Inocente✔️

Capítulo 17

Este capítulo va dedicado a una persona muy especial que quiero mucho. Espero que te haga feliz saber que va dedicado a ti. Vendrán días mejores, ya verás🐨✨ JFuckBoy

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Al llegar a la mansión lo primero que hago es ir hasta la habitación de Hades para asegurarme de que esté ahí; a pesar de que no recuerdo muy bien lo sucedido en la feria, siento la inquietud y la necesidad de ver que está a salvo.

No entro, simplemente entreabro su puerta un poco y, al verlo dormido, vuelvo a cerrarla y voy a mi habitación con una aliviante sensación de tranquilidad.

Dos días pasan volando y ahora nos encontramos en el aeropuerto para recibir a Mara, Nathan y Alec. Ya la madre de Mara está fuera de peligro y pronto le darán el alta médica, así que ellos han regresado al ver que todo ha mejorado.

Veo a Mara salir del jet de Hades y corre hacia mí para abrazarme fuertemente; le correspondo de igual forma mientras sonrío feliz de tenerla de vuelta.

—Es bueno tenerte de vuelta en casa. —Digo y ella asiente.

—Sí, no sabes cómo te he extrañado, a todos. —Dice nostálgica y escucho las risas de Nick y Hades detrás de mí. Ambas volteamos a verlos y Hades habla.

—No sean dramáticas sólo han pasado tres días. —Ambas lo miramos con los ojos entornados y él da un paso hacia atrás con las manos en alto, rindiéndose.

—Déjalas en paz, Hades, en el fondo todos sabemos que también me extrañaste tanto así. —Bromea Alec y se lanza encima de Hades para abrazarlo mientras este intenta separarlo sin mucho esfuerzo.

Volvemos todos a casa en la camioneta de Nick; Alan y Nathan hablan sobre ir esta noche a un bar a las afueras del pueblo, así que en cuánto llegamos comenzamos a prepararnos.

Termino de bañarme y, justo cuando salgo del baño envuelta en una toalla, siento el sonido de la puerta de mi habitación cerrarse. Me volteo asustada y me cubro instintivamente.

—Lo siento, no quería asustarte.

Me relajo al ver a Mara al lado de mi cama con unas bolsas en las manos. Bajo las manos y sigo mi camino hasta el armario.

—Solo pensé que era otra persona, tranquila. —Digo mientras rebusco entre mi ropa. Escucho la risita de Mara detrás de mí y volteo a verla con el ceño fruncido.

—¿Pensaste que era tu amado Hades? —dice con su típica sonrisa pícara y yo ruedo los ojos.

—No, ¿cómo crees? Sólo pensé que podría ser cualquiera de los chicos. No me gusta que me vean así desnuda.

—No estás desnuda.

—Para mí es como si lo estuviera. —Defiendo y ella asiente.

—Te he traído esto. —Me entrega las bolsas y las tomo con curiosidad.

Al abrir una de ellas veo un hermoso vestido negro de cuero, aunque demasiado corto para mi gusto, como todo lo que me da Mara. Abro la otra bolsa y encuentro unos botines del mismo color, que deben llegan hasta las rodillas. Levanto la vista a mi amiga y ella me mira con entusiasmo, esperando mi respuesta. Se hace un silencio de unos minutos en los que solo miro de las bolsas a su rostro y ella solo me mira a mí.

—¿Y bien?

—Solo diré una cosa... No hay forma alguna en la que yo me vista así, ni ahora ni nunca. —Digo convencida de que no me lo pondré, es imposible.