Estaba oscuro cuando llegó a casa. Sucio y un poco dolorido, asomó la cabeza por la puerta de la biblioteca antes de subir a sus habitaciones. Había visto el coche de Nam aparcado ante el edificio.
-¿Trabajas hasta tarde? -le preguntó.
-Sí. ¿Tú también?
-He pasado un día asombroso. El mejor de mi vida. Voy a subir a asearme y luego devoraré la cena.
-¿Quieres compañía? Tengo un par de cosas que comentarte.
-Claro, sube.
-¿Has estado jugando con la tierra?
-La mayor parte del día. Emergencia de jardinería. -Le sonrió por encima del hombro mientras empezaba a subir la escalera-. Es una amiga a la que visitan inesperadamente sus parientes, una mujer con tendencias pasivo-agresivas que necesita estar siempre en una posición de superioridad con respecto a los demás. El resultado ha sido un día muy beneficioso para mi negocio y muy gratificante para mí. -Entró en el baño mientras se quitaba la camisa-. Hacía mucho tiempo que no me dedicaba en serio al diseño y el paisajismo. Casi había olvidado lo mucho que me gusta hundir las manos en la tierra y crear un jardín.
Se iba desvistiendo mientras hablaba. Con desenvoltura, arrojaba las prendas al cesto y se inclinaba para abrir la ducha y probar la temperatura del agua.
Entretanto, Nam estaba en el umbral, escuchándolo.
-Gran parte del terreno era virgen, con un gran potencial. Debería sentirme culpable por cobrarle cuando lo he pasado tan bien... pero no me siento culpable. Nos lo hemos ganado.
-¿No solo tú?
-Tuve que llamar a la tropa. -Entró en la ducha-. Llevé a Yoongi conmigo, y más tarde Jungkook y Taehyung acudieron como refuerzo. He trazado un precioso jardín de plantas perennes para todas las estaciones del año. Ahora tiene un aspecto muy bonito, y dentro de pocas semanas florecerán los primeros lirios amarillos y el índigo silvestre; luego aparecerán la espirea y la adenophora, la salvia de prado y la dedalera. Yoongi ha colocado una espléndida clemátide violeta en una espaldera de cobre y ha añadido un trío de hortensias. Entonces, cuando ha llegado Jungkook... -Se interrumpió y asomó la cabeza, con el pelo goteando-. Te estoy matando de aburrimiento.
-En absoluto. Puede que no sepa de qué me estás hablando, pero no me aburro. Pareces un coche con el motor acelerado.
-Exacto. Mañana por la mañana iré a dar los toques finales y a presentarle la última factura. Puede que se desmaye, pero dejará boquiabiertos a sus parientes.
-Por cierto, no me diste ninguna respuesta sobre aquella planta para mi piso. Ya sabes, lo del feng shui.
-No, no lo hice.
Él esperó cinco segundos, pero no oyó más que el sonido del agua. Se echó a reír.
-Supongo que esa respuesta es suficiente. Soy bastante inteligente y responsable, ¿sabes? Podrías enseñarme a cuidar de una planta.
-Posiblemente, pero no tienes buenos antecedentes, Nam. Podríamos hablar de un período de prueba. He amenazado a Cissy con matarla si no mantiene como es debido lo que he hecho en su jardín. La he oído hablar con Jungkook, para que vaya dos veces al mes a ocuparse de todo. Y eso está bien. Deberíamos ser conscientes de nuestras limitaciones.
-La riegas, la pones al sol. Esas cosas puedo hacerlas.
-Como si eso fuera todo. ¿Quieres darme una toalla? -Cerró la ducha, tomó la toalla que él le tendía y empezó a secarse-. Hemos estado tan ocupados que apenas he podido pensar en nada más. Además, la boda de Taehyung está a la vuelta de la esquina, y sé que hay cosas que requieren mi atención en este proyecto.
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Rosa Negra²
ParanormalRico, independiente y con hijos ya mayores, Kim Seokjin ha renunciado a sus cuarenta y un años a volver a amar. Su negocio y la gran amistad que lo une a Taehyung y Jimin son ahora su vida. Hasta que el secreto que alberga su casa lo obliga a pedir...