Muéstrame los colmillos y dime que me amas (Beastars)(Legoshi y tu)

71. Remember

"Legoshi"

MIs lagrimas caían en sus hombros y podía sentir como mi cola se movía de un lado a otro rápidamente por verla de nuevo. No quería separarme de ella, pero me daba miedo axfisiarla y dejarla sin aire alguno. Tras nuestra separación, sus manos me limpiaron las mejillas mientras me dejaba con una pequeña sonrisa pero llena de tristeza. 

seguía usando el vestido verde de la obra, estaba sucio y con una mancha de sangre, debió de limpiarse la boca con el mismo por lo pasado en la escuela, que aún la tenía con pequeñas manchas en su boca por la misma. Su pelaje blanco, estaba encrespado y lleno de puntas. ¿Donde estuviste antes de estar aquí?

─Lo siento, es solo que estaba preocupado─ ella volvió a sonreír, pero no hablaba, no sabía que decir o como decirlo ─____________, tus padres, Juno, el director... hasta Gouhim están preocupados por ti, hay que volver a la escuela─ aún estaba en mis brazos pero tras eso, se separó de mí mientra negaba fuertemente con la cabeza 

Reposo las manos en el barandal del lugar, evitaba mi mirada como si tuviera vergüenza de ella misma de sus acciones. 

─Por favor, tienes que volver o te expulsarán y si Bill da cargos en tu contra, la policía te buscará ─ nunca pensé en eso, aún si volvía todo seguirá igual de complicado 

Ella aún negaba con la cabeza depositando su fuerza en los fierros, su boca crujía por los dientes y lloraba desesperada. Noté sus demás gestos pero no decía nada, pero si tenía algo guardado. 

─____________... ¿Qué te pasa? ¿Porque no quieres volver?─ dije tratando de no presionarla

Se volteó a verme con los ojos hinchados y me acercó para ver la ciudad con sus manos heladas sin decir nada. Me preocupaba de que no hablase de nuevo, que nuevas decisiones se presentaron y que a base de ello... quedamos separados. 

─Jiyu...─ dijo sin avisar y sin verme aún ─Ese era su nombre...─ la tristeza la consumía ─Cuando nací, fui prematura de 2 meses. Mis alas estaban dañando a mi madre por dentro... tuvieron que operar de emergencia. En los ultrasonidos, poco a poco las mismas fueron tapando mi rostro, asustando a mis padres, como si fuese en vez de un bebé, un tumor. Luego, los doctores me tuvieron miedo, creyeron que no sobreviviría por mis patrones genéticos en la sangre eran demasiado fuertes para solo una bebé prematura que apenas sabría lo que me esperaba en la vida. Papá trabajaba para pagar los gastos del hospital y mamá pensaba en tomar la cirugía tanto parra ya no tener más hijos, como la que me quitaría las alas, según ella por mi bien para esta sociedad tan horrible... sin mencionar su depresión─  dijo mientras veían la ciudad, yo por otro lado escuchaba y sentía las ganas de preguntar 

─Y no lo hizo─ dije tratando de hacerla ver que seguía con ella 

─No, mi padre se lo pidió, de lo contrario hubiera muerto... crecí con la mentalidad que todos tenemos diferencias y secretos y con quienes compartirlos, además de ciertos tratamientos, la camiseta de por vida y de vez en cuando, terapia psicológica para mi y mis padres y aprender cómo sobre llevar mi existencia, pero nunca me enseñaron a controlar mis instintos como híbrida, siendo eso lo que le costó la vida a Jiyu─ 

Ella guardaba más secretos de lo que pensaba, nunca me espere menos o más, pero no podía negar que me impresionaba. 

─No tenía este instinto protector o de justicia antes, simplemente era una adolescente que se escabullía por la noches y he ir al pueblo o darme el lujo de disfrutar de mis alas─ Las vi por un momento, estaban plegadas y débiles ─Nunca nadie de mi otra escuela lo supo, solo ella. Era una gacela con quien compartí asiento de autobús durante cuatro años... era mi única amiga... y... luego de una actividad de la escuela... ambas, estábamos como ayudantes y nos quedamos hasta tarde... me preguntó porque siempre tenía dolores en la espalda y nada la convenció más que decirle la verdad─

─Le mostraste quien eres─ dije sutil 

─Y fue el peor error que pude cometer...─ 

─Pero, ella no tenía idea de lo que escondías─ dije como consolación

─No Legoshi, mi error fue confiar en ella y en que reaccionaría de forma diferente─ sus ojos estaban por desbordarse ─Gritó por ayuda, pero solo eramos ella y yo, traté de calmarla, pero termine rasguñando su brazo... era la primera vez que olía y veía la sangre... fue cuando perdí el control... no era yo quien la perseguía, si no un monstruo. La noche era fría y apenas veía lo que ocurría, en el campo de la escuela, ella tropezó y yo estaba en el aire dirigiéndome a ella... no podía entrar en razón ni aunque hubiese querido con todas mis fuerzas─ su voz volvió a quebrarse mientra sus palabras eran sollozos ─ Y ella rogaba por perdón y piedad, pero no podía escuchar con claridad... solo ese zumbido y el pensamiento de hacerlo de una mordida...─ 

Trató de limpiar sus lágrimas pero cada vez salían más y sin notarlo yo igualmente estaba con el agua en las mejillas. 

─La devoré. Asesine a mi única amiga... y todo el tiempo tengo pesadillas donde ella sigue rogando por perdón y me veía mi con el uniforme de aquella escuela ensangrentado y despierto de lo que pudo ser mi muerte por mi misma... Legoshi... no puedo volver y tampoco puedo dejar de recordar... lo único que quiero, es una vida normal─ sollozó fuertemente 

No sabía qué hacer para entonces, solo la veía con el alma partida y no se me ocurrió más que hablar. 

─¿Me creerías si te digo que yo también quiero lo mismo?─ 

─Por favor Legoshi, tu vida es una de las que más le tengo envidia─ dijo mientras me veía por fin 

─Mi mamá era mitad lobo y mitad dragón de komodo─ sus ojos se abrieron como platos ─Mi abuelo es el dragón, fui su consentido durante mucho tiempo y heredé lo más mínimo de ellos.. como los ojos si puedes ver─ 

"____________"

Su mamá una híbrida. Su abuelo un dragón de komodo... él... es casi como yo. 

─Vivimos dentro de esta sociedad llena de discriminación y me costó varias cosas al respecto─ dijo triste ─Fui reservado durante toda mi vida y mi madre no se dignaba a ser vista... solo, una noche, cuando tenía doce años... ella llegó a mi habitación y dormir conmigo... no sabía lo feliz que fue para mí─ dijo ahora él aguantando las lágrimas 

─¿Y dónde está?─ pregunté sin pensar 

─Ves esa estrella...─ dijo apuntando al cielo a una de la estrellas más notorias del cielo ─Es ella, o al menos eso me decía el abuelo... ella se suicidó luego de esa noche─ 

No pude decir algo más. Su madre estaba muerta y apenas siento que viví lo mínimo que la vida te puede golpear... pero perder a tu mamá... ni siquiera podía decir lo siento ante este chico. 

─Luego de eso, mi depresión e inseguridad fue más grande y... la relación con mi abuelo ya no es la misma, porque le eché la culpa de su muerte... a veces siento que fue mi culpa...─ su voz triste me quebraba ─¿Aún crees que eres la única que desea una vida normal?─ 

Ahora fui yo quien se abalanzó para poder abrazarlo, más fuerte de lo normal. Ambos estábamos dolidos luego de recordar el pasado y de nuestros legados. Ambos deseamos lo mismo... una vida normal y poder amarnos. Nada ha cambiado de él para mí y pensaba en como hacer de esta vida algo mejor para él. 

─Hay que irnos─ dijo en mi oreja que me estremeció 

─Solo.. quiero ir a casa, les diré a mis padres que estoy bien─ dije mientras lo veía cansada y él solo asintió con una sonrisa ─Legoshi...─ me vió de nuevo pendiente 

Mis manos tomaron su rostro y así acercarlo al mío y unir nuestros labios. No me importaron las palabras o de lo que pasó, sé que para ambos fue una tortura el no poder besarnos luego de nuestra confesión en el jardín. El por su parte gustoso tomó mi cintura para pegarme más a su cuerpo, mientras que sin querer solté un ahogado gemido, siendo esto lo que hizo que el ambiente se volviera más apasionado y lleno de deseo. 

Con mis mano recorrí su cuello y abdomen, sintiendo su nerviosismo y el corazón acelerados. Sin embargo el cliché de la falta del aire se hizo presente, nos separamos jadeando luego de aquello y me miró como pidiendo permiso de continuar. 

Si quisiera, en este lugar haría que él me arrancara el vestido y gritar ante la ciudad el nombre de este hombre, pero éramos conscientes y compliamos nuestras promesas. Era tiempo de esperar.