Emperador Jeon

V E I N T E

Jungkook:

4 meses después.

Estaba en mis aposentos con mi Emperatriz recostada en mi cama, yo estaba a la altura de su pecho acariciando su estómago y tarareando una canción, era la primera vez que lo hacía y que sentía ese hermoso calor en mi pecho. Con la señorita Lee nunca tuve ese impulso de hacer algo cariñoso hacía el bebé que esperaba, pero con ____, con ella todo era diferente, todo me hacía sentir tranquilo y me hacía sentir especial, ella me trataba de una forma muy cariñosa y hermosa.

-¿En que piensas? -preguntó mientras acariciaba mi cabello.

-En muchas cosas... Una de esas es en el nombre de nuestro hijo -levanté la mirada y sonreí- O hija.

Ella hizo una mueca al último y se separo un poco dándome la espalda.

-Debemos orar para que no sea una niña -dijo y respiré hondo- Lo sabes.

-Lo sé, Emperatriz mía -bese su cabeza y la abrace de espaldas-  Pero a mi no me importa si es niña o niño.

-A mi si, debe ser un niño -regresó a verme- Pero sabes perfectamente que nuestros hijos deben ser niños para heredar una corona, yo no quiero traer una niña y que cuando sea adulta casarla con algún Rey, Emperador, Sultán o Jefe de tribu para mantener la paz.

-¿Mujer quien te dijo eso? -frunci mi seño- Si es niña jamás permítete eso.

-Jungkook -me miró y acarició mi rostro- ¿Dónde está tu hermana?

ª

Ya entendí... No quería hablar de eso, y ella lo notó porque se aferro a mi y me obligó a verla.

-No quiero hablar de esto -dije.

-Tu padre la mando a casar con el Rey de otro continente para mantener la paz y no entrar a guerra -la miré y tenía sus ojos llenos de lagrimas- Yo no quiero tener una hija y mandarla hacer eso para conservar el Imperio Jeon.

Me separé de ella bruscamente, tenía razón, si teníamos una hija y un problema social ella tendría que ir y mantener la paz, pero... ¿Tenía que mencionar a mi hermana?

-Debo hacer muchas cosas hoy -tomé mis zapatos y los coloque mientras hablaba enojado- Ve a descansar y mañana iré a buscarte.

-Jungkook yo no quería que... -bese sus labios y me separé de ella.

Salí de la habitación cerrando las puertas dejándola con la palabra en la boca.

Tal vez ella no me conocía lo suficiente para saber que me molesta cuando mencionan algunas cosas, una de ellas era mi hermana, mi pobre hermana quien con apenas 15 años fue enviada al Rey Ricardo tercero para mantener la paz en ambos lugares, desde entonces no e sabido de ella.

Tenía razón, una niña no conviene que esté en este Imperio, debe ser un niño.

-Majestad -levanté la mirada y observé a la Lee entrar a mi despacho- Tanto tiempo sin verlo.

La señorita Lee era una mujer muy linda, era una mujer llena de pureza y amabilidad, cuando la vi por primera vez me gustó al instante, pero no fue suficiente para olvidar a _____. Mi hermosa Emperatriz no se comparaba con ella, jamás podría olvidar a mi Emperatriz con algo tan fácil como otra mujer, jamás.

-¿Qué te trae por aquí? -pregunté tomando los pergaminos de mi estudio- Habla.

-Hace mucho tiempo que no nos hemos visto Majestad, ya más de 5 meses.

-He estado ocupado.

-Me enteré que la Emperatriz _____, esta embarazada, ¿cuantos meses lleva de gestación?