(Inglaterra–Actualidad)
AMELIA
«Max... Hades...»
«Todo va a estar bien, preciosa, todo va a estar bien».
—Max... Hades... —Abro los ojos con pesadez y veo el techo blanco del lugar donde estoy. Parpadeo para aclarar mejor mi vista y veo a dos ¿monjas? mirándome con preocupación.
—Que bueno que despiertas, Amelia, nos tenías muy preocupadas. —Habla la más joven pero yo aún me siento confundida y desubicada.
—¿Dónde estoy?.. ¡Max..! ¡¿Dónde está Max?! —Me incorporo rápidamente desesperada por mi pequeño. Un fuerte dolor de cabeza me ataca pero la preocupación es mayor. —¡¿Dónde está mi hijo?! —Grito hacia ellas y la más vieja me mira como si hubiese visto un fantasma.
—Amelia, cálmate, no tienen ningún hijo, eres una novicia, querida. —Habla otra vez la joven en un intento por tranquilizarme pero es en vano. Mi respiración es irregular y mi corazón late tan rápido que temo se me salga de la boca.
—¡No soy una puta novicia! ¡¿Dónde está mi hijo?! ¡¿Dónde está Hades?! —Grito con lágrimas en los ojos y veo que la más vieja baja la cabeza con pesar. —Mi bebé... —Susurro con la voz rota y caigo de rodillas al suelo.
—Sor Elizabeth, ¿podría dejarnos a solas un momento? —Escucho que dice y luego siento la puerta cerrarse. —Levántate hija mía, tu hijo está bien. —Coloca sus manos en cada lado de mis hombros y me ayuda a levantarme.
—No entiendo nada, Hermana. ¿Qué hago aquí? —Pregunto confundida intentando no desesperarme.
—Sufriste un colapso en medio del pasillo hace unas horas. —Explica y yo frunzo el ceño.
—¿Un colapso?
—Sí, luego de salir de mi oficina con las tareas que te encargué, te encontraron en el pasillo gritando y luego te desmayaste. —Como si de un tornado se tratase, regresan a mi mente todos los recuerdos de estos últimos años, el convento, la Madre Superiora, el orfanato, mi expulsión, los chicos, Hawái, Hades, Mara, Ángel, el jardín. Mi mente es un revoltillo de recuerdos, pensamientos, todos confusos y un orden del tiempo extraño.
—Yo... ¿En que año estamos?
—Julio del 2020. —Trago saliva y casi puedo sentir como mi corazón se rompe en pedazos.
—Yo... Yo... No puede ser... Él no pudo hacerme esto. —Me niego a creer que me haya dejado aquí sola por tanto tiempo y que ni siquiera me haya dicho nada. Me han visto la cara todo este tiempo cuando estuve en su casa.
¿Y para qué? Para nada.
Me levanto y camino hacia la puerta pero me detengo. Volteo hacia la Madre Superiora que me mira preocupada.
—Dame la dirección de su casa. —Pido y ella asiente. Rebusca entre mis cosas y anota en mi pequeña agenda de tareas la dirección y el número de teléfono de Hades. Tomo todo y salgo del convento como alma que lleva el diablo.
Agarro un taxi rápidamente y le digo al chofer la dirección de los chicos. En todo el camino no puedo dejar de pensar en lo que ha sucedido; los recuerdos del psiquiátrico cuando conocí a Hades, Alemania, Juliet, mi hijo. Me siento traicionada, y duele... Duele mucho saber que la persona en la que más he confiado en mi vida me haya hecho esto. Pienso en sus últimas palabras tanto en Alemania como aquí antes de dejarme en el convento hace unos días.
«Porque son mi familia no puedo dejar que esto siga y huir con ustedes. Debo asegurarme de que no nos busque más, de que ustedes estarán a salvo. Prometo que iré por ustedes en cuanto lo logre».
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Inocente✔️
RandomElla es una novicia que debe salir a vivir entre pecadores. Él es prófugo de un psiquiátrico... Ella es luz y él oscuridad... Pero dicha oscuridad es tan tentadora que pone a dudar hasta la más pura de las almas, haciéndola querer quemarse en el inf...