RECONCILIACION

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La puerta de mi habitación se abrió de golpe asustándome, mire en esa dirección y me encontré con la figura de uno de los hermanos Lahey mejor dicho con el único con el que no me hablaba, ese chico imponente de ojos azules.  

Alec: Tenemos que hablar- dijo el apareciendo de la nada en mi habitación como si tuviera prisa por hablar conmigo. 

Irene: Es de mala educación entrar en la habitación de alguien sin  tocar a la puerta- dije sin mirarlo ya que me encontraba en mi escritorio leyendo uno de mis libros. Note como suspiraba y sabia que lo hacia para no enfadarse y poder controlarse, seguramente este con los puños cerrados y bien apretados y es que lo conocía a la perfección. El ambiente estaba tenso bueno en realidad lo estaba desde el día de la pelea en el supermercado,  habían pasado unos cinco días de ese suceso pero todo seguía igual de mal con el porque no era capaz de reconocer sus errores y seguía pensando que lo que hizo era lo correcto. Aun estaba cabreada con Alec y llevaba estos días ignorándolo por completo para darle una lección por lo que había echo.  

Alec: Lo siento por entrar así pero necesito hablar contigo, es urgente.

Yo aun seguía sin girarme y mi mirada estaba puesta en el libro que tenia entre mis manos pero no le estaba haciendo ningún caso por la presencia de Alec en mi habitación que me ponía de los nervios aunque intentara mostrar una imagen de dureza . Pasos se empezaron a escuchar cada vez mas cerca de donde yo me encontraba y sabia que se estaba acercando a mi.  Lentamente note como unas manos se posicionaban en mi libro  cerrándolo de un golpe y le daba la vuelta a la silla en la que yo me encontraba sentada  para quedar enfrente de esa figura de ojos tan sexys. Yo no hable, ni me queje por haber distraído mi lectura porque quería ver que iba a hacer. Entonces el cogió mi mano y me levanto de la silla para el sentarse en ella y colocarme a mi encima de el abrazándome por la cintura, los dos solo nos mirábamos serios y ninguno  decíamos nada, estábamos mudos disfrutando del contacto visual hasta que yo decidí romper el silencio que se había creado porque no íbamos a estar toda la vida así.

Irene: Vas a decirme que quieres hablar conmigo o te vas a quedar callado todo el rato? Porque te advierto que tengo cosas que hacer y estar en silencio no es una de ellas. 

Alec: No suelo hacer estas cosas y cuesta mucho decir esto pero te echo de menos y quiero pedirte perdón- dijo mientras me daba suaves caricias en la cadera.

Irene: Casi lo matas Alec- dije sorprendida porque no me esperaba que Alec me pidiera perdón y que me dijera que me echaba de menos ya que ellos iban siempre de tipos duros por la vida y jamás pensé que se arrastrarían ante mi pero mi plan estaba funcionando a la perfección y en estos momentos tenia a uno de los Lahey en la palma de mi mano. 

Alec: Te estaba tocando Irene y nadie toca a mi mujer y se va tan contento- dijo un poco enfadado. 

Irene: Entiendo que este en vuestra naturaleza solucionar las cosas con peleas y violencia pero a mi eso no me gusta y tampoco me gusta que no me dejéis solucionar mis cosas yo sola, no necesito vuestra protección siempre, puedo  hacer las cosas por mi misma y no cada vez que este hablando con un chico significa que me guste esa persona o que yo le guste. También puedo tener amigos.- Dije mirándolo directamente a los ojos. 

Alec: Somos psicópatas, celosos compulsivos, nos gusta la violencia y hacer daño a la gente que se lo merece y no podemos cambiar porque como tu misma lo has dicho esta en nuestra naturaleza y cada vez que te veo cerca de un chico me hierve la sangre porque eres nuestra y de nadie mas. Hemos nacido de esta forma y moriremos de esta forma y no te queda de otra que aceptarnos así pero te prometo que desde que tu estas en nuestras vidas solo queremos hacer las cosas bien y amarte- Dijo mientras acercaba mas mi cuerpo al suyo y abrazaba mas fuerte mi cadera. 

