| Completa |
*Primer libro*
Mentiras, engaños, apariencias, y un matrimonio aparentemente perfecto, la mezcla perfecta para el caos.
Evelyn y Matthew llevan cinco años de un próspero matrimonio sin amor. Cinco años viviendo de apariencias, por qué...
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Evelyn.
La visita de la tía Charlotte era algo inevitable. Seguramente sabía todo lo que estaba sucediendo, cada movimiento que hago ella lo sabe.
Así que debe estar al tanto con la situación de la amante. O simplemente ella estuvo de acuerdo con eso.
Agradecí a Giovanni por avisarme. Comí mi desayuno como pude, sentía nervios por todas partes y era horrible.
Matthew habló de algunas cosas más con Giovanni mientras desayunaba. Mark notaba mis nervios por lo que respiraba despacio haciendo algunas señales con sus manos frente a su pecho.
Las imite.
Inhala.
Exhala.
Me calme, pero no lo suficiente. Debía ir a la empresa y hacer algunas cosas como la esposa de Matthew, y para mi algo de suerte ella llegaría como a las seis.
Mark me acompañó en todo momento hasta llegar a la empresa. Pero en ese momento debía tomar mi rol y me apegue al lado de Matthew tomando su brazo.
Caminamos de esta manera hasta la oficina, con él a mis espaldas.
Entramos a la oficina cerrando la puerta y de inmediato nos separamos. Lleve mi cabello hacia atrás con mi mano.
Mark se había quedado con los demás guardaespaldas.
Me sentía ansiosa. No quería que él tiempo pasara, pero entre más quería que no pasará más rápido lo hacía.
Matthew tomó su lugar en el escritorio. El golpetear de mi tacón contra el piso resonaba en la habitación.
—Si sigues así te va a dar algo. Mejor siéntate. —Señaló la silla frente a él.
Hice lo que dijo. Pero aun estando sentada mi golpeteo seguía y eso irritaba a Matthew. Podía ver su cara de irritabilidad.
—¿Puedes parar?
—Si, lo siento. Estoy muy ansiosa.
—Lo sé. Sé nota bastante.
—Sabes como es. No puedo relajarme.
—Deberías, mi padre vendrá a vernos.
¿Es el día de las visitas o qué? Aunque mi suegro era todo lo contrario a la madre de Matthew o a mi tía.
Siempre me trató bien y siempre fue amable. Toma mis ideas y las comparte, me hace sentir como si fuera una parte importante de la empresa.
Detuve el golpeteo. Respire profundo y mire las cosas sobre el escritorio.
Solo había papeles y algunas fotos. Una de ellas era del día de nuestro matrimonio, era extraño que la tuviera en ese lugar, pero si en algún momento alguien importante lo visitaba vería que me ama y que somos un matrimonio feliz.
