48. Shoot

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"____________"

Mientras abría los ojos, el dolor volvía pero es vez un poco más leve de lo que estaban en ese callejón. Ese era otro punto, no estaba en el callejón, era una habitación oscura con una luz bajo de mi, junto a el peso de unas cadenas y la incapacidad de mover la boca por el bozal en la misma. ¿Que diablos estaba pasando ahora?

Este día se suponía que debía de ser el mejor por ser el último, pero aquí estoy, en un lugar donde creo que moriré, no le di a Juno la dirección de mi casa para que me visitara, no le dije a Bill de mis secretos y mucho menos a mis padres que estoy dentro de la situación de ser una de las elegidas al premio Beastar. Al menos lo único que ya no siento es importancia porque me vean. 

─Vaya sueño que tienes bella durmiente─ dijo esa voz del callejón 

Lo vi, era robusto, fuerte, alto, así caracterizamos a los osos siempre, pero no que saben dar abrazos, sobre todo a los pandas. Al ver su rostro, puedo ver sus detalladas pero ya sanas cicatrices en el rostro. No me hice para atras o me asuste por su presencia, provocando en él confianza hacia mi y yo confianza en él. Se acercó a mí para tomar mi mentón y poder ver mis ojos, así que vi los de él, tenía ojos pero las manchas de los mismos de color negro los opacaban por completo. 

─Te quitaré el bozal y quiero que guardes silencio─ dijo mientras hacia lo que prometió

Obedecí a su petición, el hecho de estar aquí me quitaba el miedo, pero tanta fuerza me hacía sentir muy cansada y con solo ganas de ir y dormir. No tenía sentido tratar de escapar ahora, solo faltaba esperar a lo que pasaría ahora. Sin embargo tenía curiosidad de saber quién era este señor y porque me rescato de aquel callejón. 

Tomó asiento mientras en manos tenía un control conectado a una cámara con base. 

─¿Quien eres panda?─ dije dirigiendo mi mirada  hacía él de forma tranquila, pero me dolían los ojos

─Soy el guardia del mercado negro y me dedico a la medicina psicosomática, Gouhim para ser específicos, te haré unas preguntas niña─ dijo también con esa mirada opaca  ─¿Cúal es tu nombre?─ dijo mientras sin aviso tomó una fotografía, dejando que cayera al suelo 

─Soy ____________─ dije irritada por el flash tan fuerte que emitió la camará 

Silencio. No siguió con las preguntas hasta luego de un momento. 

─____________ ¿donde estudias?─ dijo sin tomar fotografía 

─En la escuela Cherryton─ dije sin expresión 

─¿Y dónde vives?─ dijo aún sin tomar fotografía 

─Con mis padres en un departamento─ dije sin dar demasiada información 

─Muy bien─ dijo tranquilo, parece que esta vez me tomara otra fotografía ─____________, ¿hace cuanto devoraste a un herbívoro?─ dijo 

Mierda. Su profesión hace que conozca los errores de los carnívoros. Mi error fue perder el control. No tuve respuesta, simplemente lo vi y mi mente me hizo una mala jugada. Grandes y específicos recuerdos de aquel día, me penetraban la misma. Jiyu no tenía la culpa de mi ser y como vine a este mundo, al igual que las pesadillas y dónde puedo verme en el mismo escenario, siendo un monstruo, un demonio proveniente del infierno buscando el perdón en una herbívoro. El miedo me carcomía y no podía soportarlo. 

"Muestrame los colmillos y ruégame porque te perdone"

Es lo que siempre me pide en cada una de mis pesadillas. No sabía qué decir ante su pregunta, no quería decir la verdad. Pero no me quedaba más que mentir. 

─Yo... yo...─ dije tratando de mentir, pero no podía 

─¿Hace cuanto devoraste a un herbívoro? Porque el hecho de que te desmayes en el mercado negro, significa que ya devoraste a alguien─ dijo aún esperando mi respuesta 

La fuerza se hizo presente en mis manos y espalda. Tenía razón, las náuseas al estar frente a un plato de gacela cruda fueron lo que me delató al principio de todo esto. Permitir que la saliva y las lágrimas en el callejón, me sumo puntos y por último para sacar mi nota completa fue dejar que los recuerdo y memoria me dieran a entender que ya no podía conseguir ocultar más mis genes. Pero, aún puedo evitarlo, aún puedo mentirme y mentirle a él, aún puedo ocultarlo... pero mi fuerza no podía. Al escuchar el crujir de las cadenas de las manos y como se desgarraba la chaqueta, no me habia dado cuenta que estaba de pie, las alas estiradas y los colmillos y garras fuera de mi. 

Nuevamente dirigí mi mirada pero más fuerte a aquel úrsido, sin embargo fue un momento donde el tiempo se detuvo otra vez para mí. Estaba enojada y lo sabía, pero se esfumó, esa ira junto a mis instintos y recuerdos simplemente desaparecieron, su mirada también había cambiado, pero no era de furia o de alerta por mi posición aunque la escondía con aquella ballesta apuntando justamente en el corazón. Era una mirada de miedo. 

No movía la ballesta de ese lugar,  ¿por qué no me dispara la flecha de una vez? No bastaba para él verme como a un monstruo frente a sus ojos. Ya no me importaba, me relaje y solté un largo suspiro, deje de estirar las alas en tal posición para dejar de tensarlas. Nunca me había percatado de que eran bastante grandes para poder abrazarme. 

─A principios del año escolar─ dije a secas pero con una mirada triste y bajo su ballesta 

Muéstrame los colmillos y dime que me amas (Beastars)(Legoshi y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora