Capítulo 28

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Después de enviar el libro a la dirección indicada por Gawin fue a la empresa familiar, después de todo tenía que ir por reuniones y juntas con inversionistas y afinar detalles para el evento. Rápidamente le conto su padre lo que parecía ser una pista sobre su amigo tortuga, Ren amablemente lo escucho hasta el final.

- ¿Quiero ir a buscar a R.R?

- No pienso detenerte, pero hijo tu defecto es que eres impulsivo, ¿qué le dirás? No tenemos ni una pista sobre el niño que hoy debe ser un adulto...

- Le ayudare a encontrarlo, tal vez existe algún retrato hablado...

- Es increíble ¿no?, llevamos el mismo tiempo buscando a la misma persona – vio una carpeta sobre su escritorio – pero creo el destino, se ha encargado de los encuentros. – Deslizo la carpeta para que su hijo la tomara

- ¿A qué te refieres padre?

- Estoy interesado en hacer negocios con este hombre, quien casualmente vive en Dubái, de hecho, inyecto una fuerte inversión para la nueva línea de autos, su único capricho es que con nuestra tecnología y la inteligencia artificial que manejamos diseñemos unas alas robóticas, me dijo su asistente que el sueño de su nieto siempre a sido volar como las aves, ahora que tengo una nieta se que uno es capaz de todo por esos regalos de Dios.

- "Como el niño Sol" -sonrío ante el recuerdo de Arthit emocionado por hacer paracaidismo.

- Y su nombre es Rupert Roj.

- "R.R"

Arthit quien iba entrando con dos tazas de café retrocedió tan pronto escucho el nombre, entrego la charola a Pannin y fue directo al baño.

- Oye gato

Chayapol lo siguió, no solo por la indicación de Kongpop de cuidarlo de cualquier daño sino también porque la señora Urassaya estaba en corporativo y sabia de la acalorada discusión que tuvieron madre e hijo hace unos días.

- Gato ¿Estas bien? – Arthit estaba apoyado en el lavamanos con los ojos cerrados intentando no pensar en nada.

- Si – al escuchar la voz abrió los ojos y sonrío, pero la luz agudizo el dolor.

- Dime que duele para buscar el analgésico adecuado.

- La cabeza...

- Aquí tengo una – el asistente de la señora Urassaya también lo vio salir.

- No – Chayapol arrebato la pastilla.

- Sr. Chayapol, el malestar no es suyo...

- Esta bien, ya no me duele nada, volvamos al trabajo.

Los tres salieron del baño, el castaño fue el primero en salir masajeado su sien, se detuvo de golpe cuando vio unas zapatillas negras.

- Linda pulsera, nuestro diseñador personal hace trabajos maravillosos.

- Buen día señora – los tres se inclinaron para saludarla.

- Ya que mi hijo esta ocupado con mi esposo, sígueme hay algo que quiero hablar contigo. – Chayapol instintivamente se interpuso – mi oficina es de cristal puedes observar desde afuera, no le hare nada al protegido de mi hijo.

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