¿Qué tal os ha parecido? ¿Se ha quedado bonito? :3 Espero que sí y que os guste mucho, tanto como a mí escribirlo. <3
El viaje en moto fue rápido, y condenadamente frío. Como había anochecido, la temperatura había bajado bastante, e ir con un pantalón corto me había dejado sin lugar a dudas, congelada.
Cuando me bajé de la moto miré hacia mi oscura casa y suspiré. Sin mi abuela allí, todo estaba apagado y la casa daba algo de miedo, pero seguía siendo mi casa y no tenía nada que temer.
Girándome, miré otra vez a Alex que se había bajado de la moto y miraba hacia mi casa con el ceño fruncido.
-¿Todavía no le han dado el alta a tu abuela? -preguntó él de forma seria. Yo negué con la cabeza algo incómoda. ¿Cómo le decía adiós, cuando realmente no quería que se marchase?- ¿Te vas a quedar sola?
Yo hice una mueca, y me crucé de brazos, intentando entrar en calor.
-Sí, no es la primera vez -le dije, mordiéndome el labio. Pasé mi mirada por su cuerpo de manera inconsciente y tuve que tragar saliva ante lo sexy que parecía.
Con los brazos cruzados sobre su pecho, me miraba con una ceja alzada y una media sonrisa, que parecía algo tensa. De repente, se metió la mano al bolsillo y sacó su teléfono. Segundos después estaba llamando a alguien.
-Mamá, soy Alex -dijo él, mirándome-. Sí, tranquila, estoy bien. Oye, no voy a dormir en casa hoy...-se quedó callado y escuchó la respuesta de su madre. Después bufó y añadió-: Joder, mamá, no quiero tener este tipo de charlas por teléfono... Me voy a quedar con ella porque está sola en casa. ¿Vale? -volvió a quedarse en silencio, y al final rió-. Tranquila mamá, no serás abuela hasta dentro de muchos años... Anda, adiós, te quiero.
Y colgó, dejándome con la boca abierta y muda. ¿Le acababa de pedir permiso a su madre... para quedarse a dormir en mi casa... Sin mi permiso?
-¿Y qué pasaría ahora si no te dejase dormir en mi casa, bruto? -le espeté algo molesta. ¿Por qué había dado por sentado que aceptaría que se quedase en mi casa?
Él se encogió de hombros y me miró con una media sonrisa.
-Porque sino, tendría que dormir en ese cómodo porche tuyo -señaló con la barbilla hacia la entrada de mi casa y luego rió-. Aunque tú no eres tan cruel como para dejarme dormir en la calle, ¿a que no?
Estuve tentada a mandarle a la mierda, pero el frío estaba empezando a hacerme temblar y mucho. Tiritando, le lancé una mirada cabreada y caminé hasta mi casa, con él a mis espaldas.
Idiota egocéntrico. Pensé mientras le dejaba entrar y cerraba la puerta. Encendí la luz del comedor, y cuando pasé delante de él, furiosa, lo escuché reír.
-No me puedo creer que te hayas cabreado porque quiera cuidar de ti -dijo él, siguiéndome hasta la cocina. Mientras, yo estaba sacando las cosas necesarias para hacer dos sándwiches. Cuando saqué el cuchillo del cajón y lo miré, él se calló, pero las comisuras de sus labios temblaban de la risa contenida. Cuando me giré, le oí susurrar-: qué carácter...
Mientras acababa de preparar los sándwiches, empecé a recordar la maravillosa tarde que había pasado hoy. A pesar del extraño comienzo con Christian, al final había resultado ser tan amable como todos los demás. Anastasia había sido muy simpática conmigo, al igual que Brandon y Ted.
Phoebe había sido la más enérgica y directa, preguntándome las cosas que los demás no se habían atrevido a preguntarme; me había divertido mucho con ella y con su hija, que a pesar de haber tenido celos de ella - todavía me avergonzaba decirlo-, me había caído realmente bien.
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Una luz para cada sombra. [Segunda temporada de Theodore Grey.]
FanficHabían pasado dos años desde el nacimiento del miembro más reciente de la familia Grey. Aria jamás pensó que su perfecta vida daría un giro tan inesperado, pero cuando su sexy y famoso marido comenzó a distanciarse de ella por razones desconocidas...