Capítulo 23

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Capítulo dedicado a Rebe🤗 Como te gusta más Hades que Francesco te dedico un capítulo de este libro. Espero que te guste y lo disfrutes🤍🤍

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(Inglaterra)

Cuatro años atrás

Dos semanas han pasado; dos semanas desde que entré a este lugar, desde que finjo tomar los medicamentos para luego botarlos por el retrete, yendo a terapias y soportando el ambiente caótico que me rodea, dónde a cada hora presencio los ataques de otros internos. ¿Y para qué? Para nada, en todo este tiempo no he logrado encontrar a Adrián Jones; he preguntado a más de la mitad de los hombres que están en este piso y ninguno se llama así. Es complicado averiguar, puesto que algunos son muy... sensibles, se exaltan rápido y cuesta entablar una conversación. Es lo que he hecho hasta ahora, conversar con cada uno de ellos y sacarles el nombre con disimulo, no puedo ir por aquí preguntando nombres así sin más porque sería sospechoso y no quiero que el asesino me encuentre antes que yo a él.

Espero que Ángel no se haya equivocado de psiquiátrico.

Salgo de mi visita a la doctora Victoria para ir a mi habitación. Mientras recorro los pasillos cada persona que encuentro me saluda animadamente; consecuencias de socializar con todo el mundo. En parte me alegra porque así no me siento tan sola, muchos de ellos son buenas personas y muy agradables.

—Y aquí viene la joya más preciada del piso tres. —Ruedo los ojos con una gran sonrisa en mis labios mientras me acerco al dueño de esa voz.

—Ya calla, pesado, no tengo culpa de que todos me amen. —Respondo y le muestro mi lengua de forma juguetona a Hades.

Desde el día que llegué ha sido la persona con la que más me he relacionado; al ser mi vecino de habitación siempre estamos juntos, comemos juntos, vamos a terapia juntos y nos escapamos de vez en cuando hacia el jardín del psiquiátrico, que por cierto, es hermoso. No sé mucho sobre él, nadie en el piso sabe su diagnóstico y no es de hablar en terapia; Hades es todo un enigma.

—Claro que sí, te la pasas hablando con cada uno de los internos aunque no los conozcas, te ven más a ti que a su psiquiatra. —Se burla y yo me encojo de hombros mientras paso por su lado para entrar a mi habitación.

—La envidia es muy mala ¿sabes? —Digo lanzándome a la pequeña cama que hay en el suelo. Toda la habitación es blanca y acolchonada, para los internos que quieran hacerse daño no lo logren.

—¿Para qué querría yo relacionarme con medio psiquiátrico? —Resopla él mientras entra y se sienta en la cama empujando mis pies para acomodarse.

—Para tener personas con las que hablar y no sentirte tan solo. —Respondo mientras me recuesto al espaldar de la cama y recojo mis piernas cruzándolas en posición de mariposa.

—Te tengo a ti, para mí ya es suficiente con eso. —Levanto la mirada y me encuentro con sus ojos cafés, tan oscuros e intensos. Mantenemos el contacto visual por unos segundos sin romper la electricidad que surge en el ambiente, mientras mi corazón se agita de forma inesperada.

Sus palabras crean un lindo calor en mi pecho, pero que es rápidamente remplazado por un sentimiento de tristeza al saber que en algún momento ya no nos veremos más.

—Yo no estaré para siempre aquí, Hades. —Susurro apartando la vista hacia mis manos entrelazadas en mi regazo. Siento como él se acomoda acostándose con la cabeza en uno de mis muslos. Levanta la vista a mis ojos y sonríe.

—Espero que no, pero mientras disfrutaré de tu compañía.

—Te molestaré tanto que aún luego de que no esté seguirás recordándome por años. —Bromeo mientras comienzo a trenzar su largo cabello castaño. Escucho como ríe por lo bajo y mi mirada va a sus parejos dientes. Tiene una sonrisa muy linda; es una lástima que no sonría mucho, solo lo hace conmigo.

Inocente✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora