D I E Z

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Cuando abrí mis ojos pude notar la calidez de mi habitación, tenía las rodillas vendadas junto con mi muñeca izquierda y una venda qué cubría toda mi cintura, no le tome importancia así que quite las cobijas de mi cuerpo y traté de levantarme.

-No te levantes -regresé a verlo- Tú tobillo esta inflamado, no te levantes.

-Namjoon... ¿Qué haces aquí? -miré a mi alrededor, ¿yo no estaba en el patio?- ¿Cuanto tiempo...

-Un día apenas.... Vine en cuanto me enteré -dijo acercándose y arrodillandose enfrente de mi- Alza tu pie -hice lo que me pidió y sus manos rodearon mi tobillo haciendo un pequeño masaje- Taehyung me envió una carta, él habló con el Emperador para que te perdoné la vida -me sentí incómoda y Namjoon entonces dijo- ¿Puedo preguntarte algo?

-Si... ¿Qué sucede? -apretó un poco más fuerte y me miró a los ojos.

-¿Qué estabas pensando al decir semejante estupidez?

Su voz cambio a una más gruesa y ahora sí podría decir que estaba enojado, alzó las cejas esperando una respuesta.

-La Dama Oh era inocente -dije y se me llenaron los ojos de lágrimas- Ella no merecía eso.

-¿Y creíste que diciendo que eras culpable la ibas ayudar? -agache la cabeza- Lo que hiciste fue estupido, innecesario y egoísta.

-Pero porqué... -me interrumpió.

-Estupido porque no había ninguna prueba de que la Dama Oh lo hiciera, y tu fuiste muy estupida y lo aceptaste, la palabra de una empleada cualquiera no se compara con la palabra de una Dama de la corte, así que no sirve en estos casos, innecesario porque debiste esperar a que alguno de tus dos hermanos o tu padre llegué y resolviera este problema, sin la necesidad de que alguien muera y egoísta. Porque tú pueblo te necesita y estabas a punto de morir por una decisión estúpidamente tomada -agache la cabeza y guarde silencio- ¿No vas a decir nada?

Negué con la cabeza, estaba muy avergonzada así que sorbí mi nariz aguantando las ganas de llorar, Namjoon apretó mi tobillo.

-¡AU!

-El Rey Kim Seokjin te ayudó -dijo haciendo que el dolor se me vaya- Cuando colapsaste él estuvo ahí y te llevo a tus aposentos. Pero igual que todos nosotros... Esta enojado contigo.

-¿Por qué debería estar molesto? -reclamé molesta- Fue algo...

-Ya te lo dije -me interrumpió- Por egoísta.

Se levantó y salió de la habitación, dejándome con un dolor en el tobillo, una sensación en el corazón y un sabor amargo sobre las cosas.

El Rey está aquí... ¿No dijo que se demoraría unos días?

(...)

Kim Seokjin:

Caminé apresurado por los pasillos hacía la habitación de la Emperatriz Viuda abrí la puerta sin pedir permiso, pero me quedé sin habla en cuanto entre. Imagínense mi sorpresa al verla con la cincubina Lee.

Hice una leve reverencia y sonrieron las dos, respondiendo mi saludo.

-Que linda sorpresa Majestad -dijo la Viuda- Tu padre viene hacia acá, ¿qué necesitas?

-Pues he venido por eso, yo no mande a llamar a mi padre y...

-Disculpe -habló la concubina- ¿No es usted muy joven para mirar a la Emperatriz madre directamente a los ojos?

Maldita.

-¿Y usted no está lo suficientemente estable después de casi haber abortado? -se quedó callada y la Viuda me miró enojada- Yo no he mandado a llamar a mi padre, puede explicarme el porqué va a venir -exiji.

Emperador Jeon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora