Una luz para cada sombra. [Segunda temporada de Theodore Grey.]

C. EXTRA [10]

Lunes.

Era lunes, lo que significaba que tendría que verle... otra vez. Contaba de forma desesperada la cuenta atrás que me llevaría de nuevo hasta él. Cerré los ojos mientras veía a través de la ventana del autobús como nos acercábamos a aquel infierno que llamábamos instituto.

En cuanto el conductor paró en la parada, el autobús se vació con rapidez y yo bajé suspirando. No estaba preparada para verle otra vez; ayer dejé el teléfono completamente apagado y sin ganas de encenderlo, porque sabía que acabaría llamándome y no estaba preparada para hablar con él.

Hoy, realmente, tampoco lo estaba.

-¿Qué te pasa Nadia? -me preguntó de pronto Sara, colocándose bien la mochila mientras entrábamos con rapidez al edificio-. Parece que tuvieras ganas de entrar y todo.

-Créeme -le respondí mientras tiraba de ella por los pasillos. Miraba a todas partes, deseando que sonara el timbre de una vez para que pudiésemos entrar a clases y no hubiese posibilidad de encontrarme con él-, las tengo.

Cuando estábamos a punto de llegar a nuestra primera clase, maldije. Apoyado en la pared enfrente de mi clase, estaba Alex. Tenía el ceño fruncido y miraba hacia el suelo mientras a su alrededor se encontraba Josh, Ylenia, Mark y su inseparable novia.

-Agh, y yo que pensaba que cuando comenzaréis a salir podrías alejarlo de esa chusma -dijo Sara mirando con desprecio a Josh. Yo tragué saliva cuando recordé la amenaza de él y me mordí el labio, apoyándome en la pared de la esquina para que no nos viesen.

Segundos después recordé la apuesta, y el corazón se me hizo añicos de nuevo.

-Sara... sobre Josh...-intenté empezar, pero cuando vi el dolor en sus ojos, supe que no podía hacerle esto a ella-. Nada, olvídalo... Es un hijo de puta que no vale la pena, ¿vale? No te acerques a él.

Ella tragó saliva algo sorprendida y asintió levemente mientras se asomaba de nuevo a la esquina.

-¿No vas a saludar a tu novio? -preguntó de pronto ella, pícara.

De repente, tiró de mi brazo y me sacó al pasillo. Cuando levanté la mirada y atravesé a Sara con la mirada, ella sonrió de forma inocente y tiró de mi mano hacia la clase.

Sin atreverme a levantar la mirada, escuché la voz sorprendida de Alex, que incluso parecía dolida.

-¿Nadia...? -preguntó él con la voz ronca.

Sin embargo, yo no respondí y entré en clase mientras oía la risa de Josh e Ylenia. También escuché la voz de Mark preguntándole algo a él, pero no pude escuchar lo que le decía.

Par de hijos de puta... Pensé con rencor mientras me sentaba en la parte trasera de la clase.

-¿Se puede saber por qué no le has comido la boca a Alex? ¡Lo tenías perfecto para joder a Ylenia! Esa zorra siempre ha estado detrás de él, ¿lo sabías?

Yo asentí levemente mientras sentía celos recorriéndome y suspiré mientras oía el timbre. Josh entró en clases y me miró con una sonrisa fría y aprobadora. Casi vomité cuando el enorme moratón del brazo empezaba a palpitarme.

-Sara... Alex me engañó -susurré mientras la profesora entraba en clase. La mirada sorprendida y confusa de Sara me atravesó-. Hizo una apuesta con Josh, Sara... Y el cabrón ha ganado.

* * * * * * * *

-Ese hijo de puta... ¡se va a enterar! -casi gritó Sara mientras salíamos de la tercera clase. Por fin tocaba descanso.

Yo la agarré del brazo mientras ella intentaba correr hacia el comedor en busca de Alex. Cuando ella se paró y me miró furiosa, yo tuve que cerrar los ojos con fuerza para no ponerme a llorar.