Inocente✔️

Capítulo 26

Inglaterra

(Cuatro años atrás)

Mi madre me enseñó desde pequeña a tener fé en las personas, a no juzgarlas por su pasado y darles una segunda oportunidad a quien se lo merezca.

Tal vez eso la llevó a la muerte.

Yo siempre he seguido sus consejos, y por eso le he dado una oportunidad a Adrián de comenzar nuevamente. Espero no tener el mismo destino que ella.

Ahora me encuentro preparando las maletas, hoy viajaremos hacia Alemania. Yo iré por fuera mientras él irá escoltado por guardias para que no escape. Será un traslado de psiquiátricos, pero él tiene un plan.

—¿Ya tienes todo listo? —Me sobresalto al escuchar su voz en mi oído.

—¡Dios, Hades, un día de estos me provocarás un infarto! —Digo con la mano en el pecho. Él ríe por lo bajo y me abraza por detrás.

—Perdón, la próxima vez avisaré desde mi habitación que vengo en camino. —Se burla y yo ruedo los ojos. Me volteo y paso las manos por su nuca.

—Muy chistoso. Esa gracia te costará cargar mis maletas hacia el taxi. —Digo con una sonrisa y él me roba un beso.

—Las iba a llevar de todas formas. —Se separa un poco y me ayuda a cerrar la maleta.

Han pasado cinco días desde que me contó lo de mi padre, desde entonces apresuró los trámites para el traslado y ahora debemos irnos.

—Vamos, tu vuelo sale en pocas horas. —Dice mientras lleva las maletas y sale de la habitación. Caminamos por el pasillo hasta el ascensor mientras me despido de cada uno de los internos.

—Estoy un poco nerviosa, nunca he ido a Alemania y no sé hablar el idioma. —Me sincero cuando llegamos al primer piso. La psiquiatra le ha dado permiso a Hades para que me acompañe a la salida.

—Tranquila, no irás sola. —Frunzo el ceño al escucharlo, no sabía nada de eso. —Te presentaré a mi hermano. —Me detengo en seco.

—¿Hermano? ¡¿Tienes un hermano?! —Exclamo incrédula y él me hala para que no grite en medio de los internos.

—No es mi hermano, pero es como si lo fuera, es mi primo y mi mejor amigo. —Explica mientras salimos a la calle. —Él te llevará hasta Alemania.

—De acuerdo.

Escuchamos el claxon de un auto y volteo a ver hacia un descapotable rojo que está a unos metros. Un chico joven nos hace señas con las manos.

—Ahí está. —Dice y me lleva hacia allá.

Se saludan con un efusivo abrazo y luego Hades voltea hacia mí.

—Amelia, este chico flacucho que ves aquí es mi primo Alan. Alan, está hermosa e intocable chica es Amelia. —Nos presenta y Alan viene hacia mí para abrazarme. Me sorprendo un poco pero le correspondo.

—Un gusto, Amelia. Pensé que este momento nunca llegaría, mis esperanzas de que Hades fuera heterosexual eran muy bajas. —Susurra esto último y yo río por lo bajo. Alan tiene unos hermosos ojos verdes y el cabello negro.

—Ya deben irse, los alcanzaré pronto. —Dice Hades y le entrega la maleta a Alan, quien la guarda en los asientos traseros del auto. Se voltea hacia mí y toma mis mejillas. —Ten un buen viaje, nos vemos en unas horas, preciosa.

—Tú también, ten cuidado. —Respondo y él se inclina a besar mis labios.

Se despide de Alan para luego irse de vuelta al psiquiátrico. Entro al auto con mi nuevo compañero y vamos directo al aeropuerto. Todo el camino hablamos sobre trivialidades y hace muchas bromas, es un chico muy agradable. Una hora más tarde ya estamos sobre el avión privado, que no tengo idea de quién sea, y emprendemos el viaje hacia Alemania.