Capítulo 2: Amante.

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La incertidumbre de quién sería la amante de Matthew me invadía, no pude dormir bien sabiendo que otra mujer estaba en el Penthouse,¿por qué había llegado antes? ¿Quién demonios era esa tal Isabel Bayer? No quería salir de mi habitación, aunque mu...

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La incertidumbre de quién sería la amante de Matthew me invadía, no pude dormir bien sabiendo que otra mujer estaba en el Penthouse,¿por qué había llegado antes? ¿Quién demonios era esa tal Isabel Bayer? No quería salir de mi habitación, aunque muera por curiosidad. De vez en cuando puedo escuchar una voz femenina, su voz se escuchaba muy suave, pero a la vez es muy irritante tanta suavidad.

Agarró la manilla helada de metal, abriendo la puerta, debo conocer a esa mujer, no importa como sea, vivirá junto a mi durante un año así que al menos debo conocerla. O intentar conocerla.

Salgo de mi habitación, caminando hacia la sala, en ese momento me encuentro con una mujer de estatura promedio, cabello castaño oscuro, con tez blanca y una gran belleza.

Definitivamente no es nada parecido a lo que me imagine que Matthew elegiría.

Aquella chica sonríe inocente mostrando una gran sonrisa.

—Evelyn, que bueno que saliste de tu habitación, te quería presentar a alguien, —habla Matthew al notar mi presencia, rodeando la cintura de la chica con su brazo —Ella es Isabel Bayer.

Trate de hablar, pero las palabras no salían, trague duro intentando sonreír.

—Hola...—saludo forzosamente con una leve sonrisa curvando mis labios.

—Mucho gusto señora. —Saludo con su voz angelical

No puedo creer que me haya dicho señora. Aprieto los dientes.

—Bueno, es una lástima que no pueda quedarme más tiempo con ustedes. Ya se me hizo tarde, pero Isabel esta es tu casa de todas maneras.

Matthew no te atrevas a dejarme sola con ella.

Matthew dejó un beso en mi cabeza, hizo lo mismo con ella. Realmente se iría y me dejaría con su amante. No quería seguir viéndola, su sonrisa de oreja a oreja me estaba dejando ciega. Di media vuelta y me fui a la cocina, necesito comer algo o me moriré muy pronto.

Creí que tendría una mejor mañana.

Escucho el elevador cerrarse al llegar a la cocina, oficialmente estoy sola con la amante de mi esposo, que divertido. Suspiro, abro la nevera buscando que podría comer, pero me detengo cuando vuelvo a escuchar el ascensor abrirse.

—¿Evelyn? ¿Dónde te metiste? ¿Acaso ya te moriste? —La voz masculina y suave de mi guardaespaldas me hace sentir aliviada.

—¡Estoy en la cocina! —grito levantando la mano con la cabeza dentro de la nevera.

Escucho los pasos lentos de Mark, cierro la nevera para mirarlo. El deja unas bolsas con cosas sobre la isla de la cocina.

—Pensé que te habías muerto. —Saca un vaso de la alacena para llenarlo de agua y beberlo.

—Estoy a punto de morirme. Anoche llegó la amante de Matthew, está en la sala, haciendo no sé qué cosas. —Mark escupe el agua de su boca sorprendido al escucharme.

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