PESADILLAS

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Irene: A donde vamos- Pregunte mientras Alec me tenia agarrada de la mano y bajábamos las escaleras de su casa. Por fin después de tantos días pude salir de esa maldita habitación en la que llevaba encerrada pero tenia miedo, en realidad estaba cagada y es que tampoco sabia el motivo por el cual habían decidido sacarme de esa asquerosa pero bonita habitación. Me encontraba con el camisón blanco que tan poco me gustaba y piel estaba pálida y con unas grandes ojeras debajo de mis ojos como ya era costumbre. 

Estaba débil por la falta de sueño y es que aunque lo intentara no podia dormir mas de dos horas seguidas ya que las pesadillas se metían en mi cabeza. 

Alec: Es una sorpresa- Salimos de la casa y nos adentramos al bosque ya que su casa estaba rodeada de un gran bosque lleno de arboles enormes. Me dolían los pies ya que no llevaba zapatos y cada vez que pisaba alguna piedra o rama me mataba, notaba la mirada en la nuca de Tim ya que el se encontraba detrás de mi y cuando menos me lo espere note como el se acercaba mas y mas a mi hasta que me cargo como si fuera una princesa haciendo que Alec soltara mi mano y siguiera con su camino. Mire a Tim y el me devolvió la mirada y por un segundo pude notar como de sus labios aparecía una mini sonrisa que se vio adorable. 

Irene: Gracias- Fueron mis ultimas palabras antes de reposar mi cabeza en el hombro de Tim y cerrar los ojos haciendo que el sueño me ganara.  

PESADILLA DE IRENE: 

Oscuridad. Animales. Arboles por todas partes. Estaba completamente desnuda y tirada en medio del bosque, hacia mucho frio y lo único que podia ver a mi alrededor eran troncos y muchas hojas. Me levante lentamente por el frio que tenia, mi piel estaba congelada y sabia que como siguiera así iba a morir de una hipotermia. La oscuridad no me dejaba ver absolutamente nada, mi cuerpo dolía y mi cabeza no paraba de dar vueltas.   

Intente dar unos pasos para poder salir de este maldito bosque pero el mareo que sentía era horrible, así que me volví a sentar en el suelo a ver si de esta manera me podría sentir mejor para caminar. Cerré los ojos fuertemente para que la cabeza dejara de darme vueltas pero cuando abrí los ojos me encontré con una escena diferente, seguía en el bosque pero la oscuridad que me rodeaba se había marchado, mire para todos lados y cuando me di la vuelta y vi ese árbol delante de mi, empecé a chillar como una loca y las lagrimas en mis ojos no podían parar de caer, no podia ser real lo que tenia delante de mis ojos. 

En el árbol que tenia delante de mis narices estaban colgadas unas cabezas humanas pero eso no es lo peor, lo peor es que esas cabezas eran las de mis amigos del instituto psiquiátrico y las de mi hermano Newt. Y entonces cuando estaba a punto de pegar un gran chillido, desperté. 


Abrí mis ojos rápidamente con lagrimas, mi corazon bombeaba a gran velocidad y parecía que en cualquier momento iba a salir de mi pecho, los ojos me picaban y me costaba abrirlos debido a que los tenia hinchados de tanto llorar, me seque los ojos rápidamente sabiendo que solo había sido una horrible pesadilla y mire donde me encontraba. Pensaba que cuando abriera los ojos me encontraría en los brazos de Tim pero aquí no había rastro de los hermanos, me encontraba en una especie de cabaña muy rustica, yo estaba sentada en un sofá rojo y delante de mi se encontraba un chimenea muy bonita, las paredes estaban decoradas con fotos de los hermanos y salian sonriendo y de pequeños, tengo que admitir que se veían muy tiernos. Estaba observando las fotos cuando la puerta de la cabaña fue abierta y apareció Isaac. 

Isaac: Hola mocosa, por fin despertaste- Mientras se iba acercando a mi de manera lenta. 

El se planto delante de mi y yo agache la mirada para no verlo directamente a los ojos, el al ver ese acto cogió mi mentón y levanto mi cabeza para mirar mis ojos hinchados. 

Isaac: Porque lloras

Irene: He tenido una pesadilla- Dije con la voz temblorosa. El no dijo nada solo se me quedo mirando de una manera extraña, una mirada que nunca había visto en Isaac, como de ternura.  Su mirada me escaneo desde la cabeza a los pies hasta que sus ojos fueron a parar a mi labios y se fue acercando lentamente hasta unir nuestros labios en un beso suave pero a la vez salvaje. 

Isaac se separo de mis después de unos cuantos minutos y quedando aun cerca de mi y juntando su frente con la mía me susurro las siguientes palabras: VOY A MATAR TODAS TUS PESADILLAS IGUAL QUE MATARE A TODA PERSONA QUE SE ATREVA A TOCARTE.

ATRAPADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora