AMOR SANGRIENTO

1.2K 76 10
                                    


Los días pasaban y todo esto me estaba agobiando, estar encerrada en esta casa me estaba volviendo loca, hacia aproximadamente cinco días que mis pies no tocaban el exterior, cinco días encerrada en estas malditas cuatro paredes. Estaba agotada mentalmente, no comía, no dormía, no quería seguir viviendo de esta manera. Hace cinco días que no veo a los hermanos y eso me tranquiliza, desde lo que paso con Tim y sus manos en mi cuello tengo miedo estoy asustada. Tim me provoca una mezcla entre terror y a la vez algo de curiosidad pero mas de lo primero. 

Me encuentro en la cama leyendo uno de los libros que me ha traído una de las sirvientas que suele traerme la comida, leer me tranquiliza y me relaja hace que me evada un poco del infierno en el que estoy viviendo y aunque me encuentro débil y sin ganas de hacer absolutamente nada, leer me da paz y hace que mi mente viaje a otro mundo lejos de este. Mientras leía, escuche unos ruidos detrás de la puerta de mi habitación alguien la estaba abriendo, la verdad es que no le hice mucho caso ya que seguramente seria una de las sirvientas con mi comida ya que era la hora de comer pero cuando la puerta se abrió apareció una figura diferente que hizo que mi cuerpo temblara solo con su presencia, cinco días sin ver a ninguno de los hermanos Lahey y delante mío lo tenia a el: Isaac Lahey con esos ojos azules que hacían que mi corazon se acelerara en un segundo.  

Mis manos empezaron a sudar de la nada y a temblar sin parar, el libro que se encontraba en mi manos , se me resbalo por culpa del tembleque de mis dedos y cayo al suelo, mis ojos estaban puestos en esa sonrisa que Isaac tenia en la cara, yo solo me podía preguntar como alguien tan atractivo podia ser a la vez tan escalofriante. El se encontraba delante de la puerta con lo brazos cruzados y sin moverse, con esa sonrisa perfecta y tan siniestra, me miraba fijamente de arriba a abajo como si me estuviera inspeccionando. 

Isaac dio unos pasos en mi dirección, iba lentamente acercándose a mi y yo no me podia mover, estaba completamente paralizada mirando cada uno de sus movimientos. El se sentó en frente de mi en mi cama y su mano fue directamente a mi mejilla, su tacto hizo que toda mi piel se erizara y que mis manos temblaran mas de lo que lo hacían.  Mi cuerpo tenia un cumulo de sensaciones: tenia miedo pero a la vez me daba paz volverlo a ver y no me gustaba nada porque ellos no podían crear en mi buenas sensaciones, ellos eran unos monstruos, unos que quieren destruirme y verme completamente rota. 

Isaac: Te he echado de menos- Fueron las primeras palabras que dijo Isaac mirándome a los ojos. Yo me quede callada, sin emitir ninguna palabra, solo lo miraba. 

Isaac: Que pasa que estos días que no hemos estado aquí te has quedado muda ?- El se acerco un poco mas a mi y puso una de sus manos en mi rodilla mientras la acariciaba lentamente, mi mirada observaba su mano. Negue con la cabeza a sus palabras. - Pues parece todo lo contrario ya que no te he escuchado decir absolutamente nada desde que he entrado por esa puerta y no sabes lo mucho que he echado de menos tu preciosa y delicada voz, bueno en realidad he echado de menos todo de ti. 

Irene: Donde habéis estado?- Me anime a preguntar después de un largo silencio. 

Isaac: Me acabas de producir una ereccion solo con abrir la boca mocosa - Mientras se mordía el labio de manera sexy. - Bueno respondiendo a tu pregunta, mis hermanos y yo hemos estado preparando una sorpresa, bueno en realidad es una tradición familiar de la cual pronto te enteraras.- Mientras me guiñaba un ojo y se acercaba mucho mas a mi para pegar su frente con la mía. 

Isaac: Quiero hacerte mía en este mismo momento, llevo cinco días pensando en todo lo que te quiero hacer y voy a cumplir mis fantasías en este momento- Cuando menos me lo espere, Isaac me cogió y me tumbo en la cama colocándose el encima mío y con sus dos manos acorralando mis brazos por encima de mi cabeza.  

Irene: Isaac, estoy cansada. 

Isaac: Yo voy a hacer que te espabiles un poco, luego podrás descansar pero ahora mismo no.- Llevaba puesto un camisón blanco largo de pijama, la verdad que parecía salida de cualquier pelicula de terror porque entre lo blanca que era, la ojeras que tenias mis ojos y los pelos de loca que llevaba en estos momentos, la niña de la curva a mi lado daba risa. Isaac empezó a dar pequeños mordiscos y besos en mi cuello y no pude evitar soltar algunos suspiros de placer. 

Isaac: No sabes lo rico que sabes y hueles- Mientras susurraba en mi cuello. Sus besos fueron bajando hasta llegar a mis piernas, Isaac me quito rápidamente ese camisón tan horrible que llevaba puesto y me observo de arriba a abajo.- Estas mas delgada. 

Irene: Últimamente mi estomago se ha cerrado.- Isaac estaba colocado entre mis piernas y yo estaba casi desnuda, ya que solo llevaba mis bragas. El me miraba de arriba a abajo y me daba suaves caricias en mi cintura, se coloco completamente encima de mi y acerco su boca a mis labios rozándolos. 

Isaac: Cuando acabemos con esto, voy a pedir que te preparen algo de comer, necesitas fuerzas y mucho mas para lo que se viene pronto. 

Irene: Que va a pasar pronto?

Isaac: Es una sorpresa- Y no me dejo continuar hablando ya que su boca devoro la mía de una manera feroz, era un beso salvaje y muy intenso. 


Isaac Lahey 

Necesitaba sus labios, estos cinco días sin mi mocosa han sido eternos, ella es la única que hace que saque mi lado humano, mi lado mas dulce aunque no lo tenga mucho. Esta mas delgada que antes y eso no me gusta nada, ella necesita alimentarse y mas con lo cerca que esta la cacería. Mis hermanos y yo estamos preparando todo para que la cacería salga de 10. Mi dulce Irene no sabe lo que se viene pero a ella no la tocaremos pero hemos conseguido victimas muy jugosas, Irene también participara en la cacería  pero quien la encuentre ara otro tipo de cosas con ella ya que las otras victimas no tendrán tanta suerte. Lo que no se imagina nuestra mocosa es que las otras victimas las conoce muy pero que muy bien pero bueno vamos a lo importante. 

Tenerla aquí, delante de mis casi desnuda con esas bragas blancas la hacen ver un ángel, un ángel al que voy a devorar hasta que se convierta en oscuridad absoluta.   Mi boca devoraba la suya con mucha pasión, estaba necesitado de su boca y ella me seguía el ritmo como podia. Mi lengua jugaba con la suya de manera salvaje, mis manos bajaron lentamente hacia sus perfectos pechos que se ajustaban a la perfección a mis manos, me separe de su boca que se encontraba roja y baje mis labios hacia sus pechos lamiéndolos y mordiendo cada pedazo de ellos. Pequeños jadeos se escuchaban de Irene y eso me encantaba. 

Me quite hasta la ultima prenda de ropa que llevaba puesta quedando desnudo con una gran ereccion entre mis piernas y le arranque destrozando completamente esas bragas blancas que tanto me molestaban y sin avisar y sin que Irene se lo esperara la penetre de manera bestial haciendo que ella pegara un leve chillido de dolor. Mis movimientos cada vez eran mas rápidos y es que había deseado tanto este momento que verla así delante de mi me excitaba mas, el dolor de Irene se convirtió en placer lentamente, metía y sacaba mi miembro sin parar hasta que ella no pudo mas y exploto de placer haciendo que al cabo de poco yo también me corriera dentro de ella.    

Mi cuerpo se acostó al lado de Irene mirándola fijamente, estaba perfecta, su cuerpo estaba repleto de sudor y sus labios rojos, ella me miraba y la verdad que no sabría describir que pasaba por su cabeza. Le acaricie lentamente su cara hasta que ella empezó a cerrar los ojos y quedarse completamente dormida. 

Isaac: Pronto serás nuestra esposa- Dije susurrando. - Nuestra vida no es normal pero si vivimos felices a nuestra manera y tu mocosa perteneces a esa vida, has echo que cuatro asesinos y sadicos como mis hermanos y yo nos enamoremos hasta las trancas de ti, cada uno a su manera pero te queremos Mocosa. 


Capitulo corto pero intenso, la cacería esta cerca, quien creéis que serán las victimas?

ATRAPADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora