Me separé rápidamente de Seokjin pero sentí nuevamente un tirón de mi cabello, así que permanecí ahí. Nerviosa por la reacción de mi esposo.
-Majestad... No es lo que parece -dije rápidamente.
-¿Qué haces con mi mujer Seokjin? -dijo Jungkook acercándose- Suéltala.
-No es lo que piensa -dijo el Rey- Uno de mis anillos se enredo con su cabello, no puedo quitarlo.
Apenas me di cuenta de eso, así que por eso es lo que me dolía el cabello, ahora entiendo... Seokjin sabía que alguien podría entrar e ideó un plan.
Estaba muy agradecida con él por eso, porque si alguien nos hubiera encontrado así seria difícil de explicar, yo no podría estar con otro hombre que no fuera Jungkook.
Jungkook se acerca a nosotros y luego de varios minutos y ayuda a separar el anillo de mi cabello, se acercó rápidamente a Seokjin y lo tomó del cuello de su ropa, me acerque tratando de impedir algún golpe.
-¡Majestad! -dije tomando su brazo- Suéltelo por favor.
-No te quiero ver de nuevo con mi esposa -agitó el cuerpo del Rey- ¡¿Me escuchaste?!
Seokjin lo miró con una sonrisa torcida y sus ojos lo miraban con malicia, alzo las manos a la altura de su cabeza y se encogió de hombros restandole importancia a lo que dijo Jungkook.
-No puedo alejarme de ella -dijo el Rey- Siendo Emperador o no, yo no acatare esa orden.
-¿No estás escuchando lo que te digo? Ella está prohibida, es mía y si me engaña no solo tú sufrirás las consecuencias.
-¿Pero acaso me ve relacionándome con ella sentimental o físicamente? Soy su amigo, único amigo en realidad -Seokjin alejó las manos de Jungkook y emití un sonido de sorpresa- Si estoy con ella es porque su esposo se aleja dándole importancia a una concubina, ¿suya? Las acciones que hace su Majestad hace que la Emperatriz se alejé -me miró unos segundos para nuevamente mirar a Jungkook y alzó su pecho demostrando superioridad- Cuando la Emperatriz lo quiera puede tener a los hombres que ella quiera y cuando eso pase, no habrá ninguna ley que permita el asesinato de los hombres de su Majestad la Emperatriz. Se lo advierto, amenazar a un Rey de otra nación es muy grave, mi reino no está dentro de su Imperio por lo tanto yo no tengo que acatar ninguna orden.
Seokjin era muy inteligente.
Había olvidado esa Ley, la última mujer del palacio que uso eso, fue la primera Emperatriz de la nación, fue la primera y la última, pero sé hizo ley y desde ahí las Emperatrices que sigan en las próximas generaciones podrían tener a los hombres que quisieran así como el Emperador puede tener las mujeres que quiera, pero las siguientes Emperatrices jamás la usaron por sumisas y honorables, decretó 853, ley 180, artículo 1003: "La Emperatriz puede tener su propio burdel de consortes hombres a su disposición, siempre y cuando esto no interfiera en sus labores con la Nación y Emperador"
La ley no se ha usado en décadas y paso desapercida por mi.
-¿Qué estás diciendo? -dijo Jungkook y sonrió- ¿Acaso quieres robarme a mi esposa?
Seokjin sonrió e hizo una reverencia para luego acercarse a mi y besar mi mano para retirarse de mis aposentos, el ambiente era tenso, más porque Jungkook respiraba aceleradamente y sus hombros estaban tensos, no sabía si acercarme o no, hablar o no. Pero debo admitir que estaba satisfecha con lo que dijo Seokjin. Puedo usar eso a mi favor y destruir al Emperador como me ha destruido a mi, ¿quiere verme sufrir? Bien, dos pueden jugar este juego.
-No te quiero ver cerca de él -habló nuevamente, luego de mucho tiempo- Mantente lo más alejada que puedas, de lo contrario me harás enojar.
-¿Perdón? ¿Hacerte enojar? -sonreí de lado- ¿Crees que me importa un poco lo que sientas?
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Emperador Jeon
FantasiaFui entrenada para ser su esposa desde el día en que nací, estaba lista para todo, hasta para la traición de mi esposo, pero nunca estuve lista para perder. Mientras él creció en una mentira. Yo vivía en una. Haciéndonos daño el uno al otro.