Capítulo 19

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Capítulo dedicado a mi hermosa Sharit, feliz cumpleaños linda 🥳🥳 Te deseo un fabuloso día. Finalmente mayor de edad😎 ahora sí podemos irnos de fiesta por ahí.

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Es hora.

No puedes fallar, o puede costarte caro.

Esas frases siguen en mi mente como un eterno bucle. Esa voz familiar, tan suave y tenebrosa a la vez... El miedo se aloja en mi interior mientras corro por un pasillo gris sin fin, las blancas luces intermitentes del techo me dificultan la visión. No dejo de mirar hacia atrás, temerosa de que llegue a alcanzarme; en ocasiones, cuando las luces se encienden puedo ver la silueta de un chico, luego se apagan, y al volver a iluminar el pasillo, ha desaparecido. Pero sé que está ahí, puedo sentir su presencia cada vez más cerca, cada vez más peligrosa.

No queda tiempo, Amelia.

Hazlo ya.

De repente el pasillo se termina y caigo por un profundo agujero negro. Grito pero mi voz no sale, la presión en mi pecho es cada vez más fuerte y soy prisionera del pánico. Siento como todo mi cuerpo choca boca abajo contra algo suave, un cuerpo. Con manos temblorosas me inclino un poco hacia atrás para ver de quién se trata. Mi corazón late desbocado y las lágrimas no se detienen hasta caer por mi barbilla y chocar con el pecho de aquella persona. Cuando mis ojos recorren el rostro del chico, siento como todo rastro de temor desaparece al instante, pero mi llanto silencioso se hace más fuerte.

—Shh, tranquila princesa, ya pasó, estoy aquí. Nada te pasará, lo prometo. —La voz de Hades me reconforta mientras acaricia mi cabeza con delicadeza.

Despierto entre los brazos de Hades, que me canta una canción en lo que supongo que es Alemán; una melodía suave que se me antoja conocida pero no distingo de dónde. Últimamente he escuchado muchas canciones por los chicos, tal vez es una de ellas.

—Buenos días. —Murmuro con la voz adormilada mientras observo cómo me tiene rodeada completamente con sus brazos y, con una de sus manos, deja suaves caricias en mi cabeza. Estamos acostados en su cama, uno frente al otro, con mi cabeza pegada a su pecho y una de mis piernas por encima de su cintura.

Él detiene la melodía que canta y cuando levanto la vista para ver su rostro, me brinda una sonrisa tierna. Se inclina un poco hacia mí y deja un pequeño beso en la punta de mi nariz. Mis mejillas se sonrojan levemente y bajo la mirada un poco avergonzada.

—¿Estás mejor? Tuviste una pesadilla. —Susurra con preocupación y un deje de molestia en su expresión.

Me alejo un poco para incorporarme, pero un fuerte dolor en la cabeza me detiene y me hace caer nuevamente en sus brazos. Coloco las manos a los costados de mi cabeza y cierro los ojos por las molestas punzadas que siento. ¡Se me quiere explotar la cabeza!

—¡Ah! ¡Duele mucho! —Me quejo y él ríe por lo bajo.

—Eso te sucede por beber tanto, ahora tienes una buena resaca.

—No sé de que hablas, no bebí tanto. —Me defiendo de lo que dice, no recuerdo haber bebido tanto, así que recapitulo todo lo que hice. —Lo último que recuerdo es entrar al bar con los chicos, esperarte pero demorabas por andar con las chicas coquetas de las carreras —digo con una mueca amarga —, luego bajar a la barra y beber una de esas bebidas de colores, luego otra, y luego... —Me callo justo en el instante en que decenas de imágenes llegan a mi mente: yo bailando con personas que no conozco, bebiendo cerveza de un embudo; en el escenario con el animador, diciéndole traidor a Hades, flotando en los brazos de las personas del público, luego besando a Hades y durmiendo en sus brazos. —¡Oh por Dios! ¿Yo hice todo eso? —Pregunto avergonzada y Hades asiente divertido.

Inocente✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora