el lado de ellos sin mirarlos y subí la escalera rumbo a mi cuarto ya que estaba destrozada por todo lo que había pasado y en estos momentos sólo quería estar sola.

Entre a mi habitación y me deshice de toda mi ropa para darme una larga ducha y relajarme, quería dejar de pensar en todo lo que había pasado el día de hoy. Fue sin ninguna duda uno de los peores días de toda mi vida y mira que había pasado por cosas horribles. Primero esas horribles pesadillas con los asesinatos, luego las malditas voces en mi cabeza que casi me destruyen haciendo que me tire por la ventana del hospital y para finalizar la pelea con los Lahey a causa de sus mentiras. Lo único bueno el día de hoy es él bebe que está creciendo en mi en estos momentos.  

Una vez acabe de ducharme y estar un rato sumergida en el agua caliente me tumbe en la cama completamente desnuda ya que no tenía ganas ni de ponerme el pijama  y llore descargando toda la rabia que sentía y sacando todo lo que mi pecho estaba oprimiendo. Hasta que  de tanto llorar me quedé dormida y la oscuridad me invadió haciendo desaparecer todos mis problemas y todos mi pensamientos pero las pesadillas no me iban a dejar en paz y sabía que iban a volver en cualquier momento. 


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