"Legoshi"
La calidez de una mañana nublada se presentó sin avisar, la cama era más cómoda que la mía en los edificios de la escuela, las almohadas abrazaban mi cráneo, las sábanas eran cálidas y no tan pesadas, pero sentía un aire frío de ausencia al lado mío. Mis ojos se abrieron de pronto par confirmar que ella no estaba. Bostecé pesado y me restregué los ojos como un niño pequeño y terminar de despertar. Puse atención a entorno.
El sonido de la ducha no estaba presente, así que no podía estar tomando un ducha. Traté de escuchar pisadas u otros ruidos que me pidieran dar indicios de que estaba aquí en la habitación, pero escuchaba nada. Tal vez el hecho de no verla me confunde, puede que esté acostada el sofá o en la mesa.
Me levanté y el frío golpeó contra mí, era una bella mañana llena de neblina, además estábamos en un piso alto del hotel, así que se veía de una manera tan pacífica. El vestido estaba estirado en una silla en la habitación de la cama, al igual que mi ropa estaba doblada y el saco con el corbatín en una sercha. Ella tuvo que haber hecho eso, pero pudo también ser alguien del servicio del hotel, aunque es poco probable que entren cuando alguien está descansando. Sería muy descortés y poco ético de su parte, así que tuvo que ser ella.
Me dirigí a la fase central de la habitación y todo estaba igual, ni la pequeña mesa, ni lo sillones estaban desarreglados. Ya estaba bastante confundido. ¿La ropa arreglada pero sin nada que mover en la pequeña sala? Pero ya comenzaba a preocuparme.
Fui al baño, a la sala, abrí la puerta principal y vi por el corredor y no había nadie, comenzaba a pensar lo peor, pero trataba de pensar lógicamente. No pudo ser secuestrada, lo hubiera oído, no pudo salir volando, de hacerlo me hubiera avisado antes de ir por un paseo o la hubiera acompañado. Cálmate Legoshi, cálmate. No podía sacarme de la cabeza el día que todos la vieron, esa noche donde la busque como loco pensando que cometió una estupidez...
¿Se habrá... arrepentido?
En un hotel, cuatro paredes, semidesnudo y ella no está. Ella... no está...
Me senté en uno de los sillones tratando de contestar esa pregunta, solo podía pensar que no fui lo suficientemente bueno ni anoche ni nunca en nuestra historia. Nunca fui lo bastante bueno, no fui algo serio. ¿Esto es como una especie de karma? Antes deseaba tenerla en la cama y ahora ella deseaba eso. Pero eso no es lo que me duele... me duele el hecho de que no esté aquí conmigo aunque fuera una mentira.
Mis oídos reaccionaron ante como la puerta se abría y dejaba ver a la loba ártico. Envuelta en una bata de color corinto, estaba descalza y tenía la llave la habitación.
"____________"
─Corazón, creí que estabas dormido─ dije con una sonrisa, pero se levantó del sillón y me abrazó fuertemente. Podía sentir como sollozaba en silencio escondido en mis hombros y su cola no se movía. Estaba triste.
─¿Dónde estás? Creí... creí que te habías ido─ nunca lo había visto así, tan vulnerable ante la soledad, en muchos de los casos, los lobos o estamos en manada o estamos solos, pero él... detesta la soledad
─¿Qué? Pero, solo fui a pedir que no subieran el desayuno a la habitación─ dije mientras acariciaba su espalda para poder tranquilizarlo
─Lo siento... lo siento, yo...─ no podía explicarse y me rompía el corazón el verlo así de triste, solo por el hecho de pensar que yo podría llegar a dejarlo, cuando la verdad lo amo con todo el corazón
─Legoshi, una cosa te voy a pedir. Nunca vayas a pensar que yo te voy a dejar, porque prefería que me arranquen las alas, que dejarte solo─ dijo
─¿Porqué siempre eres tan buena conmigo, luego de todo lo que te he hecho pasar?─ preguntó inseguro
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Muéstrame los colmillos y dime que me amas (Beastars)(Legoshi y tu)
De TodoVives en una sociedad dividida en dos clases. Herbívoros y carnívoros. Ambos luchando por sobrevivir a base de los instintos y el miedo hacia la muerte, siguiendo con el ciclo de la vida. Pero tú, eres la manera en que la naturaleza animal dice que...