Irene: Entiendo todo y se perfectamente que soy vuestra, de los cuatro porque yo lo elegí y me gusta estar con vosotros porque me cuidáis y me hacéis sentir especial en vuestro mundo de locura  pero lo que no me gusta es que no me deis libertad de hacer nada como si fuera un perro que tiene que estar encerrado. Lo único que os pido es  libertad y que dejéis de ser tan agresivos cada vez que haya algo que no os gusta porque hay cosas que se pueden solucionar de otra manera. Y Solo te voy a advertir una cosa mas  y no es ninguna broma, así que tómatelo enserio porque cuando yo digo una cosa la cumplo,  como vuelva a pasar otro episodio como el del centro comercial me largo de esta casa y no me volvéis a ver en vuestra puta vida, queda claro? - dije totalmente seria mientras que Alec estaba asustado y a la vez un poco cabreado por mi amenaza. 

Alec: Esta bien- dijo- Entonces me perdonas si o no ?- Yo no le conteste sino que me acerque a el para darle un pequeño beso en los labios aceptando así sus disculpas. Cuando hice ese gesto una gran sonrisa coqueta apareció en su cara.- Deberíamos celebrar que nos hemos reconciliado y yo se como- dijo mientras hundía su cara en mi cuello para comenzar a besarlo y a morderlo provocándome. 

Irene: No, ahora mismo no me apetece, estaba leyendo antes de que entraras y me apetece seguir con el libro- dije intentando apartarme un poco de el pero sin ningún éxito ya que sus manos apretaban fuerte mis caderas y no había manera de que me soltara por nada del mundo, sus besos pasaron de mi cuello a apoderarse de mis labios en un beso lleno de pasión que duro poco ya que Alec se separo un poco de mi para hablar.  

Alec: Ningún libro me va a impedir que me folle a mi mujer en estos momentos- dijo susurrando cerca de mi boca y levantándose de la silla conmigo en brazos para ir en dirección de mi cama. Robándome un pequeño grito cuando me lanzo a la cama de forma brusca y se posicionaba encima de mi para volver a unir mis labios con los de el. 

Se notaba que me había echado de menos ya que sus besos eran desesperados igual que los míos que tengo que reconocer que tantos días sin besarlo se me habían echo eternos y duros. Sus besos bajaron de mis labios a mis pechos y me quito la camiseta ancha de Isaac dejándome desnuda de cintura para arriba ya que no me había puesto sujetador y con únicamente el tanga puesto.

Sus manos manoseaban mis pechos y los lamian de manera sensual, pequeños jadeos salían de mis labios sin parar y es que la lengua de Alec hacia maravillas. Mordisqueaba mis pechos como si fuera lo mas delicioso de este mundo y fue bajando su lengua lamiendo cada parte de mi abdomen hasta bajar a mi zona sagrada donde con sus dedos acaricio por encima de la tela de mi tanga haciendo que gemidos salieran disparados de mis labios. Sus dedos dejaban suaves caricias que me estaban volviendo loca y es que me encantaba sentirme así de bien y disfrutar de mis hombres plenamente. Es que tener cuatros hombres que follan como verdaderos actores porno es un sueño que muchas chicas quisieran tener y encima cada uno lo hace a su manera y ninguno es mejor que el otro. 

Alec lentamente bajo mi tanga hasta quitármelo por completo dejándome desnuda ante sus ojos que me miraban con lujuria, dos de sus dedos se adentraron en mi zona intima haciendo que se me escapara un jadeo pero todo mejoro cuando Alec empezó a mover sus dedos a un ritmo rápido haciendo que mis piernas temblaran por sus magníficos dedos. El se separo de mi chupando los dedos que hace nada estaban dentro de mi. 

Alec: Sabes deliciosa- dijo mientras se quitaba los pantalones quedando al desnudo con una gran ereccion entre sus piernas- Te advierto que este polvo va a ser el mejor de toda tu vida- Y sin aviso ninguno se introdujo de una sola estocada dentro de mi y empezó a moverse de manera veloz, me penetraba duro y eso me encantaba y hiciera que mi calentura subiera a un nivel extremo. Me sentía tan bien con el dentro de mi que quería mas, mucho mas. Sus estocadas cada vez eran mas rápidas y duras y como siguiera a este ritmo sabia perfectamente que no iba a tardar en correrme y asi fue porque no pasaron ni cinco minutos cuando la gran explosión llego haciendo que los dos llegáramos a la vez, note mi zona intima caliente y como el liquido salía de ahí sin parar. Estaba cansada pero quería mas. 

Irene: Quiero mas- dije mientras me subía encima de el para cabalgarlo de manera salvaje y así empezar la segunda ronda hasta que mis piernas no puedan mas y es que esta había sido la mejor reconciliación de toda mi vida. 

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