ATRAPADA

JUEGOS PELIGROSOS

Me encontraba en un bosque, estaba oscuro y no veía absolutamente nada, tenia frio mucho frio no se como había acabado aquí, hace nada estaba en mi cama durmiendo tranquilamente junto con Abby aun me encontraba con el pijama puesto y era tan fino y estaba tiritando de frio. No sabia hacia donde ir, estaba perdida, mis piernas temblaban y no sabia como aun me mantenía de pie, caminaba y caminaba pero cada vez estaba mas perdida, solo se escuchaba el sonido de los animales. Escuche un ruido detrás de mi y me gire asustada, allí había alguien era una sombra, la sombra de una mujer, una figura que se me hacia familiar, cuando la figura se acerco a mi pegue un fuerte chillido, era ella, toda cubierta de sangre y con el cuello completamente rajado. Era Lisa.

Lisa: Irene, ellos van a ir a por ti, tienes que escapar, no te acerques a ellos son peligrosos, ellos me hicieron esto...

Irene: Esto no es real, no puede ser real, tu estas muerta, te suicidaste.

Lisa- Ella se acerco mas a mi y yo di unos cuantos pasos mas hacia atrás: No, yo no me suicide fueron ellos, ellos me mataron, no confíes en ellos.

Irene: Lisa, en quien no tengo que confiar ? Quienes son ellos?

Lisa: Ellos son... - Cuando Lisa me iba a decir el nombre de las personas que la habían matado, ella desapareció, la figura de Lisa se esfumo.

Irene: Lisa! Donde estas? Dime quien te hizo esto? - Desperté, estaba en mi cama y junto a mi se encontraba una Abby totalmente dormida. Todo había sido una pesadilla pero se vio tan real parecía que estaba en ese bosque con Lisa. Unas lagrimas se habían escapado de mis ojos, estaba sudando y mi corazón estaba acelerado parecía que se me iba a salir del pecho. Todo parecía tan real y mi cabeza solo podía pensar en una cosa: Y si Lisa no se suicido y realmente la asesinaron?

Eran las 4 de la mañana y después de la pesadilla no podía pegar ojo, estaba asustada y no podía parar de pensar en el asesinato de Lisa, si no me hubiese despertado ella me habría dicho quien eran ellos, los asesinos. Solo había sido una pesadilla pero y si era real y si Lisa me estaba mandando un mensaje en forma de sueño, se que sonaba como una loca pero ahora mismo no sabia que creer. Me levante de la cama, necesitaba un poco de aire fresco así que cogí un jersey y me puse unos pantalones largos y salí de la habitación.

Era una noche tranquila, no se escucha absolutamente nada y la luna brillaba como nunca la había visto, se veía preciosa. Hacia un poco de aire pero era agradable, empecé a caminar para ir al patio a sentarme, tengo que admitir que me gustaba el silencio pero de noche me ponía los pelos de punta porque ahora mismo si hubiese un asesino por aquí yo seria un objetivo muy fácil de matar. 

Caminaba tranquilamente hacia el patio, mirando para todos lados porque no quería que me pillaran los guardias. Cuando llegue me senté en un banco de piedra que estaba mas alejado para que así no me viera nadie, desde allí se podía escuchar algunos pájaros y algunos animales y eso me relajaba.

Ya llevaba aproximadamente una hora allí sentada, eran cerca de las cinco de la mañana cuando escuche una rama partirse, me levante del banco asustada y mire para todos los lados pero no había nadie, a lo mejor había sido un animal pensé, así que decidí volverme a sentar pero cuando me gire para ir hacia el banco allí se encontraba el, sentado en el banco y mirándome de una manera un poco siniestra.

Alec Lahey

Todas las noches era lo mismo, no podía dormir, me despertaba cada dos por tres y la única manera de poder dormir plácidamente era cazando, es por eso que solía salir de noche cuando todos estaban durmiendo a cazar, mis hermanos y yo éramos los únicos que sabíamos como salir del psiquiátrico, había un pequeño túnel que daba hacia el bosque. Normalmente a mi me gustaba cazar personas, se me hacia divertido ver como corrían y ver sus caras de terror cuando me veían aparecer o cuando intentaban escapar de mi pero aquí era imposible, así que cazaba animales no era lo mismo pero bueno pronto llegaría la cacería donde podría desahogarme con mi presa. Solo pensar en la cacería se me ponía dura como una piedra. Sali de mi habitación con la mochila y camine para ir al bosque cuando a lo lejos vi una figura sentada en un banco, me acerque para ver quien era y que hacia a estas horas despierto. Cuando estaba cerca de esa figura me sorprendí al ver de quien se trataba, era ella mi obsesión.