Muéstrame los colmillos y dime que me amas (Beastars)(Legoshi y tu)

63. Finish

"____________"

Era el último día de otoño y tenía que ser hoy un día sombrío, gris y nublado hasta la muerte, pero lo importante aquí es que mi desición estaba por ser complida y terminar con lo empezado. El día era potente cerca de la fuente, el sonida del agua cayendo me penetraba los oídos, no había otro sonido más que aquel. Los nervios me carcomía la cabeza y el corazón, pero no podía echar marcha atrás en esto. 

Revisé la hora, recordando el mensaje y el momento en que envié el mensaje...

"Tengo que hablar contigo, te espero en la fuente detrás del auditorio"

Suspiré pesado, me dirigí a una de las bancas del lugar mientras cubría mis brazos, hoy sería un día muy frío. Mis piernas temblaban por lo que pasaría después, era típico de mi persona que pensara tanto en el futuro, pero nuevamente me repetía YA NO HAY VUELTA ATRÁS. 

─¡Bonita!─ dijo él con su voz irritante 

Me dirigí a su presencia, la cual tenía una alegría inmensa. Era capaz de  recorrer cada pensamiento que él podía tener, como el hecho de que le pediría una disculpa, que tal vez lo bese buscando su perdón o puede que me follé en una de las bancas del lugar, lo que sería el primer pensamiento antes que el de los demás. Me dio algo de lástima el tener que romper sus sueños sucios y llenos de arrogancia en mil pedazos, pero era una decisión tomada. Fue un hecho que se acercaría a besarme pero igualmente que las marcas de su mejilla, le fue inesperado que yo no me dejara besar por él. 

─¿Qué te pasa?─ preguntó incrédulo 

Bien pude irme, pude no verlo, pude evitarme esto por completo y seguir igual como antes, segregados por caninos y felinos, como si nunca fuésemos nada, pero él no lo tenía en claro como yo, por lo que lo ví a los ojos con seguridad y decisión sin siquiera pensar en mis palabras o en las consecuencias. Su mirada seguía igual de arrogante y llena de preguntas del porqué de mi actitud y mis gestos fríos. 

Era capaz de recordar todo lo que pasamos (gracias cerebro, muchas gracias) y me di cuenta del cambio increíble a través de todo este año que pase con él. El conocerlo en una pelea en la cafetería, sus historias y chistes malos, las flores como una forma de detalles, cuando me besaba sin importar que nadie nos viese... la vez que me pidio ser su novia y montó un espectáculo entero, todo eso me llegó a dar una satisfacción inmensa, pero siempre existió esa culpa que hasta hoy, me ayudo a poder llegar a este momento y a este lugar. 

─Bill...─ suspiré, no pensé que terminar con algo fuese tan difícil ─Esto... esto ya no funciona, de hecho dejó de funcionar desde hace mucho tiempo y... yo ya no me siento cómoda estando contigo... así que es mejor dejar esto aquí, por el bien de ambos─ era una forma civilizada de decirlo ─Espero que... encuentres a la persona indicada─ siendo ese el final de mi argumento con tal de irme y conseguir aire a pesar del frío que hacía 

La mirada la tenía pegada al suelo, no lloraba, pero me encantaría saber qué estaba pensando o que al menos diera una señal de movimiento, pero no ocurrió. No estaba por mi mente darle una muestra de contacto físico como una forma de consolación y no pensaba dársela, pero si necesitaba una señal, pero ni se digno en darmela, solo seguía viendo el suelo, como si le hubiese congelado los músculos.

Lo hecho, hecho estaba. Terminé con alguien que estaba en mi vida en forma de daño. Lentamente me alejé de él con la mente en blanco y sombría respecto a lo que acababa de hacer por primera vez. Unos pasos me bastaron para poder escuchar un impulso de su parte para poder tomar mi antebrazo con brusquedad y hacerme verlo como una obligación. 

─¡¿Con quién te acostaste?!─ su voz era penetrante en ese tono 

─¡¿Qué?!─ pero no podía creer que estaba dispuesto a pensar que la razón por la que terminaba con él es por que me había metido con alguien más 

─¡Me quisiste ver la cara de imbécil, pero no bonita! ¡¿Con quien carajos fue?!─ insistía e insistía, mientras que yo solo buscaba una forma de controlar mis impulsos de poder escapar volando de él, pero no podía permitirme ese lujo ─¡¿Fue con el idiota de Legoshi verdad?!─ mierda

Su agarre era agitado por tratar de zafarme de este, no hasta que lo logré por incrustar mi pie en el suyo con mucha fuerza, como mis garras en sus brazos fornidos con tal de que me soltara, saliendo de su boca un fuerte gruñido. Su agarre al principio se resistió, pero fue mucha la fuerza de mis instintos los que usé en él hasta que me soltó y miraba las nuevas marcas que le había causado. Su mirada de sorpresa como en la del baño por la cicatriz de su cara, me atravesó por completo, pero yo hice lo mismo, no me dejé intimidar. 

─Esto se acabó─ dije enojada por lo ocurrido y salí del lugar de reunión 

El clima seguía frío y nublado, hasta notar algo diferente. Del cielo se dispersaron muchísimos y muy pequeños puntos blancos. Poco a poco se conjugaron en mí mientras iba avanzando al edificio de dormitorios, mi calor corporal los derretía al instante. Estaba nevando. El otoño fue rápido y llegó a su fin y era un hecho, como lo era el fin de un tigre y una loba.