Muéstrame los colmillos y dime que me amas (Beastars)(Legoshi y tu)

13. Innoportune

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Ya habían pasado varios días donde lo único que pensaba era en la pajarita y como las autoridades se encargaron del carnívoro de sangre fría. Me pregunto ¿Cómo pagara el enorme plato que rompió?

Me costaba un poco concentrarme en el orden que iban los actos y la coordinación de los bailes que la obra incluía, hasta el profesor se preocupo por mi. Me dijo que mis movimientos eran perezosos y poco marcados, claro tuve que disculparme con el y con el grupo entero y especialmente con Juno, ya que con mucho esfuerzo consiguió el papel principal y yo estaba cortando las escenas de baile donde ella participaba. 

Juno me conocía perfectamente, ambas estábamos en un pequeño armario, yo con la mirada baja y ella dándome la motivación de siempre pero esta vez ella estaba, mas molesta que preocupada.

—Haber, ya paso bastante tiempo ____________, ya es hora de que dejes ir la situación y que sigas adelante ¡No puedes seguir así amiga! Ya estuvo bastante de tanto drama por lo que pasaste, eres fuerte, valiente y con  muy bonitos ojos para que se llenen de lagrimas a cada rato— dijo ella con todo reconfortante pero sabia que estaba molesta 

—Ya lo se Juno, pero te prometo que me esforzare en seguir con mi vida— dije con un sonrisa y viéndola a los ojos — Pero te enojes— dije y le di un abrazo 

El hecho de tenerla en mi vida me hace extremamente feliz. Ambas salimos del armario, listas para seguir con el ensayo. Estábamos a tan poco tiempo de presentar dos días seguidos. Di un suspiro y me llego una ola de calor lindo, no solo lo haría por la pajarita y por mi, si no también por Juno. 

—¡___________!— dijo una voz vigorosa

Me volví y estaba un alto y fuerte tigre de bengala frente a mi con las manos por atrás. Era obvio que algo se traía entre manos literalmente. Pero tenia esa sonrisa nerviosa y bonita que me daba cuando... ¿Acabo de admitir que Bill tiene una sonrisa bonita? 

—¿Cómo estas?— dijo con tono suave

—Bien, bien, gracias— dije con un suspiro en medio de la oración

—Pues, la verdad has estado bastante perdida en la luna y triste también por tus momentos vividos, así que... bueno... te traje esto— dijo extendiéndome una rosa con pétalos perfectamente abiertos hermosamente y sin espinas 

—Bill...— dije con un sonrojo pequeño pero notorio y con una sonrisa de labios 

—Me hubiera gustado darte el ramo completo pero solo conseguí una— dijo Bill algo desilusionado pero sin mostrarlo 

—Yo con una rosa soy feliz Bill, muchas gracias— dije de nuevo feliz y viéndolo a los ojos 

El lindo momento fue explotado por el profesor que necesitaba hablar con el enorme y fornido (pero no demasiado) tigre. Me dedico una sonrisa sincera antes de dedicarle su tiempo completo al profesor y sus observaciones de su papel de la obra. Mi nariz se deleitaba por el maravilloso olor que la misma rosa en mi garras desprendía. Ya lo había olfateado antes, esta rosa era del jardín que cuidaba Legoshi. 

Querido Legoshi... de a poco me vas robando los pensamientos, pero luego vienen otras razones, que una es la existencia del bonito corazón de Juno que esta soñando con algún día que tu seas de ella. Y la otra que es, el alma de Bill que yo misma le di un vuelco y dejo de ser tan egoísta y ahora solo piensa en como robarme la mía con lo que toda mujer desea, que es recibir flores. Además... ninguno de ambos machos sabe mis dos secretos, solo Juno pero apenas sabe que mis genes familiares son algo... especiales. 

El pensar eso en mi mente sentía como mis alas deseaban desplegarse, pero con todas mis fuerzas las deje en su lugar. Tome valor y seguridad para que el ensayo al igual que el día siguieran su curso.

(...)

—Juno, te espero afuera, tengo que hablar con el profesor— dije ya con mis cosas listas 

—Si, si, te alcanzo afuera— dijo despreocupada 

Habíamos vuelto al edificio de club de teatro por nuestras cosas y así poder irnos a descansar. Todos estábamos mas que muertos, pero la buena noticia, era que logramos ejecutar la obra como todos deseábamos. Hasta el mismo profesor nos felicito como 10 veces a cada uno del club. 

Iba ya preguntando a varios donde estaba el profesor y termine el enorme cuarto donde anterior ensayábamos, mas no había nadie ahí, solo el macho jardinero verificando lo eran unas luces gigantes. De hecho también quería verlo, ya que no le agradecí como yo suelo agradecer por darme aquel valor hace unos días. Sin quitar el interés mío en encontrar al profesor.

—Perdón, buscaba al profesor ¿No lo has visto?— dije casi gritando ya que el estaba al otro lado del cuarto y yo en la puerta  

—Am, si, solo que vino por unas cosas y se fue para el auditorio de nuevo— dijo un poquitín nervioso y dejo terminado lo que estaba haciendo mientras se colocaba la mochila en los hombros y se dirigió hacia la puerta para irse —Bueno, te veo mañana— dijo serio y frio 

—Legoshi...— dije evitando que se fuera y no quise que estuviéramos en la puerta así que lo jale algo lejos de la misma —La verdad también quiero hablar contigo— dije, mientras el me veía impresionado al mismo tiempo se sentía raro —No he tenido la oportunidad de, pues, agradecer como yo se por darme valor para así enfrentar lo que paso hace días y por acompañarme también— dije con tono dulce 

—No te preocupes, de verdad— dijo rascándose la nuca y algo nervioso

—¿Me dejas darte algo?— dije viendo la escena en mi cabeza y al mismo tiempos su cuerpo delegado

No dijo nada mas solo hizo una expresión que me decía si que necesitaba. Baje mi mochila del hombro y por un segundo dude en cambiar mi plan, pero el se merecía todo agradecimiento de mi parte por haberme dado fe y sabiduría y así no seguir atormentando yo misma mi propia vida. Me lance hacia el y su altura descomunal me hizo ponerme de puntitas y poder enrollar mis brazos en su cuello. Este abrazo era mejor que cuando lo vi en el jardín, era mas tranquilo y sin miedo. Pude sentir como sus manos algo grandes me tomaban de la cintura. 

Su loción, era fuerte pero con el la hacia suave y y seductora. Su corazón palpitaba nervioso pero el esta mas que tranquilo, al igual que yo, en mi vida hacia sentido lo que era la pasión en la sutileza de sus toques y el roce de nuestros cuerpos. Sentía como un lobo gris, nervioso, tímido y sensible; por tanto se convertía en un lobo apasionado, vigoroso y sumamente lleno de calor emitido por su corazón.  

"Legoshi"

No se en que estaba pensando, pero mi cuerpo decidió por mi y coloque mis manos en su cintura con tal de sentirla mas cerca de mi. Podía sentir como nuestras colas se movían de un lado a otro. Sentíamos la alegría recorrer por cada uno de nuestros sentidos y la paz en cada nervio existente en la anatomía lobuna. 

Podía oler su shampoo de piña, fresas y coco, al igual que su jabón de cuerpo olor vainilla. Quería tenerla aquí conmigo, abrazando a nuestras almas desnudas por la pasión que ella también sentía al estar cerca de mi. Ambos empezamos con suma felicidad hasta el punto de necesitarnos de todas las maneras existentes en este mundo. 

El hecho de sentir nuestros calores envolviéndonos uno al otro, era fenomenal, mas no duro como ambos deseábamos. La inoportunidad rompió nuestras burbuja de un solo pinchazo, haciendo que Bill entrara en la habitación buscando a la mujer que estaba enrollada en mis manos. Ambos atónitos, nos volvimos para ver la existencia del felino que por su cara no estaba nada feliz que estuviéramos juntos.