Capítulo 27: Cumpleaños.

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Deslice mi mano por la suave tela de mi vestido

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Deslice mi mano por la suave tela de mi vestido. Aun no puedo comprender como guarde este vestido y no lo ocupe ni una sola vez. Tal vez me acostumbre demasiado a guardar sus regalos.

En el reflejo del espejo se veía a una mujer hermosa, poderosa e invencible. Desearía que lo que veo en el reflejo fuera real, y no sólo un reflejo que puede cambiar.

Mark abrió la puerta del baño dejándose ver con su traje negro ajustado. Realmente se veía bien con el traje, se acercó a mí arreglando su corbata que era del mismo color que mi vestido.

Extendí mis manos arreglando el nudo de la corbata.

—Nunca fuiste bueno en esto. —Comente con diversión al ver el nudo desarmado.

—No suelo usar trajes de este estilo. Sabes muy bien que todas mis corbatas son falsas, es algo incómodo una real, es como si me ahogara.

—Lo sé... Pero será solo esta noche... —Termine de arreglarlo, examine su traje viendo que todo estuviera bien.

—Evelyn.

—¿Si? —Moví suavemente mis manos sobre los pliegues de sus hombros.

—Estas hermosa.

Inconscientemente sonreí. Mi corazón dio un vuelco por aquellas palabras.

—Tu también estás guapo.

Sus mejillas se tornaron ligeramente rojizas. Podría ser un guardaespalda rudo e intimidante cuando quería, pero a veces se escapaba esa pequeña parte de él. Dulce, tímido, enamorado.

—Evelyn. —la puerta de la habitación se abrió.

Matthew.

Se nos quedó viendo por varios segundos.

—Y ¿tu vestido verde? —preguntó confundido.

—Tuvo unos pequeños inconvenientes y es inutilizable.

—¿Qué le ocurrió? —sus ojos cayeron sobre el vestido desgarrado sobre la cama.

—Alguien se desquito salvajemente con el vestido.

Guardó silencio.

—Ya veo.

Matthew nos examinó de pies a cabeza y se dio cuenta. Aún que no era difícil descifrarlo.

Mi vestido y el traje de Mark combinaban.

—¿Qué sucede Matthew? —pregunté desviando su mirada de nuestro vestuario.

—Solo venía a ver si ya estabas lista...en unos minutos debemos irnos...

—Ya veo, no te preocupes que ya estoy casi lista, un pequeño retoque y ya.

Matthew asintió en silencio saliendo de la habitación. Mark no me quito la mirada de encima, quise decirle algo pero debía terminar de arreglarme.

Revise que todo estuviera en su lugar. El vestido estaba estupendo, el peinado igual, aunque no era tan elaborado como antes, ya no tenía tanto cabello para hacerme la gran cosa. Joyería lista, maquillaje natural perfecto.

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