-Qué emocionante es esto. Es como una novela de espías. -Jimin se balanceaba sobre las puntas de los pies, mientras, en compañía de Jin y Tae, subía en ascensor al apartamento de Kim Clarise-. Quiero decir que nos hemos pasado la mañana en la manicura y la pedicura, y por la tarde vamos a la caza de documentos secretos. Es apasionante.
-Di eso más adelante, si nos detienen y pasamos la noche en el calabozo - replicó Taehyung-. Si mañana tengo que casarme con Jungkook a través de los barrotes de una celda, voy a cabrearme de veras.
-Te dije que no vinieras -le recordó Jin.
-¿Y perderme esto? -Taehyung aspiró hondo para serenarse y salió del ascensor-. Puede que sea nervioso, pero no cobarde. Además, Jimin tiene razón. Esto es emocionante.
-Entrar en el apartamento atestado de muebles de una vieja refunfuñona y llevarme lo que me pertenece, no me parece tan emocionante. Jane podría haber sacado los cuadernos ella misma y habernos ahorrado el viaje. Ya estamos bastante ocupados con la boda de mañana.
-Lo sé, y te agradezco mucho que nos hayas dado el día libre para que pudiéramos arreglarnos. -Obedeciendo a un impulso, Taehyung besó a Jin en la mejilla-. Después de la boda trabajaremos el doble, para compensar.
-Es posible que deban hacerlo. Ahora recemos para que esa vieja esté fuera, haciéndose la permanente, como nos han dicho, o esto se pondrá feo.
-No esperarás que se armen problemas, ¿verdad? -empezó a decir Jimin, pero la puerta se entreabrió y Jane miró a través de la abertura.
-Yo... solo te esperaba a ti, primo Seokjin no sé si deberíamos...
-Trabajan para mí. Son amigos. -Sin dar tiempo a más titubeos ni preámbulos, Jin empujó la puerta y entró en el piso-. Jane, éstos son Jimin y Taehyung. ¿Has hecho el equipaje?
-Sí, no tengo gran cosa. Pero he estado pensando que se enfadará mucho cuando vuelva a casa y descubra que me he ido. No sé si debería...
-Este lugar está tan horrible como siempre -observó Jin-. Este olor a lavanda es nauseabundo. ¿Cómo puedes soportarlo? Ahí hay una de nuestras pastoras de Dresde, y ese gato de Meissan y... a la mierda. ¿Dónde están los diarios?
-No los he sacado. No me parecía correcto...
-Bien. Dame la llave, muéstrame el lugar y yo los tomaré. No perdamos tiempo, Jane -añadió Jin cuando vio que la chica permanecía inmóvil, mordiéndose el labio inferior-. Te está esperando un nuevo apartamento, y un nuevo trabajo en el que empezarás el lunes por la mañana. Puedes aceptarlos o dejarlos, tú decides. Pero no voy a salir de este apartamento que apesta a lavanda sin lo que es legalmente mío. Así que o me das la llave o lo revolveré todo hasta que encuentre lo que busco.
-Dios mío. Estoy mareada. -Jane se metió la mano en un bolsillo y sacó una afiligranada llave de latón-. El escritorio está en su dormitorio. En el cajón de arriba. -Pálida como la cera, hizo un vago gesto-. Se me va la cabeza.
-Deja de mortificarte -le dijo Jin-. Tae, ¿por qué no ayudas a Jane a recoger su equipaje?
-Claro. Vamos, Jane.
Confiando en que Taehyung dominaría la situación, Jin se volvió hacia Jimin.
-Vigila la puerta -le ordenó.
-Joder, menuda diversión. A hacer de vigilante.
Riéndose a su pesar, Jin se encaminó al dormitorio de Clarise. También allí olía a lavanda, con un trasfondo de violetas. La cama tenía una cabecera de seda dorada y estaba cubierta con una colcha antigua que, como Jin bien sabía, procedía de la mansión Kim, lo mismo que la mesa auxiliar junto a la ventana y la lámpara modernista.
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Rosa Negra²
ParanormalRico, independiente y con hijos ya mayores, Kim Seokjin ha renunciado a sus cuarenta y un años a volver a amar. Su negocio y la gran amistad que lo une a Taehyung y Jimin son ahora su vida. Hasta que el secreto que alberga su casa lo obliga a pedir